Capítulo 4

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Poco a poco recobre la conciencia. No estaba en el badulque, no estaba en mi casa. Las paredes eran blancas, al igual que el techo y de mi brazo salían algunos tubos, lo cuales estaban conectados a unas bolsas. Si, estaba en el Hospital.

Me removí algo incómodo .. mi hombro.. pesaba, estaba vendado. Empezaron a pasar por mi cabeza varias escenas, atormentarme en el proceso.. Si yo estaba así, que había pasado con Horacio? Y los rehenes? Había alguien más herido? No me percate de la presencia de alguien más en la habitación.

- Bienvenido de vuelta, Gustabin - me habló el hombre de traje y corbata que estaba en uno de los incómodos sillones, al parecer descansando

- Súper? - tarde en reaccionar - Dónde está Horacio?- me moví bruscamente, sintiendo al instante un intenso dolor en mi hombro vendado, me retoci un poco y volví a mi antigua posición - joder .. - replique

- Tranquilo, Horacio está bien. Solo fue a casa un momento - le mire, no sé si lo leyó en mis ojos pero me respondió lo que quería escuchar - no, Gustabo, no está herido, ni nada de eso.

- vale... - respondí soltando todo el aire de mis pulmones, el saber que mi hermano estaba bien me quitaba un peso de encima

- Aunque estés - suspiro - Herido y hayas pasado... 2 días, dormido, no te vas a salvar del sermón - me miro mientras se arreglaba el pelo. Me detuve a detallar su rostro, al parecer estaba algo estresado o no dormía bien. Debajo de sus ojos habían unas notorias ojeras. Estaba algo perdido. En serio llevaba 2 putos días aquí?

- Se que, no fue tu culpa del todo. El que estaba al mando era Brown. Tenía que haberte escuchado y... Hacer un mejor perímetro por la zona - hizo una pausa - Quien salió más lastimado fuiste tú. Logramos después de un tiempo, 20 minutos o así, atraparlos. No se trataba de un gilipollas cualquiera con un arma, al parecer era una organizacion pequeña, se lío muchísimo - se paró de el asiento donde estaba y miro por la ventana - Debes tener mas cuidado. Cuidar tu espalda y la de tus compañeros. Ya le di esta charla al resto de la maya. Muuuchismas veces, pero siguen sin entender - volvió su mirada a mi - No quiero más sangre. No quiero plegar otra vez una puta bandera. Por eso quiero que os cuideis. Vamos todo juntos a acabar con toda la mierda de esta ciudad - dijo mientras sus ojos se empezaban a cristalizar

- Lo.. entiendo, súper. De verdad. - dije desde mi cama

Hubo un pequeño silencio algo incómodo. Jack era una persona complicada. No se puede despreciar todo el día a alguien y simplemente al otro ser tan... sentimental. Que habría pasado en la vida de ese hombre?

La puerta fue abrierta dejando ver a Horacio. Le mire con una sonrisa. Tenía tantas ganas de verle. No sé cómo le tome tanto cariño a ese poste andante.

- Gus - corrió a abrazarme, como no haciéndome daño en el proceso

- Ay, joputaaa - le grite, mientras lo separaba y me tomaba del hombro

- Perdón... olvidé lo de tu hombro - dijo, en cierto punto me pareció tierno.

- No pasa nada, mi rey - dije con mi voz pícara

- Ya te reviso un doctor? - preguntó algo impaciente - quiero llevarte a mi casa a descansar - yo negué con la cabeza, la conversación con Conway me había dejado con pocas palabras

- Vale.. pues voy a buscar a Claudio - dijo para salir todo emocionado... no estaba entendiendo

- .. quien coño es Claudio?  - pregunté con duda

- Nadie importante, solo su nuevo ligue - eso explicaba muchas cosas, reí por lo bajo - lo que hemos hablado antes, si se te ocurre decir que estube a punto de soltar una puta lágrima, te degradó a puto oficial - amenazó, la verdad no tenía intención de contarle a nadie.. pero bueno

Fragmentado (Gustabo García)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora