Shopping Assistant #2
No es lo mismo vivir juntos que estar oficialmente casados, puede que en un principio las cosas no sean nada fáciles, menos cuando se cree que ha llegado el momento de dar el siguiente paso en la relación y es tiempo de que lle...
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Off miraba impaciente su costoso reloj rolex de platino que llevaba en la muñeca izquierda, mientras que se maldecía por lo bajo al ver la hora, haberle hecho frente a su padre le había llevado más tiempo de lo previsto, y en lo único que podía pensar era en lo preocupado que podría estar su pequeño esposo.
Conocía a la perfección a Gun, sabía de antemano cómo éste se preocupaba y más por no tener noticias, el que su suegro le hubiera hecho mención que durante la reunión le estuvo llamando, sólo incrementó su nerviosismo y por un momento se sintió culpable por no haberlo llevado consigo.
—Calma, hijo... Mi príncipe es un hombre muy listo y entiende a la perfección todo lo que estás pasando. —Una débil sonrisa se hizo presente en el castaño al recordar las palabras del Señor Atthaphan.
—Lo sé, él es un hombre maravilloso... Aunque lo que tiene de extraordinario lo tiene de gruñón —aquel comentario audaz hizo sonreír a los cuatro hombres dentro del auto.
—¿Ya pensaste bien lo que harás? —preguntó curioso el mayor, a lo que Off le miró fijamente y asintió.
—Me gustaría hablar con Gun primero —dijo el castaño mirando nuevamente el reloj y después hizo un atisbo de sonrisa, mirando el soleado día.
—Descuida hijo —el mayor le palmeó ligeramente el hombro de manera afectuosa y solidaria— en cuánto lleguemos al hotel yo mismo me encargaré de sacar a todos de la habitación.
—Gracias, en serio, gracias por todo el apoyo que me has dado —manifestó con una peculiar sonrisa por las ocurrencias de su suegro.
—Somos familia, Off nunca lo olvides. —el mayor afianzó el agarre sobre el ancho hombro tratando de transmitirle confianza.
Al llegar al lujoso hotel, los cuatro hombres se dirigieron a sus respectivas habitaciones, a excepción de Off y el señor Atthaphan, ya que éstos caminaron juntos hacia la suite presidencial donde se hospedaba el magnate.
En cuanto entraron a la habitación, se encontraron con la escena de Gun tirado en el piso junto a Nirin coloreando un libro de dibujos animados, mientras que Chimon le pegaba con su mortal sonaja en medio de balbuceos.
—¡Papi! —la menor se levantó de inmediato para ir a recibir a su padre.
—Hola princesa, ¿te has portado bien?
—Siii —gritó en cuanto Off la bajó empezando a dar pequeños y torpes saltitos al tiempo que Chimon hacía sus escandalosas pedorretas para llamar la atención de sus padres.
De inmediato, Gun se incorporó tomando a su pequeño bebé entre brazos sin importarle que le deje cubierto de baba.
—Vamos niños, es hora de ir con la abuela para arreglarnos —dijo el mayor cumpliendo al pie de la letra con su palabra.
—Yo me quiero quedar —Nirin exclamó haciendo un tremendo puchero que lastimosamente no funcionó, y sin tener más opción todos salieron de la habitación dejando a solas al matrimonio.
