Entro a la oficina y saludo a algunos compañeros. Veo a Taehyung mirando a su computadora con suma concentración y me genera un poco de ternura. Me siento en frente suyo, donde me corresponde y cuelgo mi abrigo en el respaldo de mi asiento.
—Buenos días —digo y me mira. Sonríe y mi pecho se sacude.
—Buenos días, Jungkook ¿Qué tal todo? —pregunta con fingida inocencia, sabiendo que ayer a la noche estuvimos despiertos hasta las 5 a.m. follando como conejos.
—Muy bien, por suerte, me desperté con dolor de espalda —bromeo y sus mejillas se tiñen de un color rosado. Lindo.
—Qué coincidencia, yo también. Me caí de las escaleras y me lastimé el culo.
—Oh, mala suerte —suspiro y suelta una risita. Sonrío enormemente y aclaro mi garganta.
—¿Me acompañas fuera un segundo? —pregunta y asiento.
Nos levantamos y vamos al pequeño patio que generalmente es usado por los fumadores que necesitan saciar el estrés y las ganas de pudrirse los pulmones. Se acerca y saca una pequeña caja. La abre con pena y abro mis ojos de la sorpresa debido al contenido.
—¿Un vibrador? —pregunto.
—¡Shh! —se queja.
—¿Por qué me muestras esto?
—Se puede manejar con una aplicación el teléfono —susurra y abro mi boca, atónito.
—No me digas que...
—L-lo podemos usar hoy a la noche, si quieres. Sólo si tú quieres.
—No, lo usarás ahora —digo y niega con la cabeza repetidas veces.
—¡Jungkook, es muy arriesgado! —exclama y chasqueo la lengua.
—¿Y cuando tenemos sexo en la sala de descanso no lo es?
—No entiendo tus fetiches, Jungkook.
—Te gusta, te gusta que te folle sabiendo que nos pueden ver o escuchar. Te encanta —me acerco y balbucea.
—Ah... no sé de qué estás hablando —aparta la mirada.
—Deja de fingir, sé que te gusta, Taehyung —le saco la caja de las manos—. Y sé cuales son tus intenciones detrás de esto.
—¡Está bien! Está bien —suspira—. Tal vez sí sea un poco exhibicionista como tú.
—¿Un poco?
—Cállate —coloca la caja bajo su abrigo—. Voy al baño, ya te pasaré la aplicación.
Entra y suelto una leve risa. Comprendo que tal vez nos hayamos excedido un poco y que tal vez somos muy hormonales por no poder controlarlo, pero la pasión es inevitable. Estar a su lado es una lucha constante por no quitarle la ropa y hacerlo mío repetidas veces.
Y sí, me gusta el hecho de que puedan descubrirnos en cualquier momento. Me gusta ver cuando muerde su propia ropa para evitar que los ruidos eróticos escapen su boca y como suplica que sea más cuidadoso porque pueden escuchar, a pesar de que le gusta que lo tome con fuerza.
Me siento en mi lugar y me concentro en el trabajo. Pasan unos minutos y él se acerca. Se sienta en frente mío y suelta un leve quejido. Lo miro atentamente y suspira.
—Voy a perder mi trabajo —dice y sonrío.
Desbloqueo mi celular y abro la aplicación. Empiezo a hacer que la vibración comience a baja intensidad. Veo como frunce el ceño ligeramente y pasa su mano por su cabello, entre nervioso y desesperado. Aumento la intensidad y cierra sus ojos, negando con la cabeza.
—Mala idea, mala idea —susurra y suspira temblorosamente. Comienza a usar la computadora y me fascina la manera en la que se esfuerza por hacer su deber, pero le cuesta.
Sigo aumentándola un poco más y me mira. Me levanta el dedo del medio y le dedico una sonrisa burlona. Cubre su rostro y su pecho sube y baja con una velocidad un tanto apresurada, no mucho.
—Taehyung, Jeon quiere verte ¿Estás bien? —pregunta la secretaria de papá y él asiente, fingiendo una sonrisa.
—S-sí, me siento un poco mal pero es todo. Ya voy.
—Ok —ella me mira y me dedica una sonrisa—. Hola, Jungkook.
—Hola, Sunhee —la saludo y aumento la intensidad otra vez.
Se va y Taehyung abrocha su abrigo, haciendo que cubra desde sus hombros hasta sus rodillas. Se acerca y deja un pequeño golpecito en mi nuca.
Me levanto y lo sigo.
—Jungkook, apágalo, tengo que hablar con tu papá —insiste y niego con la cabeza— ¡Jungkook!
—¡Hola, pa! —digo, entrando a su oficina. Me dedica una mirada y luego a Taehyung le sonríe.
—Kim ¿Todo bien? Sunhee dijo que te sentías un poco mal.
—Descuide, todo bien —murmura y se sienta.
—Jungkook, puedes irte.
—No me molesta que esté aquí —Taehyung interrumpe y sonrío. Hago que la intensidad sea aún más elevada y aprieta los labios.
—Bueno, quería hablar contigo para saber si algún día podrías quedarte hasta más tarde. Lamento que tenga que ser así, pero eres de mis mejores trabajadores y te necesito.
—Oh, bueno, los... —traga saliva cuando la elevo más—. L-los miércoles.
—Muy bien ¿Y los jueves?
Aún más.
—L-los... los jueves —asiente y cruza sus piernas—. Los jueves están bien.
—Bueno, te vas a quedar con Jungkook y si necesitas algo le puedes pedir a él. Sé que puede ser un dolor de cabeza pero aprenderán a tenerse paciencia.
—Descuida, pa, nos llevaremos bien ¿O no? —pregunto y Taehyung muerde su labio inferior.
—S-sí... sí.
—Bueno, y... —sigue papá e incremento la intensidad.
—¡Mh! —Taehyung jadea y empieza a toser exageradamente. Sonrío satisfecho y bajo la velocidad del todo. Mi papá luce preocupado y yo me acerco con fingida preocupación.
—¡Oh, no! Te llevaré a la sala de descanso —digo y lo ayudo a levantarse, mientras sigue tosiendo.
Salimos de la oficina y caminamos un poco hasta que comienza a pegarme infantilmente. Carcajeo mientras intento defenderme y nos encerramos en la sala de descanso, con llave. Yo, hijo del jefe, me he encargado de hacer una copia de éstas para poder trabar la puerta cada vez que me apetezca follarme a Taehyung contra la cafetera.
O cada vez que me apetezca comer todas las galletas sin que me regañen, que es el motivo principal por el que las copié.
—¡Eres un idiota! —exclama y sonrío enormemente.
—Tú fuiste el que trajo eso aquí —digo y aprieta los puños.
—¡Agh, no puedo creerlo! —cubre su rostro, frustrado y me acerco.
—Déjame compensártelo hoy a la noche ¿Está bien? —pregunto y me mira.
—Me duele el culo.
—Mañana a la noche —propongo y acaricio su espalda. Muerde su labio inferior y suspira.
—Ven hoy a casa. Más te vale que sea bueno, muy bueno, el mejor de todos.
—¿En algún momento fue malo?
—Cállate, vámonos, tengo muchísimo trabajo que hacer.
—Y sácate el vibrador, porque sino me veo obligado a seguir usándolo.
—¡No, nunca más!
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Just the two of us.
FanfictionJungkook está frustrado porque se ve obligado a trabajar en la empresa de su familia. Lo que no sabe, es que aquello que creyó un sufrimiento, es en realidad una aventura cuando se encuentra rendido ante los encantos de su compañero de trabajo. Ta...