Cap. 2

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Nos encontrábamos explorando en una dungeon a las afueras de Karmaland hasta que...

- ¡Mira! ¡mira! Lolito - chilló alegre Fargan mientras saltaba emocionado moviendo sus alitas

- ¡Yepa! ¿y eso chaval?

- Es un artefacto súper legalísimo - Realmente Fargan no estaba muy seguro si era legal.

- ¡¿como?! ¡Sí parece ilegalísimo! Dámelo y lo "quemare"

- No rata, yo me lo encontré ahora es mío

- Bueno, que consté que te lo advertí - respondió el pelirrojo con una sonrisa burlona

- ¿Qué? ¡eh! ¡suélteme! - gritó el búho al sentir como lo esposaban

- Queda arrestado por tener objetos ilegales, ahora lo llevare a comisaria

- E-espere e-espere estoy a punto de quemarlo, lo prometo

- Lo explicara en comisaria señor

- ¡Lolito! ¡ayúdame!

...

- ... Después de eso me arrastro por toda Karmaland hasta la comisaría para terminar el asunto decomisando el artefacto, fue injusto porque ni siquiera me vio usándolo y pase toda la tarde en la comisaria con esa rata albina

- Órale... si esta fuerte la cosa - murmuro el abogado mientras terminaba de dibujar en su libreta - Bueno Fargan buscare en las leyes de Karmaland alguna norma que nos permita tener un caso contra ese agente corrupto, mientras tanto mi recomendación es que evites pelear con el oficial y no llames la atención, ¿entendido?

- No prometo nada

- ...

- Digo... si, me quedo claro

- Bien, yo me pondré en contacto con usted cuando encuentre algo

- Está bien, hasta la próxima


Mientras tanto en la comisaría de Karmaland...

- ¿Lo trajiste solo por un artefacto que ni siquiera es ilegal?

- Si...

- Willy esto se está saliendo de control - murmuro preocupado Vegetta - ¿Por qué no simplemente le invitas a una cita?

- Vegetta... ya lo intenté, solo termina ignorándome - contesto deprimido el albino - Pero, aun no pierdo la esperanza... tengo un nuevo plan que estoy seguro que lo obligara a salir conmigo y para eso necesito tu ayuda Vegetta- confesó el albino con una sonrisa segura y alegre, aun así, su compañero solo lo miro preocupado por el dichoso plan del que hablaba.

- Cuenta conmigo compañero


Continuara...

Las letras en cursiva fueron recuerdos que Fargan narraba

¡Me declaro inocente!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora