🌺𔘓 ¦ Capítulo 4

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Necesité más que verme la serie completa de Lost*, comenzar a corregir algunos trabajos de mis alumnos, los mismos que se llevaron dos plumas rojas, o empezar (mejor dicho intentar empezar) mi novela para mantener alejados aquellos pensamientos eq...

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Necesité más que verme la serie completa de Lost*, comenzar a corregir algunos trabajos de mis alumnos, los mismos que se llevaron dos plumas rojas, o empezar (mejor dicho intentar empezar) mi novela para mantener alejados aquellos pensamientos equívocos que se querían entrometer a fuerza en mi mente.
 
Incluso llegué a sentir como si tuviera un pequeño diablo, de esos de caricatura, justo encima de en mi hombro, solo allí, riéndose de mí e incitándome a seguir aquel juego perverso que tentativamente me acercaba Jimin con su manera de actuar.
 
Con un falso sentimiento de tranquilidad traté de recordarme que al menos ya no tendría que tratar con Jimin en mi clase a partir del lunes próximo.
 
Él ya había aprobado mi materia satisfactoriamente como era de imaginarse así que difícilmente nos veríamos mientras él esté cursando las materias que eran correlativas a la mía.
 
Aunque aquello me había convertido en un vaivén de emociones, los cuales iban desde sentirme sosegado como un bebé dormido hasta querer cortarme las yugular con mi juego de naipes favorito.
 
Cómo si quiera se hace para resistir la tentación cómo lo hice yo en ese momento, aún sigue siendo parte de los misterios más grandes de la humanidad.
 
Pero la realidad es que desde ese lunes, dónde volví a mi rutina diaria, los días transcurrieron como habituaban, casi como si nunca hubiese sido acosado por mi alumno o como si nunca hubiese tenido fantasías sobre ello.
 
Y aunque algunas veces me encontraba a Jimin en los pasillos, quien no perdía oportunidad para coquetearme sutilmente, seguí calmado como siempre.
 
Hasta que un día mientras iba de camino a mi aula predilecta a dictaminar mi clase una persona detuvo mi marcha.
 
—Jungkook—era la inconfundible voz de Taeyoon, mi jefe, o el abuelo del chico que me jodía en mis invenciones—¿Tienes un momento para hablar en mi oficina?
 
—¿Ahora, señor Kim? Tengo que dar una clase.
 
—No le quitará más de cinco minutos y ya mandé a avisar a sus alumnos por su retraso—dijo Taeyoon con una fingida sonrisa.
 
—De acuerdo.
 
No me sentí muy cómodo cuando observé de su parte aquel aura de falsa tranquilidad.

Llevaba conociendo a Taeyoon siete años para saber que el no llamaba a los profesores a su oficina por nada, como decía el mismo, no le gustaba perder el tiempo con imprevistos y por eso se refería a platicas amistosas con su cuerpo docente.
 
Seguramente tenía algo importante que decirme.
 
Temiendo lo que pudiera pasar respondí afirmativamente dirigiéndome junto a él hasta su oficina. La misma que por alguna razón noté más fría que de costumbre, o quizás era el temor que me invadía por dentro lo que me hacía percibirla de tal modo.
 
De hecho, sería tan gracioso perder mi empleo por un niño al que ni siquiera he disfrutado como quería por temor a perder precisamente mi empleo.
 
—Siéntate—indicó cortando mis pensamientos de súbito.
 
—¿Qué precisa, señor Kim?
 
—Es sobre mi... sobre Park Jimin—cortó reclinándose en su asiento—Estoy al tanto de que ya están enterados que es mi nieto.
 
—Sí, las noticias vuelan cuando hay poco territorio que abarcar.
 
—No, sólo eso. Es mi único nieto varón y también es mi pequeño consentido—dijo entre un suspiro.
 
—No entiendo a dónde quiere llegar—le solté confundido ante su actitud—¿Le ha dicho algo sobre mí?
 
—No—Taeyoon rió confidente—Quédese tranquilo que según me ha dicho es su profesor favorito. El problema es que ahora está en la clase de Oh, y la verdad es que está dejando mucho que desear. Sus notas han bajado peligrosamente.
 
—Lo siento mucho, es un chico muy inteligente, no veo cual sea su dificultad. Todos sabemos que mi materia es bastante más exigente que la de Oh.
 
—Es por eso que necesito que lo ayude, usted sabe a estudiar, dele algún plan de estudios o hable con él.
 
Sentí sus palabras más como una orden que como un favor de compañeros, su expresión apacible había sido reemplazada por la misma severa expresión que tan familiar me era.
 
Ni siquiera sabía si había forma de librarme de esto aunque no veía en qué forma podía ayudar a mi ex alumno.
 
—¿Está pidiendo que le de un trato especial sólo por ser su nieto?

Sense ♡ Kookmin (+21)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora