El diario de Tom

Amor posesivo

Lunes 13 de agosto

Esa noche casi no pude dormir.

Ese maldito doctor, el parásito de Jerry... Y Butch.

No puedo entenderlo. ¿Cómo no me había dado cuenta de que era gay?

Es decir, es verdad que Butch es más limpio que el promedio, su cutis es como el de una muñeca de porcelana, sus cejas están perfectamente alineadas con sus ojos, y su cabello que está mucho mejor cuidado que el de las chicas... Pero todo aquello es algo que todo millonario hace ¿o no? Es decir, si tienes el dinero por supuesto vas a invertir en tu imagen.

Aunque ahora que lo pienso, Butch es el único millonario que conozco.

La realidad es que en general no conozco demasiada gente como para tener algún punto de comparación. Pero si me lo hubiera dicho, yo no lo hubiera juzgado. Él era el único al que podía considerar mi amigo. Al menos eso creía yo antes de que él me...

Estos pensamientos dieron vueltas a mi cabeza hasta ya bien entrada la noche. Nunca había besado a nadie y ciertamente no esperaba que mi primer beso fuera con un hombre ¡y mucho menos que fuera Butch!

<<Maldito seas Jerry... ¡Si no fuera por ti mi primer beso hubiera sido Bianca!>> Rugía con la cabeza hundida en mi almohada.

Estaba furioso. Y por otro lado, me sentía bastante triste. Ahora me daba cuenta de que nunca tuve un amigo. Como siempre, cada persona que se acerca a mi es porque quiere algo de mi.
Fui un tonto al pensar que a alguien podría interesarle mi amistad.

Al final siempre he estado sólo.

Sin embargo, Bianca había dicho que yo le interesaba... me preguntaba si aquello encerraba algo de verdad, o si sólo se trataba de un truco. Tal vez la pobre chica perdió una apuesta o algo por el estilo. Eso sería muy cruel, ¿pero qué otra alternativa quedaba? ¿Podría de verdad gustarle a la chica más bonita de la escuela?

No, eso era imposible. Tanto como imaginar que Jerry y yo pudiéramos terminar siendo amigos.

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Al día siguiente, cuando por fin pude conciliar un poco el sueño una llamada me hizo despertar. Al mirar a la pantalla del celular leí:

Llamada entrante
Butch

Lo conocía y sabía que no me iba a librar de él por evitar esa llamada, así que apreté el botón el verde.

-Buenos días.- Saludó usando ese acento que tanto detestaba.

-No te atrevas a usar ese acento inglés fingido conmigo. ¿Qué es lo que quieres?

-Sólo hablaba porque imaginé que te quedarías dormido. No creo que quieras perder una clase, ni menos hoy que tenemos el examen de Historia. Lo aplicará la señorita Vilma, así que ya puedo adivinar que será difícil.

-Oye... -Suspiré enfadado.- En caso de que lo hayas olvidado, estoy suspendido. Y si quisiera que alguien me despertara, serías tú al último al que se lo pediría.

-¿Incluso antes que a Jerry? eso duele hermano. Además esa no es forma de hablarle a tu buen amigo que te acaba de salvar el culo.

-¿De qué carajo hablas?- Repliqué, levantándome de la cama.

-Estoy diciendo que ya no estás suspendido. Hice que mi papá interviniera. Habló con el señor Barbera, y ya no estás suspendido.

-¿Qué? No entiendo qué tiene que ver tu papá con este asunto. ¿¡Y porqué tú...

-Fue gracioso. Solo tuve que decirle a mi viejo que me sentía muy abandonado porque siempre se la pasa trabajando, que ya nunca hacíamos nada juntos y blablabla. -Butch soltó una risa cínica. -Luego, le dije que ya ni siquiera puedo estar contigo porque estas suspendido. Me puse a fingir que lloraba, y el imbécil se sintió tan culpable, que fue a hablar con el director para que te levantaran el castigo. Por supuesto lo convenció, después de todo mi padre es propietario del inmobiliario.