11 - ÁGUILA

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Les habían engatusado para tomarse un día libre, una mentira de las llamadas piadosas. Prometiendo que darían con una misión secundaria que les haría necesitar refuerzos, pronto, tanto Arashito como DLC se dieron cuenta de que aquello no tenía nada que ver con una misión.

A menos que esa misión requiriese no usar armadura y utilizar una caña de pescar como única arma. Arashito se lo tomó mejor, DLC prefirió ni pensar en ello y tratar de relajarse.


Asuna les dejó una bandeja con bebidas sobre aquel tocón que tuvieron por mesa, a la sombra de un enorme árbol que les quitaba el Sol que caía con fuerza sobre sus cabezas. La chica señaló unos mirando a DLC y a Klein.

—Probad vosotros esos —ambos miraron a la pareja de Kirito—, he podido desarrollar una nueva receta —sonrió soberbiamente Asuna.

—¿Qué es? De ti me fío lo justo —dijo DLC.

—¡Oye! —le espetó la chica—. Es cerveza, Kirito me dijo que os gustaba.

Klein miró los vasos con rapidez.

—¡¿Has dicho cerveza?!

—Sí —asintió ella.


Tirándose como águilas sobre un pez, lanzaron sus manos a los vasos y se los llevaron a la boca con presura. Asuna tragó, esperando el veredicto. Agil se rió al verles bebérselas de un trago.

—Sí que la echabais de menos —se rió el comerciante.

Pero el gesto de ambos les preocupó. DLC miró de reojo a Klein, el cual, tragó, paladeó el regusto que le dejó en la boca mirando el vaso y terminó por fijarse en el arcabucero español.

Éste se tragó su bebida, se apartó el borde de los labios y apenó el resto.

—Cómo puedes llamar a esto cerveza...

—¿Qué...? —se preocupó Asuna.

—No tiene burbujitas —lamentó Klein mirando el suyo.

—Ni burbujas, ni gracia —añadió DLC—. ¿Llamas a esto cerveza? La madre que te parió, bonita...

Asuna miró la receta en su listado de habilidades de cocina y se lo leyó.

—Cerveza de Hada Mística. Se supone que repone vitalidad.

—Lo que hace es quitar las ganas de vivir —medió lloró Klein.

—Joder lo que me ha recordado a la Cruzcampo... —le devolvió el vaso a Asuna y apretó los labios—. "Cerveza de Hada"... Con tos' sus huevos...

—Tendré que buscar otra receta —se dijo Asuna mirando el vaso de DLC.

—Que lleve alcohol, señorita Asuna —le rogó Klein.


Arashito se acercó a ellos, cogió un par de vasos de zumo de resistencia y miró a su compañero al hablarle.

—Eiji, recuérdame que no nos hagamos un personaje hada nunca.

—Antes me corto el cuello que ser un hada —afirmó el samurai antes de regresar a la orilla del lago.

Sentados alrededor del tocón, veían a Kirito y Arashito preparar sus cañas. DLC se rió para sí y alzó la voz.

—¡Eiji, acuérdate de poner un anzuelo!

El samurai le miró desde su distancia.

—¡Cuando te dije que si no podías ser más imbécil, no creía que te lo tomarías como una meta a superar!


Los que estaban de espectadores sonrieron y se rieron. Agil se inclinó para coger otro vaso.

—¿Tú sabes pescar, DLC?

—Sí —asintió.

—¿Has pescado algo alguna vez? —le preguntó Asuna.

—¿Una sirena quizá? —le dio con el hombro guiñándole un ojo Klein.

—He pescado... —pensó el arcabucero—, una bronquitis y un gripazo de cojones. Nada más —les miró DLC antes de beber—. No tengo tanta paciencia, pero uno de mis tíos si pescaba mucho.

Tanto Kirito como Arashito llevaban ya un rato sin moverse tras haber echado al agua los cebos. Agil se fijó en el compañero del arcabucero y le señaló ligeramente.

—No se quita la espada ni a tiros. Es todo un samurai.

—¡Eh, ¿qué pasa conmigo?! —le preguntó Klein.

Entre risas y bromas, DLC dejó el vaso en el tocón.

—Porque no puede quitársela.

Callando su jactar, Asuna le preguntó primero.

—¿Qué has dicho?

—Que no se la puede quitar —DLC miró a los demás—. La Kusanagi tiene esa penalización. Una vez equipada, no puedes "desequiparla" —hizo comillas el arcabucero—. Solo se la puede quitar en lugares neutrales, pueblos y cosas así, pero en cuanto salimos fuera de un pueblo, es pisar la primera piedra y se le aferra como un demonio.

—¿No va a poder usar otra arma? —le miró Klein.

—Oye, si vais a volver a interrogarme los tres para que os diga qué clase de build lleva Eiji, olvidaos. Que os veo venir —les advirtió DLC.

—Vale —dijo Agil—, habla de la tuya.


DLC le miró con cansancio.

—Joder con el tendero, oiga.

—Sois los únicos que no encajan en ningún marco de vuestras clases —le recordó Asuna—, es normal que llame la atención.

Señalando a Klein y Kirito, el arcabucero se extrañó de sobremanera.

—Tienes a los dos mejores jugadores de SAO delante, dales la tabarra a ellos, bonita.

—No te desvíes, hispano —sonrió Agil—. ¿Qué pieza te hace no poder llevar más de un ítem en el inventario?

A aquella pregunta, Klein y Asuna clavaron sus miradas curiosas en el arcabucero. DLC suspiró.

—Agil, carallo, tienes la boca muy grande.

—Curiosidad —se rió el hombre sin pelo.

—El arma... —pareció desentenderse el arcabucero mirando al lago.

—¿La pica o...? —le preguntó Klein.

—El arcabuz. A cambio del daño explosivo de fuego y la posibilidad de cambiar de equipamiento, me reduce el inventario a 65.


Asuna echó cuentas mentalmente y le miró con duda.

—¿Eso no es...?

—Es justo lo que ocupa una equipación completa, ¿no? —completó Agil.

—Correcto —asintió DLC.

—¿Y si necesitas llevar otra cosa?

—Asuna, ¿por qué te crees que vamos los dos juntos siempre? —la miró DLC, volvió hacia aquellos que pescaban y alzó la voz—. ¡Eiji, pican ¿o qué?!

El samurai, que hablaba con Kirito, le escuchó y se giró un poco.

—¡Si dejases de dar voces, picaría algo!

Sword Art Online - INKTOBER 2022Donde viven las historias. Descúbrelo ahora