CUATRO

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Algunas cosas habían cambiado desde que Ni-ki estuvo en casa de las hermanas Lee

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Algunas cosas habían cambiado desde que Ni-ki estuvo en casa de las hermanas Lee. Por ejemplo, Rena ahora también lo notaba cuando estaban en el mismo lugar y le sonreía en respuesta cuando él también lo hacía. Incluso, cuando se encontraban "por casualidad" en la biblioteca, Rena se sentaba a su lado y ambos tenían una sesión de lectura por un largo tiempo.

Ni-ki se había aprendido su horario y rutina a la perfección. Sabía exactamente a qué hora, en qué lugar y qué día ella estaría cerca, era por eso que ahora se veían más de lo normal... Y bueno, también le alegraba un poco que aquel chico, Huening Kai no estuviera cerca de ella últimamente.

Era la segunda vez que rechazaba una llamada en los quince minutos desde que se habían reunido a estudiar francés en la biblioteca. Aunque Ni-ki ya sabía que era Kai quien le llamaba, pues había visto disimuladamente su nombre en la pantalla, no quería preguntar sobre ello por el simple hecho de que la chica no parecía estar cómoda por la insistencia de su novio en ese momento.

Cuando el teléfono volvió a sonar, prefirió apagarlo, para después, cubrirse el rostro con ambas manos mientras bufaba frustrada. Algo no andaba bien... Y Ni-ki quería saber si eso era una buena señal para él. Pues, todo indicaba parecer que, el gran Huening Kai le estaba facilitando muchas cosas en ese momento.

—¿Está todo bien? —preguntó, con ese tono pretensioso de inocencia que solamente usaba cuando estaba con ella.

—Si, no te preocupes.

—Es que luces un poco triste, Rennie.

La chica alzó sus cejas con algo de sorpresa ante el apodo por el que Riki le había llamado, aunque después sonrió con ternura, él realmente le parecía muy adorable... Aunque Ni-ki realmente fuese todo lo contrario.

—Es solo que, bueno, Kai y yo terminamos. Son cosas que pasan pero me ha afectado un poco...

Bingo. Realmente habían terminado. A pesar de que quiso reír, saltar, gritar y celebrar en ese momento, tan solo se limitó a fingir su mejor cara de preocupación y tristeza.

—Lo siento...

—No te preocupes. Solo promete que tú no serás un idiota y serás sincero con tus sentimientos.

Era muy fácil engañar a Rena, le sorprendía mucho que fuese tan ingenua aveces. Pero eso era mejor para él.

—Lo prometo.

Esa fue su oportunidad de finalmente, llevar su plan maestro acabo para que Rena no quisiera estar con nadie más que no fuera él.

Y lo había conseguido...

𝐏𝐒𝐘𝐂𝐇𝐎 | Nishimura Riki ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora