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• ꒰ care! i am sorry

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• ꒰ care! i am sorry. ꒱ •

Los mareos sí habían empeorado. Por lo que la madre del japonés tomó en cuenta e hizo caso al consejo que le dio el pequeño coreano de la última vez.
Y al llevarlo al hospital, le regalaron una semana de descanso al japonés.

Pero el descanso ya había terminado.
Día domingo y el joven Nishimura se hayaba en la cocina, horneando unas pequeñas galletas de agradecimiento hacia el lindo chiquillo de lindos hoyuelos.

La cocina era una especialidad del menor.
Por más que a su familia se le haya hecho difícil dejarlo entrar a la cocina solo. (temiendo por la torpeza del chico). Dejaron que este disfrutará de esta.
Y era genial.
Riki había hayado terapia en la cocina.

El único lugar en el mundo donde su torpeza no lo molestaba tanto.
Claro que aveces su torpeza quería jugar un rato con él en la cocina. Sus muñecas con quemaduras. Dedos cortados. Y vanditas en brazos y manos. Eran testigo de las pequeñas peleas que Nishimura se montaba con parte de sí mismo.

A Riki le gustaba pensar que aveces su torpeza tenía empatia por él y simplemente decía: "Lo dejaré estar tranquilo en la cocina esta vez."

Sólo ahí no era tan torpe cómo siempre lo era.

Deseaba con todo su cálido corazóncito que la torpeza no lo hiciera tropezar esta vez.
Quería que estas galletas de vainilla y de chocolate estén en perfecto estado para estar en las lindas manos del chico de sus sueños.

Suspiró suavemente al dejarlas en el horno a salvo.

Enserio le gustaba mucho Jungwon.

• ꒰ care! i am sorry. ꒱ •

Entrando cuidadosamente a la escuela después de una semana sin aparición suya, estaba el menor.

Buscaba con su mirada al dueño de sus soñadores suspiros. Tenía una bolsita en sus manos. Dónde venían doce galletitas. Seis de vainilla. Y otras seis de chocolate.

Estaba ansioso. No sabía sí le gustarían al chico lindo de hoyuelos.
Pero era la única forma de agradecerle. Ya que Riki jamás se considero bueno con las palabras. Por eso también, tenía una pequeña notita pegada en la bolsita de papel.

Mientras buscaba. Finalmente lo había encontrado.
Aún no entraba a su salón, tenía su mochila aún en su hombro. Y al parecer hablaba con uno de sus amigos. Que llevaba la mochila de igual forma.
Lo conocía cómo Sim Jaeyoon. O también cómo Jake.

Tomó una gran bocanada de aire y valentía. Acercándose en su dirección.

El australiano le dirigió una mirada rápida. Sonriendo en grande y diciéndole a su amiguito algo, haciendo que este girará rápidamente en su dirección, y sonreírle en distancia.

Riki no sonrió ni nada. Por más de que la emoción quisiera salir a flote. Le avergonzaba aún que los demás vieran su sonrisa o que escucharán su risa.

Jungwon sin importarle que el menor no le correspondiera su sonrisa. Se acercó a él, aún con la bonita curva en su rostro.

─ ¿Cómo has estado, Riki? ¿Te recuperaste ya?. ─preguntó amablemente.

Riki tragó saliva nervioso.

─ S-sí, ya me recupere. Ahora estoy mejor, gracias. ─respondió.

Yang sonrió cómo respuesta.

─ Me alegro mucho por eso. También me alegro de que hayas vuelto. Se sintió extraño que hayas faltado tanto. Hacías falta. ─soltó.

¡Ah, tomenle los brazos a Nishimura que salta encima del lindo gatito que tenía enfrente!.

─ O-oh.. Yo no s-sé qué responder. ─admitió nervioso─ Yo.. Ehm.. Me acercaba a ti para darte esto. ─dijo mostrando finalmente la bolsita.

Yang tomó la bolsita un poco confundido y sonrojado.

─ ¿Esto por qué, Riki? ─preguntó con curiosidad.

Riki asintió. Y se fue a su salón entre tropezones.

El coreano enarco una ceja y ladeo su cabecita con confusión.

Soltó una risita con ternura.

Ese lindo y tímido japonés lo tenía realmente de rodillas.

• ꒰ care! i am sorry. ꒱ •

Me gustaría que por favor comentarán.
Para así poder conocer mejor su perspectiva
sobre este fic. ¿Sigo?. ^^

Clumsy ;; WonKi ;;Donde viven las historias. Descúbrelo ahora