Harry empezaba a pensar que tenía una obsesión por el niño bonito. Pensaba en él a diario, cada vez que entraba en un lugar, miraba alrededor esperando encontrárselo e incluso había soñado con él una vez esa semana. Era patético y muy estúpido. Nunca se había encariñado con algo tanto, muchos menos con alguien. Se aburría de las cosas con facilidad y más aún de las personas. Es por eso que tenía muchos "amigos de un rato" pero pocos verdaderos, apenas sí le dedicaba algo de tiempo a cada uno. No entendía de dónde venía su fascinación por el doctorcito. Siquiera era tan interesante. Sólo era lindo e inteligente, y su sonrisa hacía que su corazón se agitara. Pero nada más. Este crush no tenía sentido, se estaba comportando como un imbécil.
Cuando se despertó el domingo decidió que era hora de olvidarse de él. Ya había pasado casi una semana sin que volviera a verlo y, como obviamente no tenía su número, no podía comunicarse con él de ninguna forma. Lo buscó en las redes sociales, pero tampoco lo encontró. Así que lo mejor sería dejar de comportarse como un idiota y sacarlo de su cabeza.
Los domingos eran el mejor día de la semana para quedarse en la fraternidad. Todo el mundo estaba en casa, se despertaban muy tarde por la resaca del día anterior y hacían actividades divertidas. Durante la semana Harry trataba de escaparse de la residencia cuanto le fuera posible, porque convivir con tantas energías distintas se volvía insoportable a veces. Las amaba pero había días que necesitaba un poco de aire. Oh, sí, Harry vivía en una fraternidad de chicas.
No fue algo planeado en realidad. Había querido entrar en la fraternidad de los bohemios pero terminó mandándolos a la mierda porque querían que escribiera un ensayo de treinta páginas para poder unírseles. No tuvo muchas opciones, obviamente no viviría con los deportistas ni con los cerebritos. De hecho tuvo suerte de que las chicas de Nu Delta lo aceptaran porque no había ninguna fraternidad mixta en su universidad.
NuDe, como Harry la llamaba en broma, no era la típica fraternidad de animadoras donde todas competían por la popularidad en la universidad. Más bien todo lo contrario, las compañeras de Harry habían sido rechazadas de otras fraternidades como él, eran todas muy distintas y chocaban mucho en la convivencia pero hacían que funcionara de alguna forma. El único otro chico que vivía en la fraternidad era Niall. Niall era incluso más diva que Harry y la definición de gay personificada. Ok, no, pero a Harry le gustaba llamarlo así. Tal vez porque compartían habitación fue que se hicieron mejores amigos. O quizás porque compartían su afición por la joda. Como dice el refrán: a la dama más honesta, también le gusta la fiesta. Y ellos no eran la excepción.
Cuando se dirigió a la cocina después del mediodía, todavía recuperándose de una fuerte resaca, la casa recién estaba despertándose también. Había algunas chicas dispersadas en la isla central desayunando y otras discutiendo por el lugar en la barra para cocinarse. En total eran como diez pero, teniendo en cuenta que allí vivían un poco más de veinte, eran pocas.
—¡Harry! —gritó Jane al verlo, una morena pequeñita y adorable—. Te estaba esperando. ¿Puedo practicar contigo?
Harry se refregó los ojos con sus puños cuando la escuchó. Jane apareció ante su rostro sonriéndole alegremente y él sonrió apenas por compromiso. Jane trabajaba en un centro de belleza y tenía una obsesión por utilizar a Harry de modelo. Usualmente hacía peinados con su cabello o le pintaba las uñas. A Harry solía gustarle porque se sentía mimado pero no le agradaba tanto el plan cuando acababa de despertarse con resaca de la noche anterior.
—Aún no desayuné, amor —se quejó Harry.
—¡Por favor! —exclamó Jane tironeando de su brazo—. Mañana tengo que depilar a un chico y no sé cómo hacerlo.
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Los chicos lindos también dan por el C**O
RomanceDos chicos de mundos diferentes se conocen por una casualidad extraña. Uno de ellos siente una atracción instantánea por el otro. El otro, no. Pero se cruzan de nuevo. Y de nuevo. Y eventualmente entienden que no pueden evitar estar cerca el uno del...