Eyén
Estoy curando sus heridas con el algodón húmedo de alcohol mientras veo como sus manos aprietan la silla del dolor, mi coraje empieza aparecer con cada quejido de su cara, cada vez le tengo más odio a Mau. Alex solo quería defenderme al verme en aquella situación, lo quiero demasiado para enfadarme con el. Mau acaba de demostrar que solo quiere hacerme daño por venganza y pensar acepté salir con el y no me creí lo que me decía Alex.
-Duele mucho? -pregunto para entretenerle y no sienta mucho el dolor.
-No tranquila.
-Tu cara no dice lo mismo.
Le saco una sonrisilla que hace que me ponga mas tranquila hasta que decido sacar los pensamientos malos de mi mente sobre el.
-Alex ¿puedo hacerte una pregunta? - pregunto dudosa al no saber si hago lo correcto.
-Si dime -pregunta intrigado al verme tan nerviosa.
-¿Estas arrepentido de haberme besado ? -suelto sin tapujo alguno.
-Que dices Eyén, ¿como puedes llegar a decir eso? -pregunta sorprendido.
-No se, pensaba... -me interrumpe antes que pudiera terminar cogiendo mis manos entre sus manos heridas y posando un tierno beso en ellas.
-Eyén escúchame, volvería a repetirlo una y mil veces -responde mirándome fijamente con sus ojos azules haciendo que me quede embobada en ellos.
Las mariposas empiezan a notarse en mi barriga, su olor inunda mi nariz ¡huele tan bien! Nuestros cuerpos empiezan a juntarse mientras nuestros labios se funden en un precioso y cálido beso, mi piel se eriza al momento de sentir el calor de su cuerpo.
Son las 2 de la mañana, mi madre llega en 30 minutos así que Alex decide marcharse ya a su casa. Lo acompaño hasta la puerta de la casa, al llegar, como la noche está fresca hace que tiemble hasta el punto de que Alex se da cuenta.
-La pija tiene frío -comenta con una gran sonrisa en su rostro.
-Estoy bien pesado.
-Toma anda, no protestes y póntelo sin rechistar -responde poniéndome su abrigo negro sobre mis hombros -mañana vengo a recogerte a las 12, estate preparada para salir.
-¿Adonde me quieres llevar? -pregunto un poco dudosa sin saber que responder.
-Ya verás, mañana te veo, buenas noches.
-Buenas noches.
Después de despedirlo, entro al salón para ver una peli mientras espero a mi madre quien llega mas tarde cansada, así que le preparo una manzanilla para que pueda coger el sueño. Al terminar la peli, voy hacia mi habitación y me acuesto pensando en qué podría pasar y donde me llevaría Alex.
ESTÁS LEYENDO
El mar con nosotros imbécil (disponible libro físico en Amazon)
RomanceTras un pasado trágico, Eyén se muda junto a su madre a Cádaques, donde conocerá a su grupo y al chico misterioso ¿Alex? Pero todo no es de color rosa, muchos problemas se avecinan en su vida.