10-. ¿Dónde me metí ?

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—Necesito que me prestes tu celular por favor

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—Necesito que me prestes tu celular por favor. —Pide Jeon con la mano extendida al castaño.

—Solamente si me das un besito... —le dice guiñándole un ojo y mandándole un beso.

—¡GEUM!

—Ya pues, era solo una bromita, toma. —Entrega el celular entre risas a lo que Jeon solo vira los ojos y se retira para proceder a realizar la llamada.

Era poco convencional la relación de estos dos chicos, Jae-Geum por su parte era muy extrovertido y vivaz, capaz de conectar fácilmente con quien fuese y crear nuevas relaciones, cosa que para JungKook era todo lo contrario, si bien tenia buena relación con sus compañeros de la academia de baile, era alguien reservado en su vida y no solía relacionarse a menudo con alguno de ellos fuera del establecimiento; siempre se había enfocado en sus clases y en el trabajo. Prefería invertir su tiempo libre en cosas recreativas que generalmente eran para su disfrute personal, y ver la confianza y naturaleza con la que se desenvolvía con este chico era meramente excepcional. Aunque le costó un poco, Jae supo ganárselo y hacer que bajara ligeramente esas barreras.

—¿Todo bien en casa? —pregunto el castaño una vez vio que el mayor había concluido la llamada.

—Pues no como quisiera, pero al parecer si bajo control. —JungKook soltó un resoplido, dejando con él, evidencia de la gran frustración y angustia que le carcomía por dentro.

Se dejó caer en el sofá cansado; quisiera que toda esa perturbadora situación culminara, pues en lugar de progresar, parecía que todo jugaba en su contra. Perder a su padre, tener que dejar la academia, su madre que no quería siquiera salir de la habitación y la enfermedad de JiYu al parecer no habían sido suficiente castigo, pues como bono extra debido a los tantos días que se mantuvo ausente, para poder llevar acabo el velorio termino por ser destituido en su trabajo.

«¿Vaya mierda no?» pensaba constantemente el azabache.

—Bien, eso me alegra un poco, pero... ¿Qué hay de ti? ¿Tu estas bien? —Jae le veía curioso y aun de pie esperando por una repuesta. Sabía que el chico estaba enfrentando problemas económicos grandes, pero desconocía la causa, y no era que quisiera parecer chismoso o entrometido en asuntos meramente familiares, pero la espinita estaba ahí, pues el rostro del muchacho lo reflejaba de manera exagerada.

—Honestamente no. Estoy cansando y el estrés absorbe la poca energía y motivación para salir adelante que me queda.

—¿Así de plano tan mal? —pregunto mientras jugueteaba con el celular en sus manos y se deslizaba con la espalada recargada en la pared lentamente, hasta caer al suelo.

—No creas que pretendo causar lastima o regodearme en mis desgracias, es solo que ha pasado mucho en tan poco tiempo y me siento bloqueado y sin jodida idea de que hacer; tengo 20 años, a los ojos de la sociedad soy solo un mocoso inexperto y sin estudios no hay manera de que pueda conseguir un trabajo para abastecer dignamente a mi familia.

Tras el Umbral •«¿TAEKOOK||KOOKTAE?»•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora