Un rescate caótico, Parte 1

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¡¡¡Holaaa!!! Espero estén teniendo una bonita vida, y que esté haciendo buen clima en sus ciudades :D

Pues ya estoy de vuelta. Este año me recibió con una mudanza inesperada, y con varios proyectos nuevos. Este episodio en particular lo estuve escribiendo a la par que pasaban todo tipo de cosas en mi vida, por lo que podría decirse que fue mi refugio :3 ¿les ha pasado algo similiar?

¡Pero en fin!!! me alegra mucho traerles un nuevo capítulo :D Es un poco más largo de lo normal, espero no les moleste jejeje

¡¡Muchísimas gracias por todo el apoyo!! No tienen idea de cómo me motivan todos sus comentarios, mensajes y buena onda. De verdad son los mejores :')

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El silencio invadió la habitación, volviendo el ambiente cada vez más abrumador. Giraba la cabeza de un lado a otro, nervioso, sin saber por donde esperar la aparición de la bestia...

Dí un paso atrás, e inmediatamente sentí chocar contra una pared... solo que no era una pared. Spike estaba atrás de mi, viéndome con los ojos de un toro enfurecido a punto de embestir.

-¡Spike, espera, déjame te explico!-Me apresuré a decir, levantando las manos como quien se protege de un muro que está por caerle encima.

Pero Spike no estaba dispuesto a escuchar nada. Retrocedí para poner distancia entre nosotros, pero terminé tropezando con las estúpidas sábanas que seguían enredadas en el suelo.

El mastodonte no perdió el tiempo, y de un tirón me jaló del brazo. Luego levantó su enorme puño al cielo, preparándose para dar el golpe de gracia.

-¡¡¡NECESITO TU AYUDA PARA SALVAR A JERRY!!!-Me apresuré a decir.

El puño se detuvo a pocos centímetros de mis ojos.

-¡JA! Buen intento - Vociferó. - ¡Pero ya estoy salvando a Jay de ti!

-¡Mira a tu alrededor!- Dije con la respiración agitada.- ¡¿Ves al enano por alguna parte?!

Spike arrugó el entrecejo. Giró su regordete cuello de un lado a otro, explorando el cuarto. Al terminar, sus pequeños ojos azules se clavaron en los míos con rabia. Acto seguido me agarró del cuello y me puso contra la pared.

-¡¿Dónde está mi amigo y qué le hiciste?!

-¡¡Yo no le hice nada, carajo!!-Exclamé desesperado. -Agh...¡No entiendo para qué te llamé! Es obvio que no se puede razonar contigo.

Las manos de Spike liberaron mi cuello de pronto, haciéndome caer sobre mis rodillas.

-¿Cómo que tú me llamaste?

-¡Lo que oyes!... Yo toqué tu estúpida campana.- Respondí, levantándome poco a poco, frontándome el cuello adolorido.

Recogí la campanita del suelo y se la mostré. Spike se rascó la frente.

-Entonces... ¿Querías que te golpeara?

-¡No, imbécil!-Le grité, pero suavicé el tono al ver que estaba apretando sus puños de nuevo.-No, no fue por eso. Es que...en verdad necesito tu ayuda.

-¡JA! ¿Te crees que soy tu sirvienta? ¡Y dame eso, que es solo para mis amigos!- Reclamó, arrebatándome la campanita y guardándosela en la chamarra deportiva.

-¿¡Me dejas hablar?! No estás entendido nada, ¡Jerry está en peligro!-Señalé hacia la ventana. -¿Es tu amigo verdad? ¡Entonces ayúdame a salvarlo!

Los ojos de Spike se abrieron. Se rascó la frente, como si le doliera.

-¿Qué quieres decir con "algo malo"?- Preguntó, acercándose a mi de forma peligrosa.-Te lo advierto basura, si estás jodiendo conmigo y esta es una especie de broma...

El diario de TomDonde viven las historias. Descúbrelo ahora