DANGANRONPA: Un vistazo al multiverso

Prólogo: Encuentro cercano con una entidad multiversal

El sonido de la alarma del reloj digital inundaba la habitación, ese diabólico ser cumplía su cometido como era de costumbre: el de despertar al joven que se encontraba en cama.

Con poca fuerza en su cuerpo producto del sueño y la pereza, un joven de cabellera marrón abría lentamente los parpados. Intentaba mover su cuerpo para deshacerse de aquel demonio ruidoso, intentaba salir de las sabanas con muy poco esfuerzo, aunque todo eso cambió de un momento a otro.

???: Rayos, que sue... ¡Demonios es tarde!

El joven al ver la hora, palideció bastante, no solo por la hora, sino porque recibiría una larga reprimenda por parte de uno de sus compañeros.

Saltó rápidamente de la cama y corrió a lavarse los dientes. Pensaba si ducharse o no mientras se cepillaba, pero recordó que antes de ir a dormir lo había hecho. Tuvo suerte, lo cual le beneficiaba.

Corrió a su armario (cortesía de cierto tipo rico) y buscó su usual outfit por el cual era bastante reconocido, sus usuales jeans negros, una sudadera verde con capucha, una chaqueta negra abierta con botones dorados y zapatos rojos con punta blanca, con un pin en forma de estrella de cuatro puntas sobre una luna creciente en una de las solapa de su chaqueta..

A pesar de tener mucha más ropa (cortesía de cierta gótica, cierta adicta a las donas y cierta princesa extranjera), con esta se sentía mucho más cómoda.

Rápidamente se desvistió revelando su delgado cuerpo tonificado (cortesía de cierta soldado, gimnasta, entrenador y luchadora), no al extremo como cierta amiga luchadora, pero no dejaba nada que desear, un balance perfecto en musculatura y fuerza. Al mirarse al espejo no pudo evitar sentirse más nostálgico por estos dos años.

Recordaba su travesía en la academia con sus extravagantes compañeros, pero hace 6 meses había recibido más compañeros, más específicamente, kouhais, pertenecientes a la clase que le sigue a la suya, la clase 79.

Fue un momento fugaz en su mente, antes de volver a la realidad a seguirse preparando, después de todo: "Cualquier distracción puede resultar en algo fatal" (cortesía de la soldado y detective)

Preparó su mochila con sus libros y cuadernos, y rezó de que no se encontrara con alguien en específico. Por que hoy, el joven rompería uno de los tabú que más detestaba su compañero: CORRER EN LOS PASILLOS...

O al menos eso pensaba hacer. Simplemente no tenía ganas de oír su gran discurso de porqué no tenía que correr en los pasillos, que era un crimen inaudito, etc, etc. Así que solo fue a paso rápido.

No le tomó un par de minutos hasta llegar a su correspondiente salón de clases, le hubiera gustado al menos saludar a sus compañeros pero no los encontró en ninguna parte, lo cual le resultó extraño. Al llegar al salón...

Kirigiri: Vaya, no esperaba encontrarte aquí tan temprano Naegi-kun... - dijo una chica de tez pálida y cabellos color lavanda -

Su nombre es Naegi Makoto, quien había entrado a la academia por un sorteo para elegir al Estudiante Suertudo Definitivo.

Naegi: Ah, Kirigiri-san. Buenos días. No esperaba encontrarte tan temprano...

Kirigiri Kyouko, la Estudiante Detective Definitiva e hija del director de la academia. Una de sus amigos más cercanos de toda la clase, lo estaba esperando en el salón

Su outfit consta de una blusa de manga larga con cremallera y corbato marrón, una falda corta negra, botas negras de tacó hasta la rodilla y calcetines lilas claros que también, llegaban a las rodillas. Su blazer morado oscuro se encontraba colgado en el respaldar de su pupitre, lo cual únicamente hacía cuando tenía la certeza de que se encontraría con él.