Impresiones 07: Al final, la última esperanza.

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Un nuevo estruendo mucho más fuerte que los anteriores terminó por sacudirlo y cortar la conexión con su compañera, Trunks iba a buscarla en seguida pero entonces sintió un siniestro ki que le erizo la piel e hizo que saliera de la cámara del tiempo a toda prisa.

Al salir, el nido del tiempo estaba apenas entero pero siendo asediado por constantes estruendos, Trunks miró rápidamente a su alrededor y una mueca de ira y preocupación se acrecentó en su rostro.

—¡¿Dónde estás TokiToki?!—No recibió respuesta y eso solo empeoró sus nervios. Sabe que cuando el ave no está reposando en algunos de los árboles cercanos a la cámara, le gusta sobrevolar la plaza y sus alrededores.

Con urgencia se transforma en súper saiyan y cruza el portal para dirigirse al centro del mundo TokiToki. La ruta conformada por caminos de piedra estaba ahora destruido y convertidos en escombros, los locales no existían y ahora estaban rodeados de un cielo rojo.

Tampoco ha vuelvo a ver los pocos patrulleros que habían logrado reunir, los voluntarios a vender mercancía, nada de eso estaba.

El hermoso mundo fuera del tiempo y el espacio que alguna vez había encontrado ahora estaba hecho ruinas.

Trunks se detuvo al encontrarse en el origen donde sintió el oscuro ki, la zona céntrica de la plaza en donde reposaba el reloj de arena del tiempo, el monumento yacía destrozado y allí en lo alto, volaba el ave que supone debe proteger.

—¡TokiToki!—Lo llama, el ave sagrada apenas baja la mirada para verlo, cuando fue alcanzada por un extraño poder.

Trunks solo pudo ver cómo era reducida en un pequeño dulce y finalmente devorada por ese Demonio. Demigra rió con júbilo mientras alzaba los brazos.

—¡Por fin! ¡Por fin lo logré!—Anunciaba a lo alto expulsando algo de su enorme poder.

La escena le hizo hervir las venas por la ira, y sin pensarlo dos veces expulsa todo su poder como saiyan 3. El demonio apenas baja la vista para verlo pero sin dejar de sonreír.

—Anda... eres uno de los perros de la Kaioshin del tiempo. Su trabajo ahora ha terminado, este mundo y todos los universos me pertenecen, vete ahora que estoy de buen humor.

—¡Maldito, te haré devolver a TokiToki!—Trunks se había lanzado al ataque cuando unas siluetas se interponen en su camino.

—Este mundo y todo lo que contiene me pertenece, incluido sus habitantes...

Los patrulleros que había reclutado de diferentes eras estaban frente a él, ahora siendo envueltos en esa aura oscura y sonrisas maquiavélicas.

—¡Gaaahh!

Cuando los habitantes saltaron hacia él pudo evadirlos, noquear a varios de un solo golpe y conseguir un espacio para lanzarle una esfera de ki potente al demonio.

Demigra detuvo el ataque con una mano y sonrío.

—Veo que no eres una simple molestia, tienes el honor de ser el primero en probar este poder.

El demonio alza la mano y emana un aura que intensifica el poder de los poseídos, Trunks quién continuaba luchando se le dificultó devolver los golpes, y en poco tiempo se vio nuevamente rodeado por la multitud.

—¡No me subestimes!—Grita al tiempo en que golpea a otro controlado con el codo.

Demigra disfrutaba del espectáculo, hasta que un brillo aterrizó no muy lejos de él y sintió una presencia familiar acercarse a él.

—¡¿Pero qué has hecho?!—La Diosa miraba todo alarmada, viendo como el líder de los patrulleros estaba noqueando de uno en uno todos los soldados que a ambos tanto les costó reunir.

Xenoverse: La bruja CarmesíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora