Esta es la historia de TN, una muchacha con un severo problema de inseguridad que predomina en su ser y una característica peculiar, siendo victima del transtorno conocido como disartria. Ahora una adolescente, logra ingresar como estudiante a la pr...
Sábado en la mañana. Temperatura algo calurosa, cielo despejado y destellante, silencio constante y el ambiente demasiado solitario para algunas personas.
Esto amedita algo especial.
¡¡HOY PRESENTAMOS: UN FIN DE SEMANA EN EL GRUPO POCO COMUNICATIVO!!
Con Agari.
-¡Mmm! ¡Que rico! ¡Si!
La tímida chica con ansiedad social disfrutaba de un delicioso y refrescante hielo raspado con dulce de cereza mientras descansaba sentada en el interior de su sala.
El calor del dia era perfecto para tener ese tipo de botana. Además de que no había algo más que hacer en realidad.
Como ya sabemos, Agari es una persona a la que se le dificulta socializar. Por ende, las actividades como salir con amigos o salir de paseo no están predispuestos en su lista de cosas por hacer.
Ahora sólo era el calor del dia, su hielo raspado, el sonido de las cigarras veraniegas, los rayos potentes del sol y ella...
-¡Esto es mejor que cualquier cosa!
Se dijo mientras tenía la cuchara en la boca.
-¡Deberías probarlo TN-...!
Se detuvo con la cuchara apuntando al aire.
Unos cuantos segundos pasaron, antes de darse cuenta de que estaba sola.
-Oh... jeje... TN-san... no está aqui..
Agari estaba tan contenta e inmersa en el gozo de la frescura. Que pudo imaginar a TN disfrutando de lo mismo a su lado.
No era una exageración decir que ella llegaba a extrañar los días de escuela. Sólo por estar con su tan apreciada amiga.
-Tal vez... debería pedirle salir en alguna ocasión.
Dijo con la cuchara en la boca.
Esta idea la hizo sonreír de entusiasmo y esto se vio reflejado en la forma en la que continuó disfrutando de su hielo raspado.
Agari en serio es una chica peculiar.
- ¡Si! ¡Eso haré!
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Ahora los ánimos eran tan fuertes como el calor que hace.
Con Najimi:
-Ah... ¡Rayos si que hace calor!
Najimi caminaba por las calles del vecindario donde vivía.
Recorriendo el agonizante asfalto que quemaba la suela de los zapatos de la sin género.
Todo por llegar a una quedada que tenía con algunos de los numerosos amigos de la infancia que ella tenía.
- A ver... - Najimi sacó su teléfono, comprobando la hora.- Tengo 10 de sobra... (minutos) Ummm....
