Un sueño, un cómplice. Pt1
Ese día en la madrugada, cuando pequeñas gotas caían sobre el pasto, humedeciendo la tierra y de fondo la melodiosa música de la naturaleza cuando la lluvia chocaba contra las hojas de los árboles y el olor a humedad entraba por las fosas nasales del rubio, quien enfurruñaba por la dificultad de seguir arrastrando alguien tan pesado, molesto porque sus prendas estaban llenas de barro, pero no podía dejar de pensar que este bastardo había puesto los ojos en él. ¿A quien le importaba si el cabron desaparecía?
La idea le parecía excelente, así como todas las anteriores que tuvo para proteger lo que le pertenecía.
Prosiguió arrastrándolo con mucha paciencia, ya que sus guantes de cuero y la lluvia no era una buena combinación, puesto que a cada jalón sentía que se le resbalaba, por otro lado, este clima era perfecto para no dejar huellas.
Cuando finalmente llegó al río Nakdong dejó el cuerpo inerte y fresco hundirse, para después salir del río y simular que sacudía sus manos del polvo. Desconfiado miró los alrededores y se acercó a su carro, carro que por cierto era alquilado, no era suya. Tomó algunas bolsas que estaban en el asiento para meterlas en un envase de guardar comida, pensando en que tendría que esperar a que la lluvia pare, para poder quemarlas, puesto que era la que traía puesto el hijo de puta que no lo dejo dormir por noches, para que así no dejase huellas en el carro a pesar de que no era suyo, pero su dilema era siempre, desconfiar de todos y cualquier cosa.
Esa madrugada cuando el sol aún no salía, borró las huellas de unos botines en las tierras cerca el río Nakdong y las huellas de los neumáticos de aquel Fiat tipo 1.6 de color rojo de la carretera. Sin embargo; en la mañana, cuando el sol se asomaba por detras de las nubes mañaneras, nuevamente en las noticias, un nuevo cuerpo era descubierto por un grupo de exploradores adolescentes y un adulto. En ese momento la universidad Dongseo no dejaba de ver sus celulares y se oían murmullos por doquier.
—No puede ser.. Otro cuerpo encontrado.
—Ya es casi un año y hasta ahora no han podido encontrar al culpable. A este punto deberían suspender las clases, ya tengo miedo de si quiera de salir de casa solo para venir aquí.
—No exageres, encontrarán a ese psicópata. Solo hay que estar alertas.
"¿Alertas? No lo necesitan, solo no deben interponerse". Pensó
—Oh, Buenos días Oppa. ¿Ya sabes con quien vas hacer pareja para el taller?
—Algo así, estoy pensando en alguien —dijo, mientras mantenía aquella dulce sonrisa.
—Bueno. Si esa persona ya se encuentra ocupado, yo aún no tengo con quien hacerlo.
—Ji Ha no seas mentirosa, lo harás conmigo —reprocho la chica a su lado, mientras que la otra se alejo de ella un poco molesta por arruinar el ambiente.
—Lo tendré en cuenta. Nos vemos —se inclino por cortesía y prosiguió en irse a la clase que le tocaba, pensando si vería su brillante sonrisa solo para él, porque solo él podría causar cosas en su lamentable vida.
Pero lamentablemente esa sonrisa no podría verla hoy día, ni mañana, ni pasado mañana y quien sabe hasta cuando. Se acercó a aquel hermoso hombre de cabello negro, cuya mirada se encontraba perdida entre la pila de libros sobre el escritorio.
—Buen día, JungKook.
¿JungKook?
Y antes de poder seguir preguntandose lo que ocurría; todo se volvió negro y pronto pudo divisar nuevamente aquellas 4 paredes del aburrido color blanco en ellas. Se sintió muy acalorado y su pijama se pegaba a su cuerpo, sentía la pegosidad de ellas debido al sudor que desprendia su cuerpo. Su respiración se encontraba agitada y su cabeza dolía a mares. Se sentía tan desorientado, preguntándose cuál era la realidad y cuál no, porque anteriormente todo se sintió muy vívido.
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El caso de Jeon Jungkook; jikook
Fanfiction❝Será mejor que cierres los ojos y pienses en cosas lindas.❞ Jimin: Top. Jungkook: Bottom. 13/08/2022 No aceptó adapciones, copias, que se suba a otra plataforma, traducciones, ni una versión extendida de mi historia. Si me entero que se ha realizad...