Capítulo 3 \"Porque la vida sigue su camino, como las nubes en el cielo"/

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Una mañana lúgubre, apenas se podía ver el sol entre las nubes que cubrían el cielo, no eran nubes que anunciaban lluvia, a Aiden le encantan los días lluviosos, Aiden se levantaba con el ruido menos agradable que el podía escuchar, que era el de su madre gritándole que despertara por que sino se le haría tarde.

Aiden sin más remedio que pararse, se levantó de la cama agarro su celular y se puso el mejor atuendo qué tenía en su armario, esas prendas solo se las había puesto una vez, para ir a la boda de su tía la cuál fue en España, era lo único que tenía de España y quería empezar con ese atuendo su nueva aventura, no sabia si le vendría bien un cambio de ambiente, pero era totalmente inevitable.

—¡¡Aiden apúrate ya son las 9!!— grito su madre desde el pasillo.

—voy madre me estoy arreglando— respondió en un tono bajo para no despertar a sus hermanos, de su casa al aeropuerto se hacía una hora, Asi que por eso su mamá estaba apurando a Aiden tan temprano, también porque ella sería la encargada de llevarlo, pidió unas horas libres en su trabajo para ir a dejar a su hijo al aeropuerto.

Aiden después de vestirse, saco su maleta del clóset, y después le dio un beso en la frente a su hermanita, que apesar de los gritos de su madre, aún no se había despertado, —Adios Sandra cuida de mi cama mientras no estoy— susurro mientras tapaba por completo a su hermana. Saliendo de su cuarto se encontraba el cuarto de Tachi, el cual era el único de ellos tres qué tenía cuarto propio, ya que en el momento de elegir cuarto solo estaban ellos dos, al nacer su hermana Aiden no dudo y ofreció su cuarto para compartirlo junto a ella, y Tachi obviamente no tenia ninguna objeción a su decisión.

Al salir Tachi se encontraba en la puerta de su cuarto, Aiden se sorprendió al verlo ahí y antes de que Aiden dijera cualquier cosa, su hermano le dio un abrazo, —Hermano, te voy a extrañar... Cuídate mucho por favor—  anuncio Tachi mientras rodeaba sus brazos en un profundo abrazo con su hermano, Aiden pocas veces había recibido un abrazo de su hermano, pero ese se sentía a despedida total. Cómo si nunca fueran a volver a verse, o no igual...

—también te extrañare hermano— dijo Aiden mientras tomaba su maleta y la rodaba por esos suelos de su casa hacia la salida, tantas cosas que había vivido en esa casa, de verdad le entraba nostalgia el saber que durante un tiempo no determinado ya no dormiría ahí, solo le quedaba pensar que pronto volvería.

Resuena desde fuera de su casa —Estas llendo muy lento Aiden, ¡¡apúrate se te irá el avión!!—, Aiden le dio un último vistazo a su casa, y salió de ella con desición, con ganas de empezar algo nuevo, con esperanzas de que todo fuera mejor de ahora en adelante.

Subió el equipaje a la cajuela del auto de su madre, e inmediatamente se subió al coche en la parte de atrás de este. Todo iba muy normal y estaba pasando todo muy rápido, sentía que en cualquier momento parpadearia y se encontraría en España. Ya estaba de camino hacia el aeropuerto, pero aún le faltaba algo. 

Faltaba que su amada estuviera en el lugar acordado para poder despedirse de ella, para poder sentirla una última vez y irse feliz.

—¿Qué tienes?, ¿Te sientes bien?— pregunto su madre por que logro ver su cara desde el retrovisor.

—hum... Nada— respondió lo primero que se le vino a la mente, le parecía raro que su madre le hiciera tal pregunta.

—te veo con una cara baja— anuncio su madre mientras recuperaba su vista en el camino.

—pues, estoy pensativo, ¿De verdad será está una desición para bien?— pregunto Aiden, sabiendo la respuesta en su mente.

—claro que si hijo, mira se que en este momento puede que no estés creyendo que es una buena idea, pero vas a ver qué conforme pase el tiempo me agradecerás— anuncio su madre con el mismo tono decidido que la caracterizaba, y que claramente era para recalcar que no podía cambiar su parecer. Aiden no hizo nada más que callar, no creía que fuera buena idea el replicarle a su madre, ni tampoco sabía que más decir que no fuera un, "No lo creo".

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