02 - HUIDA

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Piso 37. Les parecía mentira que hubieran llegado a pasar un tercio del objetivo que les hubo marcado el Señor Oscuro, pero no era suficiente. Las bajas estaban siendo demasiadas y a diario, se escuchaban rumores de que debían tirar la toalla, pero para ellos, no era una opción.

DLC buscaba entre su inventario lo que aquel jugador le había pedido y que creía recordar que aún conservaba. Levantó el ala de su sombrero ancho y los ojos a aquel tipo que se había equipado como un samurai, bandana en la frente y colores rojizos en su armadura.

—Si no lo tienes, no pasa nada —se intentó reír al verle tardar.

—No, no, no es eso, es que...

El hombre de armadura ligera colorada desvió los ojos y sonrió enormemente.

—¡Arashito! ¿Cómo estás?

—Qué hay, Klein, ¿qué tal?

DLC se giró y vio llegar a su compañero, observando el nuevo accesorio que llevaba a la espalda, ladeado en la línea izquierda.

—Ah, ya has vuelto. ¿Te han puesto muchas pegas con el estandarte?

Arashito suspiró y le mostró el dibujo.

—No. La chica de los textiles ha sido sorprendentemente comprensiva.

Klein, al ver solo un par de escudos, un aspa de Borgoña y un rayo, lo señaló y preguntó con cierta tartamudez.

—Eh... ¿Y-Ya solo...?

—Sí... —dijo taciturnamente Arashito.

—Lo siento mucho, tío —se apenó Klein.

—No es nada —mintió quitarle importancia el samurai blanco.

—Oye, seguimos teniendo las puertas abiertas en nuestro gremio —Klein miró a ambos—. Podéis venir cuando queráis.

DLC sonrió y le dedicó una mirada apenada.

—Un soldado de Tercio Viejo no encaja en un escuadrón de espadachines como vosotros.

—No te preocupes, haríamos una excepción —corrió a tranquilizarle Klein—. Sois unos guerreros espectaculares, y Kunimittz hace buena pareja contigo y...

—Klein —le llamó Arashito dejándole mudo, negó y suspiró—, gracias por la oferta, pero...

—Lo entiendo... —Klein se rascó la nuca—. Este piso está maldito, hemos perdido a muchos con las mazmorras trampa...

—¿Muchos? —preguntó Arashito.

—Sí, y se os nota.

El soldado español levantó los ojos del inventario.

—¿Cómo que se nos nota?

—Tenéis la misma expresión que Kirito —les reveló Klein.

—¿Quién es ese? —preguntó Arashito.

—¿No conocéis al Espadachín Negro? —alzó las cejas el samurai de rojo.

—No me suena.

—Ni idea —se sumó DLC a su compañero.

Klein probó a buscarle por la plaza, pero no dio con él, de modo que empezó su descripción con cierta prisa, pues le parecía rarísimo que dedicándose ellos a aquel trabajo, no le conociesen.

—Un chico moreno, de ojos oscuros que viste de negro y lleva una espada recta y negra, ¿seguro que no lo conocéis?

—Ni idea, colega —negó Arashito.

Sword Art Online - INKTOBER 2022Donde viven las historias. Descúbrelo ahora