Capítulo Final.

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Lán Huan los llevaba a dar un paseo y los cambiaba.

Cuando los tres tuvieron dos años.

Los tres pequeños tenían muchos juguetes con los que jugar.

Lán Yuan el primero en nacer era calmado y sonreía como su A-Die.

Wèi Mei era tranquila pero a la vez le gusta molestar a sus dos hermanos.

Y Lán Ye era demasiado travieso, un día a Wèi Ying y Lán Huan se asustaron tanto de que el cachorro no estuviera con los otros dos.

Solo para encontrarlo afuera molestando a un conejo.

Wèi Ying se sintió impotente, su hijo le gustaba molestar conejos y el era un animal sagrado con forma de conejo.

No tuvieron más opción que regañarlo, para que no volviera a molestar a los conejos.

Lán Huan solo se pudo reír de su A-Ying.

Pero luego descubrió que su pequeño cachorro de a saber dónde, tenía un pequeño zorro en sus pequeños y regordetes brazos.

Y como este se los enseñaba a su hermanos mayores.

Luego vió como le había jalado la cola y sus hijos miraban con curiosidad al zorro.

Se sintió tan impotente.

" Jajajajajaja que decías A-Huan? Jajajajajajajaja eso te pasa por reírte de mí ". Dijo Wèi Ying felizmente y le dio un pulgar arriba a su pequeño cachorro Ye.

Lo tiene bien merecido A-Huan.

Pero a pesar de que Wèi Ying estaba feliz, regañó a su hijo diciéndole que a un animal lo deben de tratar con cuidado.

El pequeño Ye asintió tristemente.

Al verlo así, Wèi Ying suspiró y dejo que el pequeño se fuera con sus hermanos.

No se dio cuenta de la sonrisa triunfal que tenía su pequeño cachorro.

Y Lán Huan con Wèi Ying no se quedaron atrás.

Después de que sus hijos tuvieran cuatro años.

Wèi Ying otra vez volvió a quedar en cinta.

Y Lán Huan fue regañado.

Mientras los tres cachorros estaba felices de poder tener hermanos pequeños.

Más Lán Ye.

Mientras Wēn Ruòhán con Lán Qiren.

Los dos vieron a los hijos de Lán Huan y Wèi Ying.

Luego Wēn Ruòhán se quedó viendo a Lán Qiren por mucho tiempo.

Estos mocosos ya tienen cuatro años y sus padres ya crearon más pequeños.

¡¡¡Pero yo con A-Ren no tenemos nada!!!.

Bueno, tendré que sacrificarme por el bien de los dos.

Pensó Wēn Ruòhán.

Y así como lo pensó, puso su plan en marcha.

Así que Lán Qiren no pudo levantarse al otro día.

Miro enojado a A-Ruo por mucho tiempo.

Cuando un mes había pasado.

Lán Qiren sintió que todo daba vueltas.

Cuando sentido mejor, fue a golpear a A-Ruo y lo expulsó de Gusu Lán por un mes.

El Conejito Negro Perdido  (Xixian)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora