•Secreto

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—No. Definitivamente no voy a salir así —dijo HyungWon frente al espejo mirando su reflejo horrorizado.

Min ladeó la cabeza, llevándose la mano a la frente y a punto de asesinar a su mejor amigo.

—¿Qué tiene de malo? Te ves... ardiente.

HyungWon se giró con una mirada asesina.
Su amigo se había empeñado en 'ayudarlo' a vestirse para su 'cita' con Hoseok . Y ahora se arrepentía de habérselo permitido. Lucía irreconocible. Había peinado su cabello oscuro hacia atrás, descubriendo su frente y le había ¡maquillado los ojos!

—Parezco una drag queen... —dijo acercando la cara al espejo. Sabía que exageraba, el maquillaje era bastante sobrio a decir verdad, pero al no estar acostumbrado, creía que se veía grotesco—. Hoseok saldrá huyendo cuando me vea llegar luciendo como Boy George...

MinHyuk suspiró cansado.

—Punto uno, si una drag se maquillara así sería la drag más triste del mundo. Te queda bien. Tienes ojos grandes y hermosos. La mitad de Corea mataría por tener tus ojos. Yo sólo los resalté un poco, no tienes por qué exagerar así. Y segundo, ¿qué tiene de malo Boy George? Era un bombón...

HyungWon frunció los labios y se giró hacia un costado mirando su ropa.

—Min... ¿no se me ve mucha piel? —dijo toqueteándose el cuello e intentando cubrir sus clavículas—. Y este pantalón... Parece que va a romperse apenas me siente.

Min rodó los ojos. Su amigo era, por lejos, una de las personas más bellas que había visto y no entendía cómo con esa apariencia se ocultaba tras toda esa ropa holgada y pasada de moda.

—Escucha, a ti te falta noche, mi amor. Así se viste todo el mundo hoy para salir. —Su amigo lo miró entrecerrando los ojos. Era obvio que no le creía—.  Y no querrás hacer quedar mal a Hoseok, ¿no?

HyungWon negó con la cabeza. Quedar mal con Hoseok era lo que menos quería, por supuesto.

—Bueno, con más razón entonces, hazme caso. Te ves divino...

HyungWon se miró una última vez al espejo y dejó caer los hombros con resignación.

Min jugueteaba con el fajo de sobres que habían encontrado esa tarde en el depósito ese del teatro.

—No se te ocurra leerlas sin mí —le advirtió caminando hacia su amigo que ya había sacado una carta y estaba por abrirla. Este lo miró e hizo un mohín divertido con la boca.

—Ok, ok, abuelo... —Miró el reloj de su muñeca y abrió mucho los ojos—. ¡Oh, Dios, mira la hora que es! —exclamó revoleando el fajo sobre la cama y volcando el contenido de su bolso sobre la manta. Revolvió hasta encontrar un tubito naranja—. Ven aquí —dijo jalando a HyungWon hacia él— ponte un poco de esto... —dijo esparciendo con su dedo una sustancia algo viscosa con olor a durazno por sus labios. HyungWon hizo una mueca asqueada.

—¿Qué...?

Min sonrió al mirarlo.

—Perfecto. Esa boca merece ser el centro de atención. Ahora toma —le puso el tubito en el bolsillo de la chaqueta y lo roció apenas con un perfume que olía a alguna flor que no supo identificar. Estornudó y parpadeó ligeramente cuando el olor entró en su nariz— y vete que llegarás tarde.

HyungWon se vio empujado a la salida y cuando quiso darse cuenta su amigo ya le había cerrado la puerta. Se aclaró la garganta y empezó a caminar hacia el el lugar donde habían acordado verse con Hoseok. En el camino iba pensando en las cartas. Estaba emocionado y le hubiera gustado quedarse en su casa a leerlas, pero por otro lado, una cita con Hoseok era algo que no pensaba perderse por nada del mundo. Aunque quizá estaba entusiasmándose demasiado. Hoseok sólo lo había invitado a ver una obra de teatro. Hacerse ilusiones por otra cosa era algo que estaba mal de plano. Nunca había tenido una cita. A decir verdad, Min era su único amigo y jamás había ido a una fiesta ni nada que se le pareciera. Tenía cero habilidades sociales, era demasiado tímido y jamás nadie se le había acercado más que para pedirle favores. Hoseok era, además de Min, la única persona que había demostrado interés en él. Y él se encontraba teniendo pensamientos libidinosos con una persona tan amable y servicial. ¡Qué vergüenza, HyungWon! El hombre sólo quiere ayudarte a mejorar tus pobres dotes actorales y tú quieres bucear en ese pecho ancho y fuerte. Se ruborizó ante el rumbo que estaban tomando sus pensamientos. Iba tan enfrascado en sus pensamientos que no se dio cuenta de dónde estaba hasta que alguien le tocó el hombro.

Ghostly Kisses •2WON•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora