Extra.

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Camino por los pasillos mientras reviso la carpeta en mis manos. Me cruzo a un par de compañeros y los saludo amablemente. Llego al fondo y toco la puerta para luego esperar pacientemente. Recibo el permiso y entro a la oficina.

—Buenos días, aquí tiene lo que me pidió —digo y me inclino para una reverencia.

—Gracias, Kim —agradece el señor Jeon y mira los papeles—. Ya puedes salir.

—Bien, gracias.

—Te veo en la cena —bromea y suelto una risa, asintiendo.

—Está bien, señor, nos vemos.

Salgo y cierro la puerta. Voy a la sala de descanso y me siento debido al ligero dolor en mis piernas. Con Jungkook cumplimos cuatro años de pareja y se ha emocionado un poco mucho, dice que el cuatro es su número favorito y no ha dudado en ponerme en esa pose a la noche.

Y justo entra, dedicándome una sonrisa y acercándose. Deja un beso en mis labios y acaricia mi cabello.

—¿Cómo está el hombre más lindo del mundo? —pregunta y chasqueo la lengua.

—Jimin está bien pero podrías preguntarle a él —lo molesto y pone los ojos en blanco. Se ha puesto celoso con mi mejor amigo en varias ocasiones e hizo el ridículo por eso. Yo no dudo en burlarme de él al respecto.

—Ja ja, graciosísimo. 

—Por cierto, iremos a casa de tus padres a cenar —digo y se queja, sentándose a mi lado.

—¿En serio? No quiero ir —murmura y lo entiendo. Su relación con su padre no mejora y dudo bastante que lo haga. Jungkook intenta hablarle y decirle que las cosas que dicen son hirientes, pero el hombre mayor se niega a entenderlo y es bastante egoísta. Su madre, en cambio, es una mujer asombrosa y ella me ha dado la bienvenida a su familia al mes de que estuvimos de novios.

—Iremos un rato, nos vamos temprano y luego te daré un premio.

—¡Sexo en el balcón! —exclama y arrugo las cejas.

—No iba a decir eso.

—Ah, pero seguro lo que ibas a decir no iba a ser tan bueno como eso.

—Jungkook.

—Dijiste que me darías un premio, debería elegirlo yo ya que voy a ser el que lo reciba ¿No crees?

—Bueno, está bien, pero en la madrugada porque hay menos gente.

—Eso le quita la diversión —levanta ambas cejas, juguetón y le pego en la nuca—. Au.


[...]

Amo mucho a Jungkook y decidir estar con él fue la mejor decisión que tomé. Me gusta llegar a nuestra casa juntos y poder cocinar mientras bailamos música de los 80s, me gusta dormir a su lado sin que nadie nos moleste y los fines de semana despertarnos a cualquier hora y tener sexo mañanero para luego subirnos al auto e ir a algún drive-thru de restaurantes de comida rápida.

Es la persona más bella que conozco en todos los aspectos y espero profundamente que lo nuestro dure de por vida. Cuatro años y lo estamos haciendo muy bien, tenemos nuestros altibajos pero juntos conseguimos superar los conflictos y afrontarlos.

Estoy completamente enamorado y me sigo emocionando cuando me besa como me emocioné la primera vez que lo hizo.

—You are the dancing queen, young and sweet... —tararea mientras mezcla la sopa y sonrío. Muerdo mi labio inferior y la felicidad me desborda, al igual que el amor que siento por él.

No fuimos a cenar a lo de sus padres porque discutió con el señor Jeon a último momento. Al parecer, el mayor lo hizo sentir como un inútil a mi novio y lo comparó con su hermano, otra vez. Ahí comprendí que tal vez no es tan necesario y que lo mejor es pasar tiempo juntos.

Usa un delantal rosa con fresas y eso me llena de ternura. A pesar de ser sumamente ardiente, sigue siendo tierno. Su sonrisa es maravillosa, seductora y adorable. Me dan ganas de tomar su rostro y llenarlo de besos.

—Te amo tanto, Jungkookie —suspiro y sonríe.

—Yo también te amo, muchísimo —sirve la sopa en dos platos hondos y los deja sobre la mesa. Se sienta en frente mío y comienza a comer, apetitoso—. Fui a casa de Seokjin el otro día e hicimos maratón de películas de Marvel.

—¿En serio? Eso es bueno.

—¡Sí! Vimos muchas —comienza a hablarme con emoción como niño pequeño comentando su videojuego favorito. Mueve sus manos mientras me cuenta cosas que no logro entender pero le presto atención porque lo que lo hace sentir alegre, me hace sentir así mí. No puedo dejar de pensar en lo mucho que me gusta mientras conversa y me desconcentro por completo.

—Cásate conmigo —digo involuntariamente y me detiene, mirándome sorprendido. Abre su boca de par en par y niego con la cabeza—. D-digo...

—¿Qué dijiste? —sonríe y trago saliva.

—Nada, nada, nada.

—Tae —se acerca y me besa con suavidad. Todo mi cuerpo se relaja y me olvido por completo de lo que estaba pasando. Se aleja unos centímetros y veo que mete su mano en el bolsillo de su pantalón holgado. Lo miro y veo una cajita pequeña de tercipelo. Jadeo.

—¿Qué es eso?

La abre y un anillo con un brillo cegador me arrebata el aliento. Lo veo a los ojos y me sonríe con adoración, pronto mi mente deja de funcionar y espero a que diga algo, pero se ve que no encuentra las palabras.

—Lo fui a comprar cuando nos vimos con Seokjin y te quería preguntar en la noche —dice y balbuceo.

—Y-yo... p-pero... Jungkook.

—Tae —se arrodilla y cubro mi boca, sintiendo las lágrimas acumularse en mis ojos—. Te amo muchísimo. Desde que estoy contigo la vida es una aventura y no puedo cansarme de vivirla. Me has enseñado a crecer, a quererme, a querer y a ser un hombre. Eres la persona que más amo en todo este mundo y quiero que seas el padre de mis hijos, quiero que estemos juntos hasta que seamos ancianos y debamos gritar porque ninguno de los dos escucha bien.

Suelto una risa y sollozo.

—Por favor —sigue—. Cumplamos eso. Déjame ser tu esposo, déjame sostener tus manos en el altar y sellar lo nuestro de por vida. Nunca había estado con una persona que me hiciera sentir en casa, tú eres mi casa.

—Jungkookie —quiebro en llanto como un idiota y noto como una lágrima se desliza por su mejilla.

—T-Tae —su voz tiembla y limpia las gotas que pronto mojan todo su rostro—. Mierda, espera.

—S-sí —sonrío.

—¿Quieres...? —solloza— ¿Quieres casarte conmigo?

—Por supuesto que sí, Jungkookie —me arrodillo en frente suyo y lo abrazo. Comienza a llorar sobre mi hombro y acaricio su cabello. La situación se me hace sumamente irreal y quiero guardarme el recuerdo para siempre.

—Te amo tanto, me haces muy feliz —se separa y besa mi mejilla—. Prométeme que estaremos juntos y que podremos contra todo.

—Lo juro. Somos sólo nosotros dos contra el mundo ¿Entendido?

—Entendido.

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⏰ Última actualización: Nov 04, 2022 ⏰

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