Nueva encomienda.

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El rumor se corrió como pólvora dentro de toda la aldea. El desaparecido Obito Uchiha había vuelto a las filas shinobi y a ser parte fundamental de su clan.

Tuvo que dar una buena explicación sobre porque fingir su muerte. Y tras decir los oscuros motivos que lo llevaron a esconderse, fue absuelto de su deserción pero tenía que cumplir con un castigo. Que aunque no era la prisión, lo ponía en jaque.

-¿De verdad tengo que hacerlo?- la "misión no era tan complicada, ni siquiera tendría que salir de la aldea. Pero se sentía incapaz de realizarla.

-No estás en calidad de negarte. Además, recibirás apoyo de uno de los mejores. No te sientas tan agobiado sin siquiera empezar.-

-¿Y cuántos son en total, Godaime-sama?-

-29 de diez y uno de 12 que nos ha dado problemas... Eres el indicado para que entre en razón, admira a los Akatsuki, podrás manejarlo...-

-Está bien. Aunque sigo creyendo que es una mala idea.-

-Es eso o volver a ser un gennin, tu eliges.-

Obito maldijo por lo bajo, sabía que no era una opción aceptable. Debido al gran poder que poseía, sería un gran apoyo para misiones futuras. Además, quería ser digno de la pelirrosa, así que debía redimirse.

-Bien, ya entendí. ¿Y donde está el ninja experto que me va ayudar?-

-¡Puedes pasar, Iruka!-

Recordaba a Iruka del pasado, nunca pensó que se volvería el mejor sensei de la academia. Debía ser demasiado bueno si lo buscaron para apoyarle.

-Hokage-sama... Tengo entendido que me solicitaron hace un rato. ¿Es sobre la academia?-

-Así es. Los miembros del consejo están satisfechos con tu desempeño. Es por eso que te hacemos la encomienda de que por favor, orientes a Obito en su labor de maestro. Estará a cargo del grupo donde está Hiro, y como no tiene experiencia al tratar con niños, creemos que eres el indicado para ayudarle. ¿Aceptas?-

-Ayudaré en todo lo posible, aunque si deberá tener mano dura cuando se trate de Hiro, ha reprobado muchas veces y es un poco conflictivo. ¿Podrás hacerlo, Obito?-

-¿Tengo opción?- respondió con indiferencia.

-Vamos, te llevaré a que conozcas todo lo nuevo y que te vallas acoplando a tus alumnos. Hoy daré una clase vespertina, así que puedes ver como lo hago para que veas la interacción.-

Sin dar respuesta siguió a Iruka, estaba seguro de que era una mala idea. El fue un alumno dificil, su sensei batallo mucho para que aprendiese el jutsu básico de clonacion. Pero fue su propio sentimiento de superación el que lo hizo un ninja formidable en el campo de batalla. Tal vez no tuvo un buen desenlace su última misión con su equipo, pero era un shinobi de alto rango.

Lidiar con niños no era lo suyo, pero suponía que la tarea no era tan complicada una vez agarrabas el ritmo. Les enseñaría bien, tal vez que vieran que las expectativas que tienen puestas sobre ellos no lo es todo, sino que luchen por su verdadero ideal.

Observó toda la clase que impartió Iruka, admirando su paciencia con niños muy pequeños que apenas y entendían los peligros que estaban fuera de la aldea. Aprendían de historia, los diferentes elementos para crear jutsus, los sellos, los clanes... Los niños eran muy curiosos, e Iruka tenía el don de responder con tacto a estas. Notanto así, que transmitir conocimientos a la siguiente generación era una labor de conscientes que buscaban prevalecer la voluntad de fuego, lo que crearía a nuevos ninjas que, a su vez, adiestrarian a mas ninjas en el futuro. Respetó a Iruka, en silencio y reconoció su labor.

La luz de tus ojos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora