Capítulo 34 El encuentro

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Eyén

Al estar tanto tiempo sentada en aquella silla dura como una piedra, mi cuerpo necesita moverse así que aprovecho de que Daila necesita ir al baño para acompañarla y mover un poco el cuerpo. Dejamos a Ethan y Alex embobados en la carrera mientras que se comen un perrito caliente del puesto de la entrada y nos vamos hacia el baño donde esta lleno de personas esperando, así que toca esperar.

Me fijo en los colores del circuito y la gente, se apreciaba el color rojo por todas partes, la cola se hacia interminable que parecía que no se iba a terminar nunca. Al fin entra Daila, entonces me pongo con el móvil a pasar las historias de instagram. Mi mente reacciona girando la cabeza hacia el lado derecho donde capto un hombre con ropa de chándal y tapado con un gorro.

Mi cuerpo se paraliza al saber de quien se trata por la forma de su cuerpo ¡de mi padrastro! es él.... la respiración cada vez se corta ante tal situación, mi pulso empieza a temblar y los recuerdos de lo que sufrí en el pasado empieza a apoderarse de mi cabeza haciendo que no pueda ni hablar y mi mente se vaya hasta que escucho unas voces a mi fondo llamándome .

-Eyi ¿ que te pasa? ¿estás bien? ¡por favor contéstame!- pregunta nerviosa sacudiéndome mis hombros para que reaccionarse ya que no podía dejar de mirar a ese hombre. ¡estoy segurísima de que es él"

Después de un rato, vuelvo en sí y veo a Daila frente a mi.

-Daila, si estoy bien -contesto un poco ida de la vida.

-Pues déjame decirte que no te creo, hace un momento estabas como ida del mundo, como si hubieras visto a un fantasma o algún monstruo -Salta Daila haciéndome sentir la mas vulnerable frente a él.

Después de un rato asimilando lo sucedido, decido darme la vuelta y dejar de pensar en eso porque seguro que era una visión, pero ojalá fuera así y no con un padrastro que me persigue a todos lados. Doy un giro sobre mí, cuidando a mi mente para no confundirla más, y a la segunda vez de mirar veo que ya ha desaparecido, no estaba ese hombre.

Pasamos la tarde todos juntos, riéndonos , hablando, bailando ... ¡Ha sido impresionante! pero es hora de llegar a casa porque ya es muy tarde y mi madre me mata como no llegue, así que salimos del circuito vigorizados ante el espectáculo aunque yo menos pero bueno... supongo que será malas jugadas de mi mente y no lo haya visto de verdad, o eso quiero pensar.

Al llegar a la casa, subo de inmediato al cuarto y me dispongo a ponerme el pijama, también una crema en los pies ya que he estrenado los deportes nuevos y me han rozado un poco la piel pero de pronto suena mi móvil...

-¿Alex? ¿pasa algo? -pregunto extrañada ya que pone número desconocido y solo me llama Alex y Daila, nadie mas.

-Voy a por ti Eyén

Al escuchar esa frase, mi cuerpo se tensa al sentir esa voz ronca que ni yo misma reconozco, pero sé que no da buena espina.

Cuelgan la llamada de inmediato y siento como mis manos tiemblan rápidamente, voy a por una tila a la cocina e intento dormirme pero no puedo dormir en toda la noche pensando en esa voz ronca, esa voz que se ha quedado grabada en mi mente y la que no puedo soltar, esa voz que no logro quitar de mi cabeza, la voz que hace que sienta otra vez miedo.

El mar con nosotros imbécil (disponible libro físico en Amazon)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora