Capítulo 1

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Estaba harto, harto del CNP, de recibir órdenes, de los gilipollas de esta ciudad y también del puto viejo que tengo de jefe. Y la verdad no me arrepiento de nada. Y bueno, por eso estaba otra vez en esa sala de interrogatorios, cubierto de sangre, la sangre de un imbécil con una historia de mierda, la sangre de un llorica.

Seguía en mis pensamientos, maldiciendo a todo lo que se me ocurriera cuando entraron por la puerta Horacio y Conway.

- Te has calmado ya, muñeca? - dijo con una sonrisa en la cara " que coño se cree? "

- Conway, sabe que con su edad y la mía llamarme así es casi pedofilia? - le contesté con la misma picardía de siempre

- bien ... Dejamos de jugar ya? - se quitó las gafas y saco la porra, no... Otra vez noooo

- no se a qu-

- ANORMAAAAL! COMO COÑO SE TE OCURRE DARLE DE PORRAZOS A UN CIVIL EN LA PUTA COMISARIA - decía mientras ma daba con la porra.. ya estaba acostumbrado...

- ahh, pareee - me sobe la sien un hilo de sangre salía por mi ceja

- que pare? No te escucho, Gustabin - paro por fin de aporrearme - el te suplico igual y tú no paraste, anormal. Que coño te pasa?

Porque tendría que responderle... Seguro me hecharia y eso era lo que pretendía. Ya no habría ningún lazo con ese viejo decrépito.

- no me vas a responder? Muy bien - asintió repetidamente mientras suspiraba - Horacio, siéntate - le ordenó a mi hermano que hasta ahora había estado parado en una esquina.

- Que va a hacer, súper? - preguntó con algo de miedo, sabia que le gustaba ser poli, no me lo iba a llevar por delante, si quiere seguir siendo policía y aguantar los maltratos de sus superiores, por mi no hay problema

- si lo que te preocupa es que os heche, no lo haré - "Joooodeeeer suéltame el brazo ya, coño" - al menos no de inmediato.

- No muchos estarán de acuerdo con sus decisiones, superintendente - respondí haciendo una muñeca de desaprobación

- a mí no se me cuestiona, Gustabin - me miro para luego mirar a Horacio - Que estabais haciendo? Sé que este capullo de ahí detrás - apunto a mi dirección - aporreó a un civil aquí... Pero tú.. estás cubierto también de sangre, crestitas.

Horacio me miro como buscando una escapatoria... Yo la verdad me sentía orgulloso de lo que había hecho Horacio así que

- Pues que hicimos lo que vosotros, no hacéis, castigar a los que nos han hecho daño - dije totalmente decidido
El súper se tocó el puente de la nariz

- Habla claro - ordenó

- Pues que le dimos una lección a Emilio, nadie va a pasar por encima de mi o de Horacio otra vez - y es que lo citamos, seguimos al hijo de puta y le dimos su merecido y por supuesto hice que fuera Horacio quien se vengara, yo con verlo destruido tenía suficientes .. y bueno le costará bastante volver a caminar al puto mexicano. Aún recuerdo cómo Horacio le golpeaba, ví algo en sus ojos, por un momento era el Horacio que ocultaba.

- Déjame adivinar cómo lo habéis hecho - tomo nuevamente la porra y nos golpeó - así? Eh, así? Decidme, lo habéis golpeado así?

- ya ya ya - Horacio corrió hacia mi, "por qué sí nos estaba riñendo a los dos me aporreaba más a mi?"

- Vale, en resumen... Gustabo - le mire - podrías dejar de manipular a Horacio?

- Komo? - a qué se está refiriendo este viejo? Como que manipular a Horacio? Yo hacía eso?

- Si, claro que sí. Tu lo manipulas - observé a Horacio - Tu le pides que haga algo y el lo hace sin rechistar. Aporrer a Emilio? Apuñalar a alguien? Y quién sabe que más - tenía una cara de sobrado, para eso que se ponga las gafas.

Fragmentado (Gustabo García)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora