Cap 14 Abre tu corazón

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Estábamos haciendo el refugio, y como casi todos los días, Ryan se lo pasaba bien hacerme sufrir y crearme estrés.

- ¡Ryan, no! ¡Ven aquí! -grité exasperada

- ¡No hasta que lo admitas! -se alejó con mala cara y un fingido enfado

- ¿Qué tengo que admitir, listo? -me crucé de brazos y alzando una ceja

- Gracias, ya sabía que era muy inteligente -se pavoneó malicioso

- ¡Ryan! ¡Dame la cuerda! -traté de acercarme pero no podía

- ¡No! -empezó a dar saltitos, así que me acerqué a él, pero era muy alto. Recuerdo haber dado saltos para coger la cuerda y él me miraba divertido, pues él era más alto que yo. Yo me enfurruñé y me aparté con los brazos cruzados

- ¡Voy a contar hasta tres y como no me la des...!

- ¿Qué harás? -se burlaba de mí

- Oh, no quieres saberlo

- Sí quiero

- ¡Ryan!

- ¡Emma!

- ¡UNO!

- Uy qué miedo -se burló

- ¡DOS! -alzó una ceja- No me obligues a decir tres, dame la cuerda

- Es que quiero saber lo que harás -se quejaba como un niño

- No hablarte nunca más

- Bueno... entonces te daré la cuerda -me alegré enseguida- Era broma, ¿no lo habías pillado?

- ¡RYAN!

- ¡EMMA! -di un grito de frustración y me acerqué a pegarle a las costillas- ¡Oye!

- Por no darme la cuerda -se enfurruñó y me miró con el ceño fruncido, yo con los puños en las caderas

- Emma eso no se hace, en una relación las cosas se hablan... -puse los ojos en blanco y alcé una ceja- Y no se ha de pelear así solo porque no consigas lo que quieres... -bla bla bla como vi que se había despistado cogí la cuerda y me fui corriendo- ¡OYE! -me reí corriendo

No le di tiempo a regañarme, enseguida me había ido a atar las hojas con la cuerda y hacer una sombra muy chula. Pero notaba una presencia detrás. Luego una mano en mi cintura. Luego aliento en mi cuello.

- Ryan... estamos trabajando -suspiré

- No... tú estás trabajando. Por haberme quitado la cuerda...

- Te tengo que pegar una... -cogí aire, pero él apretaba mi cintura

- Mira como te pones nerviosa -y así se empezó a reír de mí... así que obviamente me irrité y le pegué al brazo para empujarlo. Aunque solo lo moví dos centímetros

- Bueno yo también te voy a irritar -eso captó su atención y se acercó más. Me giré para que nuestros labios casi se rozaran. Cuando tiró a besarme, me aparté para seguir trabajando y resopló- ¿Ves?

- Eres mala -se apartó enfadado como un niño cuando no consigue un dulce

- Tú también -con un ligero movimiento ya me había dado la vuelta y estábamos otra vez frente a frente

- En todo caso yo soy malo, no mala -me burlé y él juntó sus labios con los míos. Puse mis manos alrededor de su cuello

Alguien carraspeaba cerca de nosotros. Dimos un respingo por el susto y nos separamos de un salto, yo nerviosa y Ryan riendo.

- Chicos, ya estamos aquí -exclamó Ana feliz, evitando lo que acababa de pasar y detrás estaban Adrián, Cassie y John, alzando las cejas

- Perfecto, os veo cargaditos, darme eso -disimulé un poco señalando la leña y fruta

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