VIII

212 21 6
                                    

Pasaron 5 días después de que Nayeon se le declaró a Sana. En esos 5 días Sana no había ido a clases y también una estudiante había desaparecido.

Todos estaban almorzando, algunos alumnos estaban preocupados y los profesores no dejaban que ni uno se quedará en en un aula o pasillo solo, tenían que protegerlos.

-No hemos sabido nada de Jennie.- exclamó Jisoo.

-¿Ya le hablaron a sus padres?- pregunto Jeongyeon.

-Si pero tampoco saben nada de ella, la última vez que hablaron con ella seguía aquí en la escuela- explico Lisa con tristeza en su voz.

-Dios...- suspiro Nayeon. El ambiente era muy legrube, casi no había ruido y todos estaban callados. El temor había logrado afectar en la vida de los estudiantes y sobre todo Nayeon. Lo que no dejaba de pensar era en Sana, su actitud había sido muy rara y hasta cierto punto la había asustado; su risa y sus ojos reflejando ira y locura, ojos que ocultaban un oscuro secreto, pero ¿Que era?

-¡ESTA MUERTA!- gritaron desde la puerta principal. Todos voltearon sorprendidos ante el comentario, Nayeon giro hacia la entrada y vio a Rosé cabizbaja, sostenía algo en sus manos y parecía estar llorando.

-¡Rosé!- exclamó Lisa. Ella y las demás fueron directo a ella para que ver sucedía.

-¿Rosé que ocurre?- pregunto Nayeon. Todos miraban como espectadores, nadie sabía lo que pasaba. Tratando de tomar sus manos Rosé levanto su mirada, una mirada de dolor y horror.

-¿Por qué ella?...- sollozo la rubia extendiendo sus manos. Cuando Nayeon bajo la mirada para ver lo que Rosé tenía en sus manos tal fue su sorpresa que le hizo fruncir en seño.

-¿Nayeon?- preguntó Jeongyeon. Nayeon lentamente se dió vuelta y mostró un corazón humano fresco con una foto de Jennie clavada en el centro de este.

Todos lograron ver el corazón, el horror de reflejo en los rostros de todos y un grito de espanto creo un eco por todo el lugar.

Después de unas horas llegó la policía, las clases se cancelaron y muchos policías estuvieron interrogando a Rosé y a los demás, Rosé dijo que se no se sentía bien así que había decidido ir a casa pero que en la entrada de la escuela encontró el corazon.

Repetidamente los policías preguntaron si había visto a alguien sospechoso merodear por la calle pero ella respondía que no, que la calle estaba sola. Tal vez Rosé estaba demasiado asustada para poder ver bien a su alrededor por qué en realidad si había alguien, alguien que miraba su reacción desde lejos.

-¿Jeonguie estas bien?- pregunto Nayeon acercándose

-Es increíble Nayeon...- exclamó tristemente.- Apenas hace unos días estaba con nosotros...¿Por qué estará pasado todo esto?- Jeongyeon estaba sentada en una de las pequeñas bardas.- No lo entiendo... Todo estaba normal por aquí y de repente todo esto paso.

-Jeong yo...- Nayeon se acercó a la contraria pero logró ver a alguien a lo lejos. Una figura extraña los observaba a todos y sobre todo Nayeon. La figura se dió vuelta y comenzó a caminar alejándose poco a poco.- ¿Quién es ese?- Jeongyeon volteo la mirada y también logro ver la figura.

-No lo sé pero se ve sospechoso...- comento Nayeon. Seguía a aquel extraño con la mirada pero entonces alguien llegó a cubrir su camino.

-Oigan ¿Que sucedió?- pregunto Momo, la chica del café

-Ocurrio otro asesinato...- respondió Nayeon a la pelicorto

-¿Qué? ¿Cuando ocurrió?

-Hace unos momentos.- exclamó jeongyeon.- Era nuestra amiga...

-Lo siento mucho...- la chica se acercó a Jeongyeon y la abrazo como consuelo.

-Mierda es increíble que nadie haya visto nada.- maldijo Nayeon.- ¡¿Por qué ese maldito hace esto?! ¡¿Por qué?!- explotó.

-¡Nayeon cálmate!- exclamó Jeongyeon.

-Yo te diré porque Nayeon...- dijo Momo.

-¿Qué?

-Vengan conmigo.- ordenó. Ambas chicas se miraron confusos pero la siguieron.

Llegaron hasta la cafetería y los invito a pasar dentro de esta, ambos se sentaron en las barras y Momo les sirvió café a ambas.

Estuvieron un buen rato en silencio ninguno de los tres decía nada.

Momo tomo una silla alta y entonces así podía ver de frente a ambos jóvenes, también se sirvió un café pero en una taza pequeña.

-Preguntaste el por qué el asesino actúa como tal ¿No?

-S-si...

-Se a dicho que dios castigo a Lucifer por ser un ángel codicioso, hambriento de poder y este se encargo de traer todo lo malo al mundo.- tomo un poco de su café.- cuando trajo todo lo malo nacieron demonios creados por acciones, acciones malas las cuales llamamos pecados. Sin embargo pienso Lucifer pensó en poner a prueba los humanos.- tomo otro sorbo.- Corregiré tu pregunta Nayeon es ¿Por qué las personas actúan como tal?- Miro fijamente a la castaña, esta con coraje logró mantener la frente en alto y mirar a la peli corto a los ojos.- Nosotros creamos angeles y demonios, Y... Solo nosotros sabemos a quien dejamos ganar. Aveces se necesita un balance entre el bien y el mal para poder tener un orden en nuestra vida.- pauso para acabar su café, a Nayeon y Jeongyeon se les había enfriado el suyo ya que solo prestaron atención a la chica.- Pero incluso nosotros tenemos que poner reglas ante estos demionios internos, reglas para controlar el bien y el mal.

-Como los...¿Mandamientos y Pecados?- cuestionó Jeongyeon y Momo le dió la razón.

-Incluso algunos humanos logramos coincidir al organizar nuestros pecados y eso es lo que nos mantiene en un balance.

-¿Cuáles son?- pregunto Nayeon.

-He tenido amigos que me han demostrado sus propios pecados; poco a poco fui descubriendo que esos son pecados internos y que posiblemente solo hay tres; tal vez los de ustedes sean distintos a los míos pero créanme les digo que son peligrosos.- delicadamente hizo a un lado la pequeña taza de café.- El primer pecado interno es amar.

-¿Amar?

-Si, aveces el amor nos hace sentir especiales con las personas pero si este amor se sobrepasa se volverá una obsesión a tal grado de hacer todo por amor.- Explicó.- El segundo es Desear; en esta vida todo es posible pero casi nunca se puede obtener todo lo que uno desea por qué se aferran y harán todo por tenerlo. El tercero, el último, es confiar, es bueno demostrar que puedes contar con alguien pero si excedes esa confianza esa confianza se volverá peligrosa.

-No entiendo que tiene que ver esto con el asesino...

-Es simple Nayeon... El asesino ha cometido uno de esos pecados y su castigo es lastimar a otros.- explicó.- puede que el asesino desee algo, que se confíe demasiado o que busque algo...

-¿Pero que es?

-Tal vez deberían dejar de hablar y comenzar a buscar, incluso el asesino podría ser alguien que los haga pecar a ustedes dos.- terminó.

Nayeon mantuvo eso en su cabeza y pensó ¿Quién podría hacerla pecar? Un pecado interno, algo que la hiciera volverse una loca o desesperada, algo que pudiera crear un demonio interno en ella. Fue entonces cuando a Nayeon se le vino a la mente la única persona de la cuál ella jamás habría sospechado. Sana

----------------


"Los demonios internos existen, los pecados internos rigen en nosotros y nuestro castigo por realizarlos será cargar con ellos como la culpa"

LOS JUGUETES DE SANADonde viven las historias. Descúbrelo ahora