2. Atado a unas manzanas.

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Amar está prohibido, para una escoria como él, este ser está perdido, en tanto, su único destino sería el arder, claro, sin pecados ha nacido y por eso, los sentimientos debió perder, los pecados de sus padres le han condenado sin memoria, las cadenas invisibles que lo atan en sus pies, lastiman diariamente sus tobillos.

"¿Cuánto más me va a doler?"

Los demonios no merecen piedad, solo asco y repulsión, la humanidad los odia desde lo más profundo de su hipócrita corazón. ¿Cuánto más lo hará el ángel que quedó destrozado con la noticia de ser su otra mitad?.

“¿El hilo rojo se burla de mí?”

“Al fin y al cabo, no merezco nada”

“Míralo a él y mírate a tí”

“Mira la perfección de ese ser maravilloso, mira sus bellos ojos azules y su santidad divina, mira la pureza e inocencia de un ser limpio y sin pecado hijo de la luz”

“Admira, pero de lejos, admira pero con pena, porque jamás tendrías el privilegio de estar a lado de alguien tan inalcanzable, de un ángel como lo es él

Y luego mírate a tí, un ser despreciable, sin sentimientos y de odio, un ser inútil, un muerto viviente que dice ser amante de la luz, pero la luz te repugna a tí, ¿Quién se burla de quién?, ¿es que acaso esperabas ser feliz?, tú existencia de por sí ya es un estorbo

— Yo no lloro — se convence, sacando el libro en sus desgastadas vestiduras, esas imagenes que verá, por lo menos en papel — antes de ser consumido por estas llamas infernales, veré el paraiso, me lo prometo — de camino hacia abajo, en lo empinado de las escaleras masacradas, recorre este con el libro en las manos, distraído y en su mundo, en sus ilusiones, el paraíso es …

Brillante y mágico, es blanco, los cimientos son perfectamente blancos, el mar de cristal y las paredes tienen detalles de joyas preciosas, las nubes rodean el majestuoso palacio, perlas en las flores, torres, y muchas ventanas, vientos relucientes, varios estanques, y asientos con pasto verde alrededor, son grandes, pastizales maduros y hay un sol que adorna su cielo. Cierra sus ojos y es así. Así lo imagina.

— A recoger manzanas sea dicho — se remanga su manto negro y procede al trabajo. Aunque es solo un encargo que hacen todos, cada quien con lo suyo, él solo recoge las manzanas maduras y las lleva a su superior, Felix, uno de los príncipes que disfruta de estos frutos.

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Hyunjin sabe que no fue la mejor forma de tratar alguien tal y como lo hizo ayer, que excedió un poco por el hecho de que el pelinegro era un demonio, pero no podía evitarlo, en su sangre está la repulsión de evadir y desterrar la oscuridad, pero ese hilo le impulsa a querer hacer las pases, y más que él es un angel que se supone debe tener amor con sus enemigos.

Esto terminará por producirle confusiones, después, definitivamente debe dejar de pensar en ello, el hilo rojo brilla de nuevo. Aunque todavía se siente consternado, su orgullo de ángel no le hace ver que más allá de la pureza y santidad, existe la complementación de mundos opuestos, la magia que está buscando y de la cual ha perdido las esperanzas. 

UN ÁNGEL Y UN DEMONIO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora