Capítulo 3

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Toma mi mano.

Desperté esta mañana por los golpes de un enfermero que no conocía, pero Dong lo había enviado para entregarme la lista de los pacientes que ya no atendería para poder tener más tiempo junto a Jungkook. En total sólo tenía cuatro contando a Jeon.

Me senté en la cama viendo una vez más la lista, leyendo los nuevos psicólogos que se le asignó a cada uno, solo algunos sabía cómo trabajan, otros no. Solo esperaba que ellos no se sintieran mal por el hecho de que ya no me verían, ya que yo si sentía tristeza de dejarlos a un lado por este nuevo paciente que se me había asignado.

Después de realizar mi propio cuidado personal y cambiar de vestimenta, me dirigí al comedor para tomar mi desayuno y al buscar un asiento donde poder comer, me encontré con Taemin, quien tomaba su comida del día. Ambos nos miramos a los ojos, pero él la apartó en unos segundos sin sostener más mi mirada y me pareció raro su comportamiento de incomodidad hacia mi persona, más aún cuando decidí tomar asiento a su lado, él solo dijo que se había llenado, que disfrutará de mi comida y se largo así sin más, mirando a los lados con temor.

—Que extraño esta, así no es él.. —susurre para mí mismo.

Procedí a comer mi plato de frutas picadas con calma hasta que escuche un estruendo proviniente del asiento de enfrente y era Namjoon, tomando asiento en la misma mesa.

—Se me asignó a uno de tus pacientes. Por ti ahora estaré ajetreado —dijo dandole un gran mordizco a su manzana con una notable irritación en su semblante.

—No es mi culpa, yo no solicité que los cambiaran. Ha sido Dong o mejor dicho, los padres de Jeon Jungkook —mencione y Nam asintió, comprendiendo mi situación—. No se cual es el apuro-comenté.

—¿Ahora cuantas horas tendrás con aquel chico?

—La mitad del día, tal vez un poco más.

—¿Eso quiere decir que te han reducido la mitad de tus pacientes? —asentí—. Mierda, ¿cuánto dinero tendrán los padres de ese chico? Dong no haría tal excepción, a no ser que le dieran algo a cambio.

Me encogi de hombros sin saber que decir al respecto, yo no los conocía. terminé las últimas frutas cortadas y me levante de mi asiento tomando los platos usados. Me incline despidiendome de mi amigo de este lugar, puesto que todos los demás los consideraba conocidos. Bueno. Tal vez un poco le consideraba a Taemin.

—No vemos, hyung —me despedí y él agitó su mano desocupada, mientras que con la otra tomó su sandwich para mordisquearlo.

Después de dejar los platos encima de los otros ya usados, salí del comedor para dirigirme a la habitación de Jungkook, el recorrido no fue largo, el comedor se encontraba cerca al piso de Jungkook y ya estando frente su puerta, respiré hondo y la abrí sin hacer mucho ruido, podría estar aún durmiendo, pero ya se encontraba despierto leyendo un libro, dejando su atención de lo que leía para mirarme con una sonrisa.

—Hey, espero no haber venido en un momento inoportuno —negó—. Bien, ¿qué tal has dormido? —pregunté tomando asiento en el mueble.

—Muy bien la verdad —dijo, cerrando el libro para luego dejarlo en la mesita de noche al otro lado de la cama.

—¿Que leías?—pregunté con una sonrisa.

—Nada que fuese realmente interesante. ¿Iremos al jardín? Ya quiero mostrarte algo —se levantó de su cama para después tomar mi mano y jalarla para seguirle.

No soltó mi mano una vez estando afuera y me miró con esa sonrisa deslumbrante en su rostro contagiandome de ella. Hoy se sentía distinta su aura, sentía que incluso yo podría decirle todas las cosas que vuelven mis días grises.

El caso de Jeon Jungkook; jikookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora