Café y dangos

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Obito ya había arropado a Hiro y su hermana, quienes nuevamente dormirían en su casa. La vida nocturna de la aldea le permitía dar un paseo sin andar demasiado solo. Esa noche tenía una "cita" con la chica a quien le debía demasiadas respuestas.

Estaba nervioso, ella era preciosa, a veces sentía ganas de rendirse y ser solo su amigo. Pero se llenaba de valor, cuando los celos por ver a la pelirrosa rodeada de pretendientes, lo invadían. Ya había rechazado a dos miembros valiosos de su clan y no se le conocía ningún novio, e imaginaba ser el bastardo con suerte que lograra obtener su corazón.

Llegó a la cafetería donde acordaron verse y al no ver gente conocida dentro, tomó una mesa y esperó a la chica. Sabía que era alumna de Kakashi, esperaba que llegar tarde no fuera un hábito de ella.

-¡Obito! Llegaste antes... ¿Ya has pedido algo?-

-Aun no, tranquila... Por cierto, te ves hermosa esta noche.-

-¡Oh, gracias!-

La chica se ruborizo por el cumplido, a inconscientemente pasó un mechón de cabello detras de su oreja. Obito la miraba embobado. Un mesero se acercó a su mesa y después de que ambos ordenaran, reinó el silencio.

Una vez su pedido llegó y el mesero se alejó, Sakura tomó la palabra...

-¿Porque dejaste Akatsuki, Obito? Eras el lider y todos en la organización te respetan.-

-Esto no era lo que yo deseaba ser, se que yo fundé la organización, pero luego de un tiempo no me sentía bien al mirarme al espejo. Ahora que soy sensei me siento mejor, además estoy cerca de mi familia.-

-Eres un gran hombre, Obito... Salvaste a la aldea y a tu familia de un futuro sangriento. Apuesto a que Rin estaría orgullosa de ti.-

-Eso creo... ¿Sabes? Rin era ninja medico, obviamente no tan buena como tu, pero nos ayudaba mucho y admiraba mucho a Tsunade, apuesto que se hubieran llevado muy bien.-

-¿Todavía la amas, cierto?-

-Le tengo un gran cariño, ella creía en mi cuando me sentía frustrado como shinobi. Le debo mucho, eso si, pero aprendí que debo seguir con mi vida para que ella descase en paz.-

-Eso es muy dulce, Obito. Ella es una mujer afortunada por recibir todo tu afecto.-

Ella tenía un brillo particular en sus ojos al mirarle, sus mejilla estaban sonrojadas y sentía la cara caliente. No era tonta, Obito era muy guapo, pero por la edad no esperaba que él sintiera algo romántico hacia ella.

Al terminar su consumo salieron del restaurante, admiraban las estrellas y el silencio era cómodo entre los dos, no hubo confesiones, pero las dudas de Sakura habían sido aclardas.

De repente habían llegado a la casa del Uchiha, suponía que estaba solo, por lo que quizo retirarse, pero un grito a lo lejos los alertó a ambos.

-Sensei... Perdón es que mi hermanita tiene fiebre y le duele el estómago. No se que hacer tengo miedo.-

El pequeño estaba desesperado, su hermana había enfermado de repente y estaban solos, no sabía a quien acudir, pero al atenderla se dio cuenta de que la fiebre no cedía.

-Tranquilo, pequeño... Yo soy ninja médico, ¿me dejas revisar a tu hermana?-

El niño le cedio el paso a la habitación, y al mirar a la niña, se dio cuenta que el malestar era propio de su chakra...

-¿A que clan pertenecen ustedes?-

-Al clan Umiko, mi padre era Rui Umiko y mi madre era ninja hija de civiles.-

-Entiendo... ¿Tu padre era de la aldea de la luna cierto?-

-Si, pero... ¿Como lo sabe?-

-Tengo mis contactos... Ahora, supongo que el les dejó algún amuleto o dije especial, ¿cierto?-

-Si, dijo que lo usaramos cuando fuera el momento adecuado...-

Obito solo observaba ese intercambio, conocía las habilidades de Sakura, pero el que hiciera demasiadas preguntas solo tenía una razón, ella ya tenía un diagnóstico.

Hiro entregó el dije a Sakura, una luna dorada con tres pequeños diamantes incrustados...

-Hiro, pon un poco de chakra en el dije por favor, cariño... Solo un poco, quiero comprobar algo.-

Al pequeño obedeció y al hacer lo que le pidieron, los diamantes soltaron una especie de polvo brillante, similar al de las estrellas, lo junto en una taza con una infusión de hierbas y le dieron de beber a la niña.

A los pocos minutos, la fiebre cedía y la niña descansaba mejor...

-Estará así hasta mañana, te recomiendo vigilarla y en caso de emergencia llevala al hospital. Pregunta por la doctora Haruno, y yo con gusto te atenderé, ¿de acuerdo?-

Hiro sintió el alivio en sus hombros, tanto que en un impulso abrazo a Sakura y lloró hasta dormirse. Situación que enternecio a la chica.

-Gracias por lo que hiciste, Sakura. De haber sido yo, esto sería un caos.-

-La niña necesita que la vigilen, excusa la falta de tu alumno para que se quede con ella, al cabo eres su maestro, no creo aue haya problema.-

-Lo haré, pero como supiste que ellos son de la aldea de la luna...-

-Tiempo atrás yo tuve una relación con el hijo del lider de esas tierras, al final quedamos en buenos términos, pero conocí muchas cosas de su gente y su chakra particular.-

Obito sintió esa espina de celos, el que haya sido novia de un noble solo hacía que ella elevara las expectativas. Se sintió inútil, inferior. Es cierto que era de los Uchiha mas fuertes que haya tenido su clan pero no era de la linea patriarcal como sus primos Shisui, Itachi y Sasuke; por lo que solo era alguien secundario.

Agradeció a Sakura por la salida y las molestias al cuidar de la pequeña, ella solo sonrío y le dio un beso en la mejilla, dandole la espalda para después irse.

Su aroma se quedó en el aire, y con la sonrisa más boba, se fue a descansar a su habitación.

(...)

Ya había pasado una semana desde que habían salido juntos. Ambos estaban sumergidos en sus rutinas y no se habían visto nuevamente, pero se extrañaban es como si ese beso que ella le había dado a Obito, estuviera lleno de posibilidades.

Estaba tan ensimismada que no se percato de la visita que tenía en su consultorio, hasta que un golpe en su escritorio la sacó de su distracción.

-¡Sasuke! ¿Que haces aquí?-

-¿Crees que rechazandome una vez me voy a rendir? Dije que lucharía por ganarme tus sentimientos, así que vamos, te invito unos dangos...-

-Gracias, Sasuke. Pero no puedo, tengo mucho trabajo y no voy a descuidar mis responsabilidades solo porque tu quieres. ¿Porque no invitas a Karin? Estoy segura de que querrá ir contigo...-

-Porque te estoy invitando a ti, no a ella...-

-Lo siento pero no voy a cambiar de opinión. Puedes retirarte...-

-¿Que es lo que te pasa, a caso estás enferma? Muchas chicas matarían por estar en tu lugar...-

-¡Oh! Entonces no me necesitas... Cierra la puerta al salir, por favor.-

Salió molesto y azotó la puerta no le debía explicaciones sobre porque lo estoy rechazando. Es cierto que la relación como equipo se ha estado recuperando, pero mis sentimientos solo los decido y, aunque es difícil aceptarlo, me gusta alguien más.

Alguien que con su actitud y torpezas se ha ganado poco a poco mi cariño. Alguien que fue capaz de dejar su pasado oscuro atrás, solo para poder ser un mejor hombre. Y ese alguien es Obito.

Obito Uchiha, el mejor hombre que he conocido...

La luz de tus ojos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora