Quinto error: ¿quien no le puso seguro a la puerta?

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ANTERIROMENTE

-bien, entonces en cuatro señor Ace- lo había dicho y no había vuelta atrás.

-¿que?- pregunto Ace más desorientado y sorprendido que indignado, a lo mejor ya estaba sordo.

ACTUALMENTE

-¿que? - volvió a preguntar el pelinegro confundido
-Acaso estas sordo Ace- exclamo  mientras se quitaba los lentes
A Ace le costó ubicarse de nuevo en el ahora. Ok. Primero pensó que estaba sordo y alucinaba pero ¡wooo! grande fue su sorpresa al descubrir que no estaba sordo, y más sorprendente fue visualizar a ese hombre viéndolo directamente.
-¿es una broma?-  pregunto
-señorito Ace, tengo cara de hacer este tipo de bromas-
-bueno..mmm- Ace estaba aun en shock. No podía creer que esto estuviera pasando. Abrió la boca para intentar formular una oración pero parecía incapaz de hacerlo a estas alturas. Tenía frente a él a un Dios griego.

-en cuatro Ace, ahora- claro que no estaba sordo. Pero si le decía que se tirara por la azotea, claro que lo haría y con mucho gusto.

Marco al no ver reacción en Ace, opto por levantarse y abrazar al otro con fuerza. Le encantaba la sensación de sentirlo entre sus brazos. Woo podría vivir lo que le faltaba de vida abrazando a ese descarado pelinegro, altanero.
-escucha...- dijo el por fin
El corazón de Ace bombeada a mil por segundo, en cualquier momento se le saldría el corazón por la boca.
- me encanta como encajas entre mis brazos pero, me fascinará encajar entre tus piernas- por un segundo la respiración  de Ace se detuvo.
Santa madre de Dios, si era un sueño que lo patearan pero woo
-voy a partirte en dos- su voz estaba cargada de desesperación y un poco de posesividad
El color ya no era parte del rostro de Ace.
Poco a poco, fue acostado a Ace sobre el escritorio. Decidió que besaría todo su cuerpo, cada maldito centímetro de piel, buscaría hasta la última peca.

-Date vuelta - le pidió

Ace se coloco boca abajo. Comenzó besandole la nuca y recorriendo sus hombro, mientras masajeaba sus muslos.
Todo parecía un maldito cuento de hadas, tendría sexo con su profesor pero como todo le sale mal a Ace, esa fantasía aún no se realizaría.

-Buenas tardes profesor, paso- tres golpes en la puerta, esa frase y la manija dando vuelta arruinaron la maravillosa historia de Ace.

Quinto error: ¿quien no le puso seguro a la puerta?





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