♡《 Capítulo 24》♡

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♡《 Capítulo 24》♡

Separaciones y Uniones.

Cuando Susan despertó sobre el sofá de la habitación, no vio a Easton. Estaba cubierta con el saco de él y se vistió rápido.

Sin poder creer lo que había sucedido caminó a su habitación aun sonrojada y no reparó en saludar o hablar con alguien.

Aedus tenía preparado todo. Debían salir unos dos días antes para llegar al puerto a tiempo para viajar en barco. Sería la forma de evitar que los interceptaran.

—Quiero la propiedad del sur, la mansión Delane —Charlotte le pidió que lo agregara y Aedus, rodó los ojos para pedirle a su abogado que la colocara en el acuerdo.

—¿Te parece suficiente? — exhaló el humo de su cigarrillo y luego, firmó un papel donde cedía ciertas propiedades. Los ojos de la mujer brillaron en codicia absoluta— El dinero lo tendrás después, cuando nos hayamos ido porque no deseo que juegues sucio.

La chica torció sus pupilas como si fuese algo tan obvio de él. Siempre buscaba tener todo bajo control, pero igual sonrió —Sabia que valdría la pena hacer el tonto por años.

—Claro.

Iba caminando por el pasillo con la sonrisa más deslumbrante del universo. Hace tiempo que no sentía una dicha tan rotunda y pasó de largo porque todo se estaba solucionando a su alrededor.

Ya no tendría que ser esposa de nadie. Al pasar por el pasillo del tercer piso, tenía guardado un lugar secreto donde metía las cosas importantes, fue agarrada del brazo con una fuerza que le hizo tambalear el cuerpo y Easton la metió —¿Pero qué mierda? Cuñado— se acomodó la falda y él cerró la puerta cuando ella de manera instintiva iba a tomar el pomo —Déjame salir Easton...

—Eres una mujer curiosa— sus palabras sacaron a la otra de su mente, extrañada levantó una ceja —Cuando éramos jóvenes te acostaste conmigo, parecías muy feliz de pertenecer e importar— la otra apretó la boca por aquel recuerdo — Pensé que eras una mujer muy inteligente y sagaz pero ya veo que no. Estás cegada por tu propia codicia.

—Easton... te lo advierto —. En esa casa ella sabía de qué era capaz cada uno de ellos.

—No te preocupes no deseo matarte —retiró suave la mano de la puerta para que viera sus buenas intenciones —Es más, quiero concretar un acuerdo contigo.

Los ojos suspicaces de Charlotte buscaban alguna debilidad, falacia y mentira en la cara de Easton —¿Para qué querrías algo así?

—Eso no debe interesarte — le sonrio suave y se miró el anillo de bodas —¿Crees que él puede cederte esas propiedades así como así? — la mujer apretó los papeles y los llevó detrás de su espalda —Necesitas mi firma también.

La cara de Charlotte pasó de total tranquilidad a una seriedad absoluta —¿tu? ¿Qué? ¿Cómo?

—Esto es tan típico de Aedus— le pasó un mechón de cabello detrás de la oreja a su cuñada y sonrió —¿De verdad crees que te dejaría libre? Él va a matarte, querida.

—¿Por qué? — No creía en las palabras de Easton. Si había alguien más temible que su esposo, era Easton. No porque fuese más malvado, sino por no conocerlo bien —¿Qué ganas con esto?

—Venganza— habló claro— deberias preguntarle a tu hermana Johana qué clase de persona es mi hermano — un escalofrío le pasó a Charlotte por la espalda al escuchar su voz oscurecida —Aunque creo que no podrías porque Aedus la mató junto a Angela...

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