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Capítulo 8 \"Solo un día me basta, para conocerte mejor"/

Varias semanas han pasado, los papeles de Aiden todos y cada uno de ellos han sido confirmados y arreglados, Aiden era bueno en inglés, su mamá cuando era pequeño lo llevo a un curso de ingles, así que esperaba entender a cada persona que se comunicará con él en ese idioma, el problema es que sabía que no todo iba a ser en inglés el tenía que aprender y adaptarse al idioma japonés.

Ya no quedaba mucho para que entrara al colegio, y por eso mismo él tenía que tomar un vuelo 3 días antes de que empezará el ciclo escolar, así que tomo el primer vuelo de Madrid a Japón pero antes de eso se tenía que despedir de sus tíos. —Gracias por ayudarme en esto del intercambio tía Julieta, y gracias a usted también tío Alberto— anuncio Aiden con mucho agradecimiento junto a una enorme sonrisa.

—No tienes nada que agradecer mijo, esto es lo que quieres y te apoyaremos si podemos— dijo su tía con la voz quebrada.

—Los quiero mucho tíos, en serio muchas gracias— anuncio Aiden mientras saltaba a los brazos de los dos, dándoles un fuerte abrazo, su tía Julieta no pudo contener más las lágrimas y comenzó a llorar, porque a pesar de que pasaron tan solo algunas semanas, ellos de verdad se encariñaron mucho con su sobrino.

>>me tengo que ir, les llamaré cuando llegue— dice Aiden mientras toma sus cosas y poco a poco se aleja de la vista de sus tíos, hasta entrar por ese largo pasillo el cual le recordaba a aquella vez que partió de México, desde la lejanía alcanzo a escuchar;

—¡¡TE QUEREMOS AIDEN!!— gritaba su tía con todas las fuerzas posibles para que llegara su grito a oídos de Aiden.

Ya no le dio tiempo a voltear a darles un último vistazo ya que la puerta del andén cerro, y así caminando por aquel pasillo largo nuevamente como llego, se volvía a ir. Pero esta vez, a un destino el cual él había elegido y tenía fe en que aún lo mejor estaba por venir y con esa mentalidad, partió. Un vuelo para nada corto pero super aburrido.

Aiden se quedó sin cosas que hacer después de la segunda hora de vuelo, así que decidió sacar uno de los cuadernos que llevaba empacados, saco un lápiz y dejo correr el grafito sobre su hoja, no era tan buen dibujante pero le encantaba dibujar y la satisfacción de hacerlo nadie se la iba a quitar, estuvo dibujando un gran rato del vuelo, hasta que su inspiración fue cortada por la vibración de su bolsillo del pantalón. Luz le había enviado un mensaje por WhatsApp y Aiden no tardo nada en contestar.
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Luz: Hola.

Aiden: Hola, ¿no se te había descompuesto el celular?.

Luz: ¿Eso es lo primero que me preguntas, después de no escribirte desde hace un mes?.

Aiden: Es que, ¿me preguntaba desde hace cuando tenías ya celular?.

Luz: Hem... Desde hoy... Sino te hubiera escrito antes.

Aiden: Ok, y ¿Cómo estás?, ¿Me extrañas?, Porque créeme que desde que me fui, te he extrañado todos los días que he estado acá.

Luz: Si... es algo complicado... ¿Y tú has conseguido nuevos amigos?.

Aiden: Te contaré, es una larga historia así que ponte cómoda jajajajaja.
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Estuvieron hablando por horas, el tiempo parecía congelado, estuvieron la mitad del vuelo conversando por Whatsapp, sin noción del tiempo ni del lugar en el que estaban, la otra parte del vuelo Aiden se la paso dibujando y durmiendo, el vuelo paso como el viento fuera del avión.

A pesar de que era un vuelo de 15 horas, ya se encontraba a 20 minutos de aterrizar en Japón, y Aiden estaba emocionado de poder conocer un país nuevo, y no solo eso, también vivir en el.