Estábamos haciendo el refugio, y como casi todos los días, Ryan se lo pasaba bien hacerme sufrir y crearme estrés.
- ¡Ryan, no! ¡Ven aquí! -grité exasperada
- ¡No hasta que lo admitas! -se alejó con mala cara y un fingido enfado
- ¿Qué tengo que admitir, listo? -me crucé de brazos y alzando una ceja
- Gracias, ya sabía que era muy inteligente -se pavoneó malicioso
- ¡Ryan! ¡Dame la cuerda! -traté de acercarme pero no podía
- ¡No! -empezó a dar saltitos, así que me acerqué a él, pero era muy alto. Recuerdo haber dado saltos para coger la cuerda y él me miraba divertido, pues él era más alto que yo. Yo me enfurruñé y me aparté con los brazos cruzados
- ¡Voy a contar hasta tres y como no me la des...!
- ¿Qué harás? -se burlaba de mí
- Oh, no quieres saberlo
- Sí quiero
- ¡Ryan!
- ¡Emma!
- ¡UNO!
- Uy qué miedo -se burló
- ¡DOS! -alzó una ceja- No me obligues a decir tres, dame la cuerda
- Es que quiero saber lo que harás -se quejaba como un niño
- No hablarte nunca más
- Bueno... entonces te daré la cuerda -me alegré enseguida- Era broma, ¿no lo habías pillado?
- ¡RYAN!
- ¡EMMA! -di un grito de frustración y me acerqué a pegarle a las costillas- ¡Oye!
- Por no darme la cuerda -se enfurruñó y me miró con el ceño fruncido, yo con los puños en las caderas
- Emma eso no se hace, en una relación las cosas se hablan... -puse los ojos en blanco y alcé una ceja- Y no se ha de pelear así solo porque no consigas lo que quieres... -bla bla bla como vi que se había despistado cogí la cuerda y me fui corriendo- ¡OYE! -me reí corriendo
No le di tiempo a regañarme, enseguida me había ido a atar las hojas con la cuerda y hacer una sombra muy chula. Pero notaba una presencia detrás. Luego una mano en mi cintura. Luego aliento en mi cuello.
- Ryan... estamos trabajando -suspiré
- No... tú estás trabajando. Por haberme quitado la cuerda...
- Te tengo que pegar una... -cogí aire, pero él apretaba mi cintura
- Mira como te pones nerviosa -y así se empezó a reír de mí... así que obviamente me irrité y le pegué al brazo para empujarlo. Aunque solo lo moví dos centímetros
- Bueno yo también te voy a irritar -eso captó su atención y se acercó más. Me giré para que nuestros labios casi se rozaran. Cuando tiró a besarme, me aparté para seguir trabajando y resopló- ¿Ves?
- Eres mala -se apartó enfadado como un niño cuando no consigue un dulce
- Tú también -con un ligero movimiento ya me había dado la vuelta y estábamos otra vez frente a frente
- En todo caso yo soy malo, no mala -me burlé y él juntó sus labios con los míos. Puse mis manos alrededor de su cuello
Alguien carraspeaba cerca de nosotros. Dimos un respingo por el susto y nos separamos de un salto, yo nerviosa y Ryan riendo.
- Chicos, ya estamos aquí -exclamó Ana feliz, evitando lo que acababa de pasar y detrás estaban Adrián, Cassie y John, alzando las cejas
- Perfecto, os veo cargaditos, darme eso -disimulé un poco señalando la leña y fruta
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Jaulas y misterios
AventuraAdolescentes iban a hacer un viaje. Así que se van de ¡compras! Tal vez esa tienda no era tan normal cuando los encierran en unas jaulas. Pero no en unas jaulas normales porque... ¿Eso es un desierto? Pero ¿qué pasa si te digo que estás atrapada con...