🌺𔘓 ¦ Capítulo 10

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Ensimismado en mis propios pensamientos, recorrí el pasillo de vuelta a la recepción, ignorando el hecho de que Jimin volvía a comportarse de aquella manera errante sin motivo aparente, como si alguna palabra irrelevante que saliera de mi boca fue...

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Ensimismado en mis propios pensamientos, recorrí el pasillo de vuelta a la recepción, ignorando el hecho de que Jimin volvía a comportarse de aquella manera errante sin motivo aparente, como si alguna palabra irrelevante que saliera de mi boca fuera suficiente para ello.
 
Quién dice que sólo las mujeres son complicadas no sabe nada en absoluto.
 
En la recepción los estudiantes se encontraban ausentes mientras que Hoseok, al único que pude divisar entre turistas recién llegados, se encontraba absorto en una pelea mental con una máquina de sodas.
 
—¡Vamos!—apresuró.
 
—Parece que Yoongi no es el único que logra sacarte de quicio—bromeé recostándome en la pared conjunta.
 
El de ojos saltones había sido, más que compañero, un gran amigo desde que inicié como profesor en aquella universidad.
 
Y aunque tenía sus defectos como todo el mundo, aquello era compensado por la enorme bondad que emanaba.
 
Conocí a Hoseok siete años atrás, cuando un almuerzo imprevisto nos había juntado en la misma mesa y grupo de compañeros que no dejaban de hablar incoherencias. Por ese entonces aún no era demasiado abierto con su sexualidad, aunque más que negación era del tipo qué-te-importa.
 
Ya saben, demasiado cerrado para explicar irrelevancias.
 
Alguna que otra vez lo vi coqueteando con Yuki, la chica de la biblioteca, justo después de sus clases en el instante que el sol caía y todos se encontraban regresando a sus hogares.
 
Sin embargo ver su manera de actuar con la bibliotecaria era casi fraternal si partíamos de la base en que cinco minutos antes se encontraba con piernas gelatinosas y manos sudadas al hablar con el profesor Yoongi de cuestiones laborales.
 
Y aunque querían negarlo, todos allí sabíamos que la tensión sexual entre esos dos estaba más que presente, pulsante entre ellos.
 
Entonces fue cuestión de verlos llegar una mañana con expresión de insomnio y la ropa del día anterior para dejar de preguntar y simplemente aceptarlo.
 
—No, Yoongi me saca de quicio más que nada—bufó devolviéndome a la realidad—A veces desearía que...

Se detuvo como siendo consiente de con quien estaba hablando en primer lugar, entonces una mano se posó en su nuca produciendo algo de fricción sobre ésta.
 
—Cambiar de trabajo—continuó.
 
—No creo que puedas soportar la abstinencia—reí sobre su respuesta—¿Me alcanzas una soda?
 
—Sí—ofuscado ante mi comentario emitió palabra, pero rápidamente me lanzó una lata—Desearía que las relaciones no fueran tan complicadas.
 
—Dímelo a mí—hice un ademán de brindis y me llevé la bebida a los labios.
 
—Hoy tenemos el día y la noche libre—avisó imitando mi anterior gesto—Quizás vayamos a cenar con algunos profesores. Si deseas...
 
—¿Y los estudiantes?
 
—¿Quieres que los mocosos vengan con nosotros?—se carcajeó—No creo que sea lo mejor.
 
—Me refiero a que no tendrán supervisión.
 
—¿Y eso qué? Son adultos legalmente, pueden ir a un motel y hacer una orgía si así lo quisieran.
 
El burbujeante líquido me produjo una repentina quemazón en la garganta hasta el punto que me atragante con dicha bebida.
 
Maldita imaginación mía.
 
—Tranquilo—Hoseok me golpeó la espalda—¿Estás bien?
 
—Sí—contesté recuperando el aliento—Creo que me quedaré esta noche. Necesito terminar algunas correcciones en mi discurso de mañana.
 
—Como quieras.

Sense ♡ Kookmin (+21)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora