❝Riki era especial.
O bueno, eso decía Jungwon al lindo y torpe japonés de ojos filosos.
Y es que, era tan inseguro de su torpeza, pero él estaba tan enamorado de ella.❞
𖥻 ꗃ» wonki.
𖥻 ꗃ» historia original: @puppymny.
𖥻 ꗃ» romance...
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• ꒰ care! i am sorry. ꒱ •
─ ¡Cuidado! ─se escucho fuerte la tan conocida voz del japonés. Seguido de un sonido demasiado estruendoso para los oídos de los presentes en el pasillo─ Lo siento. ─soltó el menor.
Jungwon giró confundido y ansioso sobre sus talones. Y sus pequeños y brillantes ojitos gatunos mostraron una confusión aún más grande al ver al bonito japonés tirado en el suelo y manchado de pintura blanca. Luego dirigió sus orbes a la otra persona desconocida. Una chica bien vestida, estaba aún más manchada de esa pintura.
Tal vez ambos estaban manchados. Sin embargó, Nishimura tenía manchas blancas de distintos tamaños dispersas en su rostro y ropa, tal vez un poco en su cabello oscuro. Pero el estado de la desconocida, los dejó a todos en shock.
¡Pobrecita! ¿Con qué champú lavara ese largo cabello? ¡Oh, no! Su faldita azul..
Jungwon pudo haber sentido pena por la chica. Y es que se notó que puso bastante empeño en su imagen. Pero toda compasión desapareció al ver cómo abofeteaba furiosamente al chico frente a ella, a Riki
Su Riki.
Todo fue muy rápido. Todos estaban en estado de shock.
Nishimura estaba apenado y avergonzado. Merecía esa abofetada. Pero realmente le dolió mucho.
Yang estaba.. ¿Confundido?.
No. Estaba hecho furia.
─ ¿Qué mierda te pasá, maldita perra?. ─grito Yang, con la rabia subir por su coronilla.
• ꒰ care! i am sorry. ꒱ •
─ Otra vez me ayudaste.. ─murmuró el japonés cabizbajo, sintiendo la humedad de un pañuelito en su rostro, siendo movido con suavidad en su piel por los delicados dedos del coreano─ Gracias por eso.
Jungwon sonrió con ternura. Asintiendo en su lugar.
─ No agradezcas. Para mí es realmente gratificante el poder ayudarte siempre que estas en situaciones incómodas. ─sonrió.
El menor se sonrojó en su lugar al ver la bonita sonrisa brillante del contrario. Evitando inmediatamente los ojos del mismo.
─ T-tú te metiste en problemas.. ─volvió a murmurar de forma nerviosa─ Sólo por defenderme.
Jungwon quito el pañuelo del rostro ahora limpio del más alto. Haciendo que sus ojos se encontrasen. Ambos par de ojos oscuros brillaron al encontrar los contrarios. Qué luceros más preciosos se veían el uno al otro a través de las ventanas de ambas almas que buscaban juntarse y ser libremente amadas por la otra.
Se miraron fijamente un par de segundos. Tal vez uno que otro minuto. Hasta que el suspiro cansado del mayor los sacó de esa pequeña burbuja de amor mutuo silencioso.
─ Estaré castigado una semana junto a esa chica sólo por haberla insultado un poco. ¿Pero, sabés qué? Me vale poco, la verdad. Se lo merecía. ─soltó un poco frustrado. Haciendo reír suavemente al japonés.
Soltaron risas entre ambos, recordando todos los insultos que le soltó el mayor a la aún desconocida.
"─ ¿Qué mierda te pasá, maldita perra? No tienes ningún derecho de tratarlo así, estiércol andante. ¿Sí te das cuenta que por golpearlo sin razón te castigaran?, por la jodida mierda de satanás. Si pudiera te mataría aquí mismo, maldita perra infeliz e inútil. Oh, perdón, Riki. Me enoje un poco."
Un castigo corto por un par de insultos, valían la pena para Jungwon si podía ver esa bonita sonrisa, brillando cómo nunca. ¿No?.
