Jungkook toma la bolsa de mí con su mano libre, la otra sigue sosteniendo mi mano, hasta que salimos del edificio.
Ya no es mi hogar, aunque realmente nunca se sintió de esa manera para empezar. Un peso se eleva de mis hombros mientas que el aire de la noche golpea mi rostro. Debería estar asustada, pero no lo estoy. Tal vez ahora pueda intentar empezar de nuevo. Ya no tengo que preocuparme de que mi padre me robe. Quizá pueda conseguir un trabajo.
Jungkook me jala hacia la calle, y un hombre usando un traje oscuro salta del lado del conductor de una limusina. Es casi tan grande como Jungkook. Pasa alrededor y abre la puerta trasera. Tiro de mi mano, pero Jungkook sólo aprieta su agarre.
—Dentro —me ordena.
Tomo un aliento de muerte.
—Tal vez podemos tomar el autobús. Pasa uno cada treinta minutos más o menos. —Asiento hacia la parada de autobús.
—¿Por qué tomaríamos el autobús cuando tenemos un auto? —pregunta, sacudiendo su cabeza como si estuviera haciendo una broma.
Me empuja a la limusina y lo sigo con reticencia. La puerta del auto se cierra detrás de mí, haciéndome saltar, pero la mano de Jungkook viene y descansa sobre mi pierna. Sorpresivamente, me ofrece confort. Todo acerca de este hombre se siente reconfortante. Debe ser por eso que encontré tan fácil el irme con él. Él es tuyo, una voz susurra en mi mente.
—¿Qué está mal? —pregunta, preocupación en su rostro. Sus cejas se juntan, y es como si estuviera acostumbrado a sentirse así.Algo sobre él se siente un poco oscuro, pero por alguna loca razón no siento que esa oscuridad pueda tocarme. De alguna manera sé que él nunca permitiría eso.
—No me gustan los autos —admito—. Los autobuses no son tan malos. Son grandes y están forrados con ventanas. No me siento tan encerrada.
—Hmm. —Su mano en mi muslo me acaricia de ida y vuelta. Las puntas de sus dedos alcanzan debajo del borde de mi falda del uniforme—. Deberías relajarte, cariño. No dejaré que nada te suceda. —Se inclina mientras su mano se desliza hacia arriba por debajo de mi falda, y yo suspiro.
Su boca cae sobre la mía, su lengua deslizándose en mis labios entreabiertos. Sabe dulce y caliente, y me encuentro apoyándome en él, disfrutando la cercanía y conexión que me da. Me empujó hacia atrás, queriendo más, profundizando el beso. Pero permanece suave y perezoso cuando me vuelvo urgente. Nunca habiendo sentido algo así, quiero tomarlo todo. Es como si alguien activara un interruptor en mi cuerpo y éste estuviera vivo con excitación.
Envuelvo mis brazos alrededor de su cuello, queriendo acercarme más a él. Mueve su mano de mi muslo a mi cadera, y en un tirón estoy en su regazo, a horcajadas sobre él. Pero no rompo la conexión con sus labios. Sigo besándolo y él me deja. Sus manos vagan suavemente por mi cuerpo mientras me permite tomar lo que necesito. Siento que empiezo a mecerme contra él, y eso causa que un gemido salga de mí.
Un ruido sale de su cuerpo, un ruido que suena mucho como un gruñido. Su agarre en mí se hace más firme cuando la tensión se eleva en su cuerpo. Quiere algo, pero no sé lo que es. No puedo intentar averiguarlo con todas las maravillosas y nuevas sensaciones que fluyen a través de mi cuerpo. A medida que me presiono contra él, todo el mundo desaparece.
—Más —imploro, alejándome de su boca por un momento antes de aferrarme de nuevo a sus labios. Mis manos van a su cabello, queriendo aferrarme a él, así no tengo que nunca dejarlo ir.—Aquí no, cariño —murmura, alejándose de mi boca.
No dejo que eso me detenga mientras voy por su cuello, besándolo en cualquier parte donde encuentro piel expuesta. Deseando su calor. Queriendo su sabor. Sigo meciéndome contra él, y algo se acumula dentro mí. Sus manos van a mis caderas, bloqueándome en el lugar.
—Joder, vas a matarme. —Lo escucho murmurar—. Cariño, no quiero que la primera vez que te haga venir, estemos en la parte trasera de un auto.
Retrocediendo, lo miro y alrededor en el interior de limusina. Olvidé que estábamos en un auto. Mi corazón empieza a correr.
—Está bien. —Suavemente toma mi mejilla—. Estamos aquí.
—Me distraes. —Le sonrío.
—Conozco el sentimiento. Me has estado distrayendo por un tiempo.
—¿Es eso algo malo? —Me apoyo en su mano. No sabía cuánto extrañaba el consuelo físico y el afecto.
—No, es una distracción que necesito. —Sonrío ante sus palabras—. Vamos, vamos a entrar.
Salimos de la limusina y entramos en el edificio. Mientras caminamos hacia el ascensor, mi pulso salta. Repentinamente estoy en los brazos de Ash. Pasa los ascensores y abre la puerta cercana que marca “Escaleras”.
—¿Qué estás haciendo? —pregunto, sabiendo que su hogar está en el quinto piso. Eso es un montón de escaleras.
—Tratarte como deberías ser tratada, cuidando de ti. Sostente fuerte. —Envuelvo mis brazos alrededor de su cuello y él sube las escaleras de a dos escalones a la vez—. Supongo que a mi chica tampoco le gustaría estar atrapada en un ascensor.
—No —susurro apoyando mi cabeza en sus hombros.
Ha hecho tanto por mi hasta ahora, y no tiene ni idea de lo mucho que significa para mí. Mostrándome que realmente soy su primer pensamiento. Mi bienestar parece ser su única preocupación. Cuando llegamos a la planta superior, me pone en mis pies por un segundo para abrir la puerta. Entonces me levanta de nuevo en sus brazos y se pasea dentro de su hogar. Mi aliento queda atrapado. Sabía que la planta superior tenía un balcón, pero no sabía que las paredes que dan a la calle estaban hechas de vidrio. No presto atención al resto de la casa mientras me pone en mis pies. Me dirijo derecho al balcón, mis ojos fijos en su belleza.
—Todo se abre —dice Jungkook dirigiéndose al balcón también. Pulsa un botón en la pared y la pared de cristal se pliega lentamente, erradicando la barrera al mundo exterior.
—Es perfecto —le digo, caminando hacia el balcón con vista al parque.
—Lo es —responde.
Lo miro de nuevo, pero me está mirándome a mí, no al parque. Mis mejillas se calientan mientas recuerdo cómo lo ataqué en la limusina y él me dejó.
—¿Qué es eso? —Señalo a las dobles puertas francesas a un lado del balcón.
—Una habitación.
—¿Puedo tener esa?
Una sonrisa se extiende por su cara.
—Era justamente la que estaba pensando para ti.
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Sometimes › jjk ✓
FanfictionAhora todas mis emociones. Todas son causadas por ti. Ni siquiera pienso en irme a veces. Ni siquiera pienso en dejarte. Nunca he pensado en irme a ninguna parte. Ni siquiera veo el camino. ____________________________________________________ Histor...