Capítulo 30 La cita

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Alex

He pasado toda la noche pensando en lo que le quiero decir a Eyén, estoy decidido de que hoy voy a dar el paso sin que nadie me pare.

Son las 11 de la mañana, Emily me despierta saltando en mi cama (como todas las mañanas) la estrujo sobre mi pecho y la lleno de besos como a ella le gusta. Me levanto a ducharme y a prepararme ya que en una hora tengo que estar en la casa de Eyén, me seco el pelo con la toalla y voy hacia la cocina donde está mi tía con Emily jugando mientras desayunan unas tortitas con miel.

-Chicas luego os veo -comento cerrando la puerta principal.

Arranco la moto rápidamente ya que voy con un poco de prisas, me pongo el casco y voy hacia donde me indica la ubicación, su casa.

Al llegar a la casa, la calle está ambientada con todos sus vecinos. Voy hacia la entrada de su grande casa y llamo a la puerta cuando me abre Laura (la madre de Eyén) la cual me mira con una gran sonrisa como la de su hija y un poco extrañada.

-Buenos días señora -añado con amabilidad.

-Buenos días Alex ¿que haces por aquí?

-Vengo a por Eyén, vamos a dar una vuelta juntos.

-¡Ay!¡que bien! Voy a avisarla -responde con alegría.

Tras unos minutos esperando con un poco de calor, me quedo embobado al asomarse en la puerta ¡está preciosa! su vestido rosa disimula sus marcadas curvas, sus labios brillantes como diamante ¡me encanta!

-Estas.. muy guapa -siento como me cuesta hablar de los nervios.

-Venga vámonos tonto, adiós mamá, luego vengo -contesta entre carcajadas.

-¡Adiós chicos! disfrutad mucho y tened mucho cuidado.

Me pongo el casco y Eyén se monta detrás de mí.

-¿Donde vamos Alex? - pregunta intrigada.

-Pues a un sitio que te va a gustar.

-Hombre eso ya lo sabía, pero donde es.

-A un sitio -no puedo evitar reírme al ver su expresión.

-Idiota -dice sacando una sonrisa.

Almorzamos en un restaurante del centro, nos pedimos un par de hamburguesas con queso y bacon con unos refrescos de limón ¡está buenísimo!

-Buena sorpresa, una hamburguesa de queso, me encanta -rompe el silencio Eyén.

-Lo sé -añado sorprendiéndola.

-¿Como que lo sabes?

-Aunque no lo creas, sé mucho de ti.

Mientras miro como Eyén disfruta su hamburguesa empieza a sonar música en el restaurante y todos empiezan a bailar, me encanta dar el espectáculo así que cojo de la mano a Eyén (que se niega) pero la saco a bailar delante de todos. Mientras bailo con su cuerpo pegado al mío, la veo a centímetros de mi riéndose, disfrutando, siento como me lleno de felicidad verla feliz. Después, nos tomamos un helado en la mejor heladería de Cadaqués ¡son los mejores helados del pueblo!

-Bueno... ¿quieres ver ya tu sorpresa? -añado disfrutando al ver su cara de no saber que está pasando.

-¿No es esta? -pregunta confundida señalando el restaurante.

-No, ven conmigo -le respondo empujándola con la mano hacia el coche que estaba ya abierta.

Estoy muy nervioso ahora mismo, ojalá todo salga como lo tengo pensado y se convierta en mi novia.

El mar con nosotros imbécil (disponible libro físico en Amazon)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora