Capítulo 4

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Aprecia a tu amigo como si fuera el último día.

Tomé asiento dejando mi bandeja de golpe sobre la mesa, provocando un brinco en mi amigo Taemin, quien me miraba confundido por mi repentina presencia para después mirar a los alrededores como si no quisiera que nos vieran juntos.

—Has estado actuando raro últimamente —hable finalmente tomando mi manzana para darle un mordisco mientras lo miraba a los ojos para evitar que intentará si quiera esconderme algo.

—¿De qué estás hablando? —sonrió con burla cómo si fuera yo el que estuviera paranoico, cuando todo su rostro me decía que él lo era.

—No lo sé, tú dime. Estos últimos días has estado evitandome desde que se me asignó el caso de Jeon Jungkook.

Muy bien, me has dado una señal de que estoy en lo cierto al verte repentinamente muy incómodo, pero a pesar de que trataba de sacarle toda la información mirándole directamente a los ojos con seriedad, solo te quedabas callado terminando tu desayuno, para después echarte para atrás e irte y yo no intente detenerte, porque se que me lo ibas pronto si seguía insistiendo.

[...]

—He estado durmiendo mejor.

—¡Eso es estupendo, Jungkook! —felicité mostrando una gran sornisa—. ¿Hay algún lugar donde quieras ir hoy? Deberíamos hacer una pequeña celebración.

—Tú.. ¿Tú crees que es posible volver nuevamente a ese lugar? Ha pasado un mes desde entonces y hoy hay un buen clima —dijo apuntando a su ventana para que yo mismo confirmara que el día era agradable.

Si, era cierto, había pasado un mes desde entonces, pero yo trataba de no pasar mucho tiempo a solas con Jungkook en lugares solitarios debido a que su comportamiento cambiaba por momentos con solo mi presencia, pero creo que ya era hora de lidiar con ello, sino, ¿qué clase de psicólogo sería si no puedo ayudarlo?

Andamos hasta llegar al patio para luego dirigirnos a las a fuera de estas, pero el paso se me fue cortado al encontrarme con Eunchan.

—Jimin..

—Eunchan, ¿que te trae a estas horas en el jardín? —pregunté, no quería ser descortés sin saludarle a pesar de estar con Jungkook, pero éste tomó mi mano con fuerza y yo lo mire, me devolvió el mirar con irritabilidad.

—Quería aire fresco, también se me había antojado comer algo —tomo un plato y lo puso frente mio para mostrarme que se encontraba llena de fresas.

—¡Eso luce muy buen-

—¡Hyung! ¿¡Podemos irnos ya!? —jaloneó de mi mano y no tuve opción que inclinarme para despedirme. Temía que su temperamento diera a conocerse.

—Más tarde hablaremos, Eunchan, quiero escuchar tus avances esta noche —avanzamos hasta alejarnos del jardín y poder hablar con Jungkook mientras caminábamos—. ¿Qué fue eso?

—Nada.. —bufé ante su respuesta. Claro, ahora me respondes tan calmadamente, todo inocente, pero ya no me tragare ese cuento—. Hyung.

—¿Si?

—Tengo algo que quiero decirte, pero.. Más adelante te lo diré, ¿si? —yo asentí—. Bien.

Una vez que nos encontrábamos en la pradera que antes me había traído nos acomodamos en el pasto.

—¿Qué era lo que querías decirme? —me miró cohibiendose un poco en su lugar mientras sus ojos miraban a distintos lugares. Entiendo que estaba poniendo en orden lo que diría. Sin embargo; nunca llegaron las palabras—. Esta bien si aun no te sientes cómodo para contarme, puedo esperar. Es un inicio que hayas querido decirmelo, ya llegará el momento.

El caso de Jeon Jungkook; jikookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora