The other woman // Yuyeon G!P

V

Soyeon bajó sus pantalones quedando en ropa interior, la menor mordió su labio observando la forma del marcado miembro preso entre el algodón. Su jefa empuñó la erección mostrándosela.

Yuqi podía sentir sus bragas mojadas y el deseo dentro de ella aumentó, la mayor le quitó la falda junto a sus bragas dejándola desnuda.

La china cerró los ojos cuando sintió la punta del miembro restregándose contra su humedad y de pronto Soyeon entró por completo, arqueando la espalda al mismo tiempo que la menor.

La secretaria enredó la cadera de la otra con sus piernas para atraerla más -Estás tan apretada a pesar de que hace poco te follé... - gruñó su jefa comenzando ligeras embestidas.

Yuqi cerró los ojos dedicándose a sentir el cuerpo de la otra, cayendo en una red de placer de la que nunca se cansaría.

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No tenían idea de qué hora era pero sus cuerpos estaban tan cansados que solo atinaron a dejarse caer en la pequeña cama y ya que no cabían la coreana le sugirió que se recostara sobre ella.

Yuqi que tenía el rostro sonrojado por el acto anteriormente ejecutado se acomodó de una forma cómoda sobre su jefa, descansando la cabeza entre el cuello y la clavícula de la otra.

Yuqi podía escuchar los acelerados latidos de la coreana, disfrutando de la sinfonía producida por éstos, Soyeon le acarició la espalda de forma lenta -Eres hermosa - la halagó, la chica sonrió en grande -Usted también - contestó para después darle un beso en la mejilla.

Soyeon al no esperar ese gesto no supo que hacer, por lo que solo se quedó ahí y cuando iba a devolverle el beso a la menor escuchó una relajada respiración chocando con su cuello. Movió el cabello que le cubría los ojos a la china para comprobar que estaba dormida y cuando la observó con los ojos cerrados en una expresión serena sonrió.

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Un celular sonó, despertando a Yuqi quien aún tenía sueño pues se había dormido muy tarde, su jefa debajo de ella seguía durmiendo como si nada y la chica pensó que seguramente pocas veces descansaba así.

Se levantó para buscar el celular y cuando lo encontró la llamada dejó de sonar, revisó la barra de notificaciones y observó cinco llamadas perdidas de Somi junto a 30 mensajes, su corazón dolió cuando también notó el fondo de pantalla donde se encontraba la familia de su jefa en la playa.

Yuqi sintió su labio temblando amenazando con el llanto a causa de un pensamiento que la golpeó, ella nunca podría hacer eso, nunca podría estar ahí como Somi, ella realmente anhelaba estar con Soyeon, desde que la mayor comenzó a decirle cosas bonitas seguidas de una rosa o unos chocolates.

Con cada detalle se enamoraba más y ahora se daba cuenta de que por más que se amaran no podrían vivir así, y Yuqi daba por sentado los sentimientos de la otra, concluía que Soyeon estaba con ella porque también la quería.

Y mientras seguía inmersa en esa foto de pronto el celular le fue arrebatado bruscamente y ella volteó asustada por eso solo para encontrarse con el rostro malumorado de la coreana.

-¿Qué haces leyendo mis cosas? - fue lo primero que le dijo con una voz seria, ni siquiera un buenos días como la chica esperaba.

Yuqi notó que estaba desnuda por lo que cubrió sus pechos y cruzó las piernas avergonzada mientras pensaba en qué responder -E-estaba sonando, yo solo quería- Soyeon la interrumpió en medio de la oración de forma abrupta e irrespetuosa, impidiéndole seguir hablando -¿Querías enterarte de todo lo que me pasa no? - atacó la coreana.

Yuqi negó asustada -No-no solo quería quitarle el sonido porque tú seguías dormida y te veías... relajada - conforme hablaba su voz perdía fuerza y volumen cosa que la frustró, ella solo quería dejarla descansar más tiempo y ahora se había ganado su primer pelea.

Soyeon alzó una ceja sin creerle -Si era eso ¿por qué veías tan fijamente la pantalla? - contraatacó, Yuqi desvío la mirada porque no quería decirlo, no quería que Soyeon supiera lo mucho que le dolía ser solo su amante.

-Estaba viendo tu fondo... la-la playa... nunca he ido - excusó, eso solo era el 10% de la realidad pero al parecer fue suficiente para convencer a la mayor.

-Ya veo. Es un lugar bonito, cada verano llevo a mis hijos ahí, les gusta mucho correr en la arena - Soyeon contó desinteresada y notó el cambio en el rostro de la otra al mencionar a los pequeños pero lo adjudicó a la culpa.

Yuqi mordió su labio inferior dándose la vuelta para buscar en su armario la ropa que usaría y sus toallas de baño -Debe ser lindo ir con alguien a quien amas... - dijo, su voz estuvo a punto de cortarse pero lo evitó.

Soyeon solo hizo un sonido de afirmación -Ya es muy tarde, debo irme - cambió el tema abruptamente cosa que para la menor fue bueno.

-Está bien - contestó, Soyeon comenzó a vestirse pues si se bañaba Somi sospecharía, cuando estuvo de nuevo vestida recordó una última cosa antes de irse.

Yuqi estaba a punto de entrar al baño cuando Soyeon la recargó contra la puerta -Me la pasé muy bien hermosa, estoy más relajada - susurró sobre el rostro de la china para después besarla.

Cuando se separaron Soyeon bajó para dejarle un gran mordisco en el cuello -Luego pondremos las reglas del juego bebé, por ahora solo hay que divertirnos - le dio un último beso rápido y salió de la habitación para buscar su portafolios y saco -¡Nos vemos en la oficina! - gritó para después abandonar el departamento.

Yuqi bajo la ducha comenzaba a lamentarse, observando cada chupeton y cada mordida esparcida en su blanca piel, realmente sintió arrepentimiento, no podía creer que Song Yuqi odiadora de los infieles ahora fuera la amante de alguien.

Ella siempre crítico a esas (en su perspectiva) "mujerzuelas" nunca entendió cómo es que alguien podía meterse con una persona que tenía un compromiso. Se le hacía horrendo que esas mujeres le robaran la familia a muchas personas con solo esa acción, detestaba pensar en lo que pensarían los hijos de esas personas si se enteraran.

Y ahora de una forma curiosa e incluso como un plot twist, terminó siendo ellas, terminó enamorada de una mujer casada y terminó acostándose con ella, aceptando ser su amante pese a saber de la existencia de sus hijos y siendo amiga de estos.

No sabía cómo se comportaría cuando los viera pues ahora recordaría lo que estaba haciendo, porque mientras esos niños la adoraban ella destruía el matrimonio de sus padres poco a poco.
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