Capítulo 18: Odio el control mental.

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—¡Ah es la bruja Carmesí!

—¡Wow! ¡¿Es verdad que peleaste contra el Dios de la Destrucción?!

—Pff no parece tan fuerte.

—¡No, No! ¡Yo la vi! ¡Aguantó horas luchando contra el Señor Bills!

—¡Hey! ¿Por qué dejaste el rojo? ¡Te quedaba genial!

¡Por la mierda! ¡Déjenme en paz! ¡Soy una mujer fría, distante y cool que no necesita nada y a nadie! Salvo la sonrisa de Trunks.

Montándome en mi báculo me escapé del tumulto de gente de variadas especies que me había rodeado, ya una no puede ni dar un simple paseo por allí sin que la acosen.

Desde aquella endemoniada prueba de Bills he estado llamando la atención innecesariamente, la gente no puede ni verme caminar por allí porque enseguida empieza a rodearme y a preguntarme un montón de cosas.

Sé que soy una genial e increíble heroína ¡Pero hoy no estoy de humor! ¡Han sido días más que difíciles! La endemoniada prueba de Bills me quitó lo único que me quedó de mis días felices, la capa roja de mi hermana.

Ese trozo de tela era algo más que un accesorio que me hacía lucir misteriosa, era la cosa más cercana a mi hermana mayor Perla, la mujer que me crió con todo su cariño y que, realmente, fue una madre para mí.

Y no me pondré a llorar ¿Ok? A la leche derramada no vale la pena llorarle. Los objetos son efímeros como todo en la vida, así que más o menos lo intento sobrellevar como la adulta madura y genial que soy.

Pero eso no quita que esté un poquito depre por ello, quizás deba buscar otra igual...

Entonces vi bailar un árbol, salirle grietas a un local, todos debajo de mi subir y bajar.... Espera ¿Un terremoto? El mundo de TokiToki estaba temblando...

Vaya, no sabía que aquí también sucedía catástrofes naturales...

En un planeta minúsculo...

Con atmosfera hecha a base de magia...

Creada y vigilada por una Diosa loli gruñona...

Justo en el momento en que un Dios Demonio nos amenaza...

...

Ah, esto es de todo menos natural ¿Cierto?

Con prisa volé sobre mi bastón y me dirigí a la cámara del tiempo, los robots patrulleros estaban demasiados ocupados reparando destrozos como para notarme volando por allí. Rápidamente pasé un portal y llegué al espacio del nido del tiempo.

El temblor había cesado, más sin embargo podía percibir ajetreo en el interior de la cámara.

Encontré a Trunks junto a la linda Kaioshin, ambos con expresiones tensas en sus rostros, en cuanto escucharon mis pisadas voltearon a verme sin quitar ese gesto preocupado.

—Ima ya lo estás sospechando ¿Cierto?—Empezó Trunks antes de que la Deidad continuara.

—Demigra escapó por fin de la grieta temporal...—Como si no fuera suficiente con la mala noticia hubo otro temblor que sacudió toda la sala—ya está haciendo sus ataques. Trunks te encargo a TokiToki, corrijan la historia tan pronto como puedan—la deidad salió corriendo por las escaleras.

—¡¿A dónde va?!

—¡A hacer lo que nadie más puede!

Con eso dicho la Diosa desapareció de nuestra vista subiendo las escaleras, Trunks y yo quedamos solos.

Veo su seño fruncido y su mirada endurecida mientras regresa a la mesa en medio de la salda, lo observo buscar entre los pergaminos con diligencia...

Uff que bien se ve, incluso si el universo se está yendo a la mierda el luce más guapo que nunca...

Xenoverse: La bruja CarmesíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora