10 - Jungkook

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—O quizá deberías alejarte jodidamente de ella antes de que te muestre exactamente lo que te pertenece. —Aprieto el bate de béisbol en mi mano y lo
levanto un poco—. Quizá podría usar esto para romperte.

El rostro del maestro se oscurece y se aleja a la esquina. Aisha viene directo amí y envuelvo mi brazo libre alrededor de ella.

—¿Alguna vez te tocó, cariño? —pregunto, manteniendo mis ojos bloqueados enél.

—No, pero quería. —Su voz es fuerte, como si intentara ser dura, y mi corazónse quiebra por ella.

—¿Por qué no vas afuera y esperas en el auto por mí? —Agarro el bate másapretado, y el pequeño cabrón regresa a la esquina.

Me había puesto ansioso esperando que Aisha terminara su última clase, e ibaentrar a sorprenderla. Había mirado dentro y vi la manera en que él la mirabatodo el tiempo que ella tomaba su prueba, la manera que se frotaba la boca ypasaba la mano bajo su escritorio mientras mantenía sus fríos ojos en ella. Salí ala limusina y conseguí el bate de béisbol del maletero. Llevo uno para emergencias, porque nunca se sabe. Ahora estoy agradecido de haberlo puestoahí.

—Jungkook. —Mi nombre en sus labios arrastra mis ojos a los suyos—. Vámonos. Está acabado. No quiero nada más de esta vida tocándome o tocándote a ti.

Siempre le dije que le daría exactamente lo que quisiera. Y eso incluye lo que noquiera darle. Me siento como para golpear la mierda de este tipo y asegurarmede que no puede dársela a alguien más. Pero una llamada telefónica desde lalimusina puede hacerse cargo de uno de esos deseos.

—Cualquier cosa que tu corazón desee, mi amor.

Salimos de la escuela sin mirar atrás, y la tiro en mi regazo en la parte trasera dela limusina.

—Te amo, Aisha. Te amo tan jodidamente tanto. Tú eres el principio y el finpara mí.

Sus grandes ojos rebosan con lágrimas mientras me sonríe.

—También te amo, Jungkook. Por hacer mis sueños realidad, sueños que ni siquierasabía eran posibles.

—Y hay muchos más por venir.

Busco en el interior de mi traje, sacando el sobre blanco y dándoselo a ella.

—¿Qué es esto? —pregunta, sorprendida y emoción sonando en su voz.

—La escritura de una casa que te compré hoy. Bueno, una casa para nosotros,pero está a tu nombre.

—¿De qué estás hablando? —Sostiene el sobre en su pecho, y froto mi pulgar ensu mejilla.

—Está fuera en el campo. Tiene un invernadero para cultivar flores, y abrir las cortinas todo alrededor. La vi y supe que ese era el lugar perfecto para vivir. Para comenzar nuestra familia.

Muevo mi mano abajo a su estómago y la froto ahí. Ella puede estar llevando anuestro primer bebé.

—Jungkook, esto es tan increíble. No puedo, quiero decir, nadie... —Intenta terminarsu oración, pero la detengo presionando mis labios en los suyos.

Es lento y dulce, pero como siempre, ella se aferra a mí y suplica por más. Quées lo que siempre le daré.Ruedo encima y la sujeto en el asiento mientras me muevo abajo entre suspiernas. Necesito su sabor en mi lengua.

—Jungkook —gime mientras arrastro sus bragas fuera y empujo sus muslos aparte.

—Necesito que te vengas en mi rostro, cariño. Muéstrame lo mucho que meamas.

Mi boca se abre sobre sus apretados labios rosados, y los extiendo con mi legua. Chasqueo en su pequeño clítoris con la punta, y ella gime más fuerte. Cuandollevo mis dedos hacia arriba y empujo a través de su humedad, siento suapretado canal apretarlos.

—Móntalos, Aisha —digo, entrando y saliendo de ella. Sus caderas se muevenarriba y abajo como si estuviera encima de mi polla, y gimo observandoávidamente.

Alcanzando mi pantalón, libero mi polla y empiezo a sacudirla mientras como sucoño. No quiero venirme porque quiero guardar eso para liberarlo profundodentro ella. Así que me atormento, pellizcando la punta cuando empiezo agotear. No quiero ni una gota desaprovechada.

La hago venirse dos veces con mi lengua antes de sentarme y reemplazar misdedos con mi polla. Su empapado coño toma mi longitud entera en un durogolpe, y vacío mi semilla en su útero sin mucho impulso. Sólo estar dentro de suapretado calor me tiene fuera, y sus pulsaciones secan mi leche.

—Te amo, Aisha —susurro contra sus labios.

—Te amo también, Jungkook.

La sostengo en mis brazos mientras nos dirigimos al campo. Donde la casa ynuestro futuro nos espera.

Fin.

Sometimes › jjk ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora