siete.

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Min revisaba los últimos trabajos del día de hoy, aún le quedaba una clase para concluir su labor, así que decidió invertir su tiempo calificando en lo que su hora llegará

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Min revisaba los últimos trabajos del día de hoy, aún le quedaba una clase para concluir su labor, así que decidió invertir su tiempo calificando en lo que su hora llegará. La sala de profesores estaba vacía a excepción de él y de... Hoseok. La mirada de Min se levantó en segundos al notar la presencia de alguien entrando y al notar que era Hoseok sintió una adrenalina corriéndole por todo el cuerpo. El corazón le latía muy desenfrenado, sus manos sudaban y un leve sonrojo llegó a sus mejillas.

—Creí que no había nadie aquí, vuelvo más tarde— se dio la vuelta para retirarse pero la voz de Min lo detuvo.

—Necesitamos hablar— este se levantó de su asiento caminando despacio. Hoseok suspiró.

—No hay nada que tengamos que hablar. Te he dicho que nos diéramos un tiempo...

—¿Por qué actúas de esta manera?— interrumpió acercándose aún más, el más joven se tensó—. Actúas como... como... si tú fueras el afectado y yo fuera quien publicó las capturas.

—Aquí la pregunta es, ¿por qué no me lo dijiste? ¿por qué exactamente tenías que publicarlo en una red social, y más en Twitter?

Yoongi soltó un suspiro cerrando los ojos tocando el puente de su nariz.

—No es tan fácil como crees que es. Ponte en mi lugar por un momento. Creí que si lo publicara ahí no pasaría nada. Hoseok, no tengo un amigo a quien pueda confiarle abiertamente lo que siento por ti, solo a ti, y no podía decírtelo a la ligera— humedeció sus labios, trato de hablar lo mejor posible estaba a punto de romper en llanto—... Siento muchas cosas por ti.

—Eres un completo mentiroso. Estás saliendo con Sun, maldita sea. Deja de mentir por una vez en tu vida— retrocedió sintiéndose muy nervioso, ligeramente sus manos comenzaron a temblar. ¿qué le estaba sucediendo?

—Estoy siendo muy sincero, ni siquiera salgo con ella...

—Te vi llegar con ella esta mañana, también salir y al parecer la llevas a tu departamento. No sientes algo por mí... Si realmente sintieras algo no jugarías de esta manera. Aléjate de mí.

Finalizó saliendo del la sala de profesores. Yoongi gritó de frustración golpeando con su puño una de las mesas. Maldijo tantas veces que su voz le permitió y le valía si alguien lo llegara a escuchar. Odiaba todo esto, odiaba cada maldito segundo lo que estaba pasando.

Pasó el plumón para dar sus últimos detalles, jamás se concentró tanto en ningún trabajo como lo estaba con este

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Pasó el plumón para dar sus últimos detalles, jamás se concentró tanto en ningún trabajo como lo estaba con este. Era la mejor idea, lo sabía muy bien. Retrocedió unos pasos para observar su obra de arte, con mucho orgullo sonrió amplio y siguió. Tenía que salir perfecto.

La voz de Jungkook no lo detuvo sino que al contrario, lo ignoró.

—Mimi, te estoy hablando, te he estado bus...— no terminó la oración al notar lo que estaba haciendo Jimin. Juraría que la mandíbula se iba a caer, sus ojos estaban muy abiertos —¿Qué... hiciste?

—¿No es obvio? me pediste una solución, pues aquí está— extendió sus brazos mostrándolo con una gran sonrisa en su rostro.

Por un momento no podía sacar ninguna al respecto. No sabía como podía ocurrirle tal cosa. En el pizarrón estaba escrito en letras muy grandes «Te amo culon, no quiero perderte. Perdóname. Att: Yoongi» en letras mayúsculas con varios corazones al rededor.

—Ese tipo de solución no, baboso. Te estaba dando una indirecta de que le dijeras la verdad al profesor— dijo casi en un grito, el rubio lo miró con el ceño fruncido.

—No, no, ¿cómo puedes pedirme algo así? mejor pídeme que te reviva a Valentín Elizalde pero no entregar mi cabeza. Me rehuso.

—Mejor cállate. Te ayudaré a quitar esto antes de que venga el profesor Jung.

Jungkook busco con la mirada algún papel. Encontró uno, lo hizo bolita y pasó por el pizarrón, al notar que el escrito no se borraba comenzó a sentir pánico. Miro al rubio con algo de enojo y este simplemente sonrió nervioso.

—Olvide decirte que no se va a poder. Use los plumones permanentes de mi hermana.

—¡Puta madre contigo, Jimin! ¡En cualquier momento el profesor llegará!— busco un bote de agua en su mochila, no había nada.

El pánico iba más en aumento cuando escucharon algunos pasos aproximarse. El profesor Jung llegó. Miro con confusión al notar como ambos alumnos ocultaban con las sudaderas el pizarrón. La mirada muy atenta en ellos que ni siquiera se movieron. Sonrió.

—¿Qué pasó? ¿por qué están así?

—Nada, profe. Solo estamos... Protegiendo el pizarrón— argumentó Jungkook con voz temblorosa.

—Tiene frío— Jungkook le dio un golpe en la espinilla— ¡pendejo!

—Jimin, ese vocabulario. Necesito que se quiten de ahí la clase esta por iniciar.

Algunos comenzaron a entrar. El profesor impaciente forcejeo para quitar a los dos quien seguían muy pegados como si le hubieran puesto pegamento. Casi lloraron cuando logro quitarlos. La mandíbula del profesor casi caía al piso cuando leyó cada palabra, eso definitivamente debe haber sido una broma, una maldita y jodida broma. Se sonrojó, de inmediato se quitó la chaqueta café que llevaba puesta y desabotonó dos botones de su camisa, su rostro lo sentía caliente por la vergüenza y su cuerpo reaccionó de la misma manera. Maldita sea.

Todos al entrar observaron las palabras puestas en el gran pizarrón y comenzando a hacer un tipo de ruido de emoción sonrojándolo aún más. Min Yoongi se las iba a pagar. Trato de calmarse y calmar a sus alumnos sin sonar nada grosero, pero su comportamiento nervioso y su rostro totalmente rojizo no lo ayudaba en nada. Miro a los dos chicos, quienes tenían la mirada baja jugando con sus dedos.

—Díganle a Min, que si sigue con sus juegos tendremos muchos problemas— susurró para que solamente ellos escucharan.

—Pero es romántico. No niegue que le gustó— Jungkook le dio un golpe a Jimin para que se callara y este solo lo miro mal.

—Basta, no, es vergonzoso y fuera de lugar a cómo se dirige a mi persona.

—Sino lo perdona dice que se va a suicidar— Jimin hablo tan rápido, nuevamente Jungkook tapó su boca.

—¿Qué?

—Nada, profesor, está todo tonto no le haga caso. Iremos por alcohol para quitar eso—

Sin decir más el más joven tomó de la mano al rubio saliendo casi corriendo del aula, este seguía regañándolo. Teniendo ya el alcohol en sus manos y papel higiénico llegaron a quitar las palabras. Jimin y Jungkook se salvaron de un reporte.

Dejando el alcohol a su respectivo dueño no regresaron al salón sino se habían saltado la clase. Jimin tuvo otra idea y sabía que esta no iba a fallar.

Secreto del profesor Min | YoonSeokDonde viven las historias. Descúbrelo ahora