Secreto del profesor Min | YoonSeok

dos.

El rubio corría como si alguien lo estuviese persiguiendo. Corría tan rápido que sentía que en cualquier momento sus piernas perderían la fuerza y caería al suelo. Frenó bruscamente cuando encontró a sus amigos haciendo fila para tomar sus almuerzos.

Llegando con ellos apoyo sus manos sobre sus rodillas respirando con dificultad, las palabras ni siquiera salían por la falta de aire. Jungkook se burló de ello.

—¿De... que... te... ríes?— Jadeó mirándolo algo molesto. Soltó un suspiro largo logrando recuperar el aliento.

—¿Acaso el coordinador volvió a perseguirte?— Taehyung captó lo que había dicho el menor soltando una carcajada —. Maldición, hubiera pagado por ver eso otra vez.

—¿Ahora que quería tu papá?— Ambos rieron descaradamente. Jimin rodó los ojos tratando de no lanzarse contra de ellos.

—Ya, par de pendejos, luego se llevan y no se aguantan. Por eso no venía, les tengo chisme.

—Pues suéltalo ya— Musitó Jungkook inquieto.

—Es verdad. El cuatro ojos si tiene una relación con el sonrisitas— Taehyung abrió sus ojos con mucha sorpresa mientras abría de igual forma su boca. Jungkook no entendía nada.

—Júralo. Jimin, no juegues con eso porque yo aposté.

—Yo los escuché como él le decía cosas bonitas y hasta le hizo el almuerzo. Ahora deben estar comiendo y besándose.

—No creo que tengan una relación— Tanto Jimin como Taehyung le dedicaron una mirada de confusión— Ellos ni siquiera se han topado en algún pasillo. Son simples rumores

—¿De qué estás hablando, Jeon?— pregunta Jimin

—Del rumor del profesor Namjoon y el profesor Seokjin— El pelinegro se palmeó la frente.

—Ay Jungkook, eres un chamaco por eso no sabes nada. Hablamos del Profesor Min con el de biología, sonsonete.

Los presentes al escuchar dichos apellidos se fueron acercando con disimulo. Ahora ya no eran sólo tres personas sino ahora eran ocho. Todos querían saber que había sucedido.

—Estoy hablando de que Min, el cuatro ojos, le dijo un apodo todo cursi a Jung, el sonrisitas— retomó Jimin.

—Pero, ¿cómo es posible que Min diga algo cursi? ese tipo tal vez ni alma tenga.— argumentó Hyunjin.

—Pues déjame decirte mi querido amigo chismoso que estás tan equivocado, si la tiene y al parecer solo existe para su novio, Jung.

Era tan sorprendente el simplemente hecho de que Yoongi haya dicho algo lindo, era casi imposible que eso sucediera. Tenían que verlo con sus propios ojos para creer lo que Jimin estaba diciendo.

Por otro lado, Yoongi se sentía tan completo. Era difícil el describir cada sentimiento que le producía estar cerca de Hoseok. Pero algo bueno, tan bonito.

¿Sentía algo más que una amistad? probablemente.

Se sentía seguro estar cerca de él. Era realmente increíble la forma en que su estado de ánimo cambiaba cuando esta junto a él.

¿Se enamoró de su mejor amigo? Lamentablemente sí.

Pero no era malo sentir eso por Hoseok, es más, deseaba infinitamente que despertar a su lado y poder besarlo cuanto se le antoje, escuchar la risa melódica del castaño cada vez que le diga algo tan tonto. Lo que más le aterraba era el simple hecho de que este no sea correspondido, y así perder su hermosa amistad por un estúpido sentimiento. Se sentía ahogado, ansioso, triste.

No quería perderlo. Tenía que matar como a de lugar sus sentimientos hacia a él.

De nuevo su mal humor se instalo en su cuerpo, la necesidad de quererlo tener en sus brazos era demasiado fuerte que su pecho quemaba. Notarlo despreocupado hablando frente a sus alumnos, aquella sonrisa que se instalaba en su rostro le hacia sentir mareado, la forma en que se movía de un lado a otro, como recargaba su espalda sobre el pizarrón con relajación. Su corazón reclamaba a gritos que entrará al aula y se lanzará a besarlo, importandole poco que alumnos lo estuviesen mirando, por otro lado, su mente le exigía que se retirará antes que sucediera algo que pudiese arrepentirse después. Sus piernas no respondían, su cuerpo temblaba como si realmente haría lo que su corazón le estaba ordenando. Seguía parado frente a la ventana, como un psicopata observando a su próxima víctima.

Sería mejor comenzar a hacer realidad uno de los rumores que se decía en esta preparatoria. Tenía que borrar dos cosas en esta situacion.

Como si saliera de aquel transe y haber apagado completamente su mente y corazón, caminó como si fuese una maquina directamente a la sala de profesores. Ahí estaba ella, su hermoso cabello negro que caía elegantamente sobre su fina espalda, su precioso rostro concentrado mientras anotaba algo sobre una libreta, relamía sus labios ligeramente rojos. Se acerco a ella despacio para no asustarla, no sabia exactamente que era lo que estaba haciendo pero se suponía que era algo que solucionaría sus problemas.

—¿Quieres salir conmigo después de clases?— dejó salir sin mucho rodeo, la profesora que impartía inglés lo miró sonriente y la vez confundida.

—¿Me lo esta pidiendo en serio, profesor Min?— preguntó con un tono juguetón.

«No me causa ningún cosquilleo cada vez que sonríe. No siento emoción cuando habla.»

—Claro. Cuando termine tu clase y el mío iré a recogerte a tu salón para ir por un café, tal vez— ella asintió.

Salió del lugar algo incómodo. Que malas decisiones comenzaba a tomar.

—Señor Park, necesito que venga un momento— Jimin se levantó de su asiento sin decir ninguna palabra. Estando enfrente del escritorio noto algo muy raro en el profesor, sus ojos estaban rojos como si hubiese llorado—. Necesito que me entregue su libreta con todos los trabajos para el día viernes. No más tarde, debo entregar su calificación a oficinas para deba cerrar el semestre y falta el suyo.

—¿El vi-viernes?

—¿Acaso estoy hablando en otro idioma?— definitivamente había algo más que solo enojo, sabía que él usaba un tono de voz dura, sin embargo, este era uno totalmente diferente—, el viernes y es la última oportunidad que te doy.

—Sí, profesor— este se volvió a su asiento maldiciendo en voz baja.

¿Cómo se le ocurría pedirle que le entregara una libreta que ni había empezado hacer el día viernes en pleno miércoles?

Los nervios y la ansiedad apoderaron a Jimin, tenía que apresurarse sino estaría frito. Este no iba hacer su año, eso estaba seguro.