Rosa marchita ✔

Chaper 1

|Fugitiva|

Al abrir mis ojos veía un techo, mi cuerpo estaba cubierto por colchas para taparme del frío. Toco mi ojo derecho y al parecer estaba curado.

Miraba a través de la ventana y la nieve caía sin cesar, apesar de que las ventanas de la habitación estaban cerradas, el frío abundaba en ella. Me levanté de la cama, con cada paso que daba hacia rechinar el suelo de madera.

Cuando llegué a la puerta pude ver una niña de cabello castaño que estaba abrigada por el frío y ahí estaba uno de los caballeros de la integridad; Eldrie síntesis thirty one. Eldrie me ve y se levanta de la silla en donde estaba sentado.

—Maestra Alice.

—Eldrie, ¿qué es lo que está pasando?.

En ello aquella niña de cabello castaño se hunde sus ojos de lágrimas y sale disparada hacia a mí.

—Hermana...

Hermana... Eso significa que ella era Selka, Kirito me había hablando de ella y ahora por fin estoy con mi pequeña hermana, apesar de que mis recuerdos hayan sido arrebatados y no recordar los momentos en los que estube con ella, siento nostalgia al abrazarla.

—Selka...

—Alice, ¿me recuerdas?.

Meneo la cabeza.

—Kirito me habló de tí.

En ese momento en el que mencioné a Kirito, ella baja la cabeza. Mi vista va nuevamente a Eldrie.

—¿Qué es lo que está pasando Eldrie? ¿Cúanto tiempo estube inconciente?.

—No mucho, cómo dos horas. En cuanto a lo que está pasando, no tengo la menor idea.

—¿No sabés que es lo que trajo esta nieve?.

Él menea la cabeza.

—Lo único que sé es que por culpa de la nieve nos quedaremos sin cultivo.

—¿Qué dices?.

—Sí. La nieve cada vez es más fría a este paso recurriremos a la caza constante. Bueno con eso me retiro, trataré de averiguar lo que pasa.

—Yo voy.

—Es mejor que descanse, maestra Alice.

—Eldrie... ¿Puedes intentar localizar a Kirito?.

—¿Kirito? ¿A ese rebelde?.

—Sí.

—De acuerdo.

—También a su compañero Eugeo.

—Ohhh, el güerito. Sí.

Y con ello se retira. Me quedo con Selka.

—Espero y Eugeo y Kirito estén bien—ella se mostraba preocupada.

—Sí.

Hace frío.

Selka va por dos tasas de café y me ofrece una, soy pequeños sorbos del café; con ello podía entrar un poco en calor. Miro a la ventana la nieve nuevamente.

Algo está pasando y de eso es seguro, porque no estamos en invierno, algo debió ocacionar está nieve, ¿pero qué?.

—Alice, ¿recuerdas en invierno cuando saliamos a jugar?.

—No. No puedo recordar nada.

—Oh, entiendo.

—Pero porfavor cuentame, quiero saber más sobre Alice Schuberg.