Un baile nostálgico.
Y aquí me encontrada, frente a él y me estaba sintiendo como un pobre ratón de experimento encerrado en una jaula, esperando a ser utilizado y asesinado por cualquier cosa que me inyectasen. Su mirada afilada me ponía incómodo en mi lugar, en aquel asiento de cuero que cada habitación de los pacientes tenían. No me decía nada y yo tampoco, me sentía un total fraude, ¿cómo pude haberle hecho eso? Se supone que tenía que ayudarlo, no confundirlo.
De verdad muchos años aquí sin salir me estaba volviendo loco también, yo no era así.
—¿No dirás nada?
Salí de mi mundo al escuchar finalmente su voz y lo miré, su expresión era sería y su postura me decía que no sentía ninguna pizca de inseguridad e incomodidad, todo lo contrario al mío.
—Lo siento. ¿Ya has desayunado?
Él me dio una sonrisa forzada, bajando su mirada con aquella risa casi sarcástica.
—¿Eso es todo lo que me dirás? —se levantó de la cama y acercó su cuerpo al mío —. Te dejé muy en claro en la noche que ya no lo haré de la menera fácil. Puede que te duela un tiempo, pero es la mejor forma.. —a lo último su voz salió como si algo doloroso hubiese venido a su mente y después de eso tomó distancia.
—¿De qué hablas? —pregunté, puesto me dejó confundido sus palabras, ¿qué tipo de dolor se supone que sufriría?
—No he desayunado ¿Me acompañas? —y sin esperar a que yo pueda confirmarle. Tomó mi muñeca para arrastrarme fuera de su habitación.
Cuando nos encontrábamos en el comedor lo miraba atento. Ese semblante calculador en él había desaparecido, esa aura intimidante que me hacía sentir su próxima presa cambio también por la de aquel hombre inocente, como si jamás hubiera olvidado su inocencia, pero yo sabía perfectamente que todo eso era solo una cortina cubriendo su verdadero ser, aquello que aún no lograba descubrir.
[...]
—¡Hmm! Está demasiado buena estas tostadas con mermelada y mantequilla. Hyung, prueba un poco —dijo con una expresión que para otros facilemtne creerían que le había disgustado la comida, pero sus halagos por aquel simple platillo era todo lo contrario.
Acercó un pedazo de tostadas para que yo pudiera dar un mordisco y al principio me negué, puesto que últimamente me sentía fatigado del estómago, probablemente de las pastillas que tenía que tomar, pero él siguió insistiendo y no le negué para no incomodarlo con mi rechazo, y no es como si me hubiera sentido presionado, un mordisco no iba a matarme y ciertamente estaba delicioso, inconscientemente había imitado su misma expresión de antes.
—¿Verdad que si esta bueno? —preguntó con su agran sonrisa he hilera de dientes y yo asentí.
—Oh, ¿también están probando de esas tostadas? ¿Que les pareció?
—Momo, buenos días. Yo no he tomado de esas, pero están ricas, a Jungkook le encantó. ¿No es así? —desvíe mi mirada nuevamente a mi paciente, quien ahora miraba a mi compañera con un semblante serio. Yo garraspé para que entendiera mi indirecta de que fuera tan solo un poquito más educado.
—Si, claro. Es una pena que después me dañe el hipocampo —dijo volviendo su atención al pedazo de pan.
Di una risa nerviosa, pues eso me había descolocado, ¿cómo un pedazo de pan podría perjudicar esa zona? Mire a Momo poco después y ella movió los dedos de sus manos, sabiendo que estaba ansiosa.
—Bueno. Fue lindo verte, Jimin.
—Igualmente —me incline asumiendo que ya tenía que irse a hacer sus labores del trabajo, pero recorde algo y la detuve a medio camino —. ¡Ah! Momo —ella se giro para mirarme —, ¿has visto a la doctora Shuhua?
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El caso de Jeon Jungkook; jikook
Fanfiction❝Será mejor que cierres los ojos y pienses en cosas lindas.❞ Jimin: Top. Jungkook: Bottom. 13/08/2022 No aceptó adapciones, copias, que se suba a otra plataforma, traducciones, ni una versión extendida de mi historia. Si me entero que se ha realizad...