08 - Jungkook

1.7K 135 14
                                    

Ella camina hacia mí y olfatea contra mi pecho. Envuelvo mis brazos a su alrededor y cierro mis ojos. Amo la sensación de ella en ellos.

—¿Quieres dormir conmigo esta noche? —pregunta, mirándome a través de sus pestañas oscuras.

—Cualquier cosa que pidas, será tuya cariño —digo pasando mi pulgar sobre su mejilla.

Toma mi mano y me jala a la habitación, dejando las puertas del balcón abiertas. Cuando entramos, voy a la mesilla de noche y enciendo la lámpara. La suave luz baña la habitación en un resplandor que hace a Aisha brillar como un ángel. La llevo al armario y le muestro los estantes de ropa que son de ella. Entonces la guío al baño contiguo y le digo dónde están todas sus cosas.

—¿Hiciste todo esto por mí? —Hay tanta esperanza en sus ojos.

—Por supuesto que lo hice. Eres mi vida y te dije que haría realidad todos tus sueños.

—Esto se siente como un cuento de hadas. —Respira, envolviendo sus brazos alrededor de mi cintura.

—Porque lo es —digo, tomando sus labios en un suave beso.

Pronto, no es suficiente para ella, y profundiza el contacto. Su lengua toca la punta de la mía, y es todo lo que puedo hacer para contenerme. Pongo mis manos alrededor de su cintura y la levanto. Sus piernas se envuelven a mi alrededor mientras nos encamino a la cama, y la coloco en las suaves mantas sin romper nuestra conexión.

—Quiero dormir piel con piel, Aisha. —Le digo moviendo mi boca a su cuello y desabotonando su camisa—. No tenemos que hacer nada que no quieras. Pero necesito estar desnudo contigo.

Ella extiende sus piernas más anchas mientras mi boca se mueve hacia abajo entre sus pechos. Sus manos empujan la chaqueta de mi traje, y me encojo fuera de ella. Cuando se mueve para deshacer los botones de mi camisa, decido ayudarla rasgándola abierta. Los botones vuelan, pero el sentimiento de sus manos en mi pecho desnudo es más importante.

Me besa el cuello, sin tocar por mi impaciencia y luego su lengua se mueve a mi pezón plano. Sus dientes me raspan ahí y mi adolorida polla demanda atención. Empujo la barra de acero con mi palma, intentando calmar mi instinto. Solo haré lo que ella desee, y si eso es explorarme con su toque, entonces eso es lo que haremos. Pero quiero rogarle por una probada.

—¿Me dejas besarte, cariño?

—Si Jungkook, no te detengas.

Se inclina, pero sacudo mi cabeza.

—Quiero besarte aquí —digo, y sostengo su braga cubriendo su coño. Mirando hacia abajo, veo el inocente algodón blanco empapado con necesidad—. Déjame limpiarte.

Se muerde el labio, pero levanta sus caderas a mi toque. Espero un momento, y asiente, un suave rosa floreciendo en sus mejillas. Mi dulce niña es tan inocente. Deslizo su parte superior y falda del uniforme, dejando solo sus bragas. Luego me desnudo, Mi polla está de un color oscuro enfadado y pulsa con necesidad, y quizá incluso temor mientras ella la mira.

—Besos primero, entonces podemos sólo acurrucarnos, ¿Está bien?

—Bueno. —Asiente y se recuesta nerviosamente.

Sus brazos están sobre sus pechos, cubriéndolos y me inclino, besando sus palmas mientras las alejo. Sus pechos son pequeños, con pezones rosa oscuro. Los besos, suavemente al principio, luego más fuerte cuando veo lo sensibles que son. Un rápido chasquido de mi lengua y ella se retuerce debajo de mí. Rozo mis dientes ligeramente sobre el apretado brote, y se estremece con necesidad.

Muevo mi boca de un pecho al otro. Quiero consumir cada centímetro de ella. Me agarra el cabello y me suplica por más, y su necesidad por mí me enciende.

Muevo mi boca más abajo y beso su estómago y sus caderas estrechas. Sus rasgos son tan suaves y dulces que no puedo alejar mis manos de ella. Llego a sus bragas y empujo el simple algodón a un lado, exponiendo sus oscuros rizos cortos.

—¿Has sido tocada aquí, cariño? —pregunto, besando el interior de sus muslos.

—No, nunca. Ni siquiera me toco yo misma ahí.

Me inclino un poco hacia delante y huelo su deseo. Veo sus relucientes labios rosados, un rosa que coincide con sus pezones perfectamente. Incapaz de soportarlo más tiempo, me inclino hacia delante y me deleito con su néctar y gimo ante el sabor. Es dulce y huele a azúcar caliente. Abro mi boca, cubriendo su clítoris, le doy otro largo y firme toque con mi lengua.

Su espalda se arquea fuera de la cama, y le acaricio los pezones mientras le chupo el clítoris. Las sensaciones son casi demasiado. Su cuerpo es increíblemente sensible que siento un pequeño orgasmo pulsar a través de su coño al toque más suave. Tiene poca resistencia en el acto, y tendré que trabajar en enseñarle a sacarla y hacerla más poderosa.

Pero por ahora, quiero que tenga tantos orgasmos como sea posible. Así que froto sus pezones mientras chupo su coño, y se entrega a las sensaciones. No lucha, sólo sigue dándome el jugo de su dulce coño mientras se viene una y otra vez.

Cuando le he dado cuatro, me detengo y la dejo coger el aliento.

—¿Por qué te detienes? —Se sienta y me mira con ojos salvajes. Quiero reír, pero luce tan jodidamente sexy que no puedo. Es una mujer que ha encontrado su deseo y quiere más. Le quito sus bragas, exponiéndola totalmente a mí, y veo su lindo coño rosado cubierto de fluidos.

—¿Mi chica está necesitada? —pregunto, lamiéndola de nuevo y esta vez llevo mis dedos presionando contra su abertura.

—Sí —gime, y cae sobre el edredón.

Extiende sus piernas más ancho mientras empujo dentro de ella, deslizándome a lo largo de sus virginales paredes. Está tan apretada, casi estrangula mis dedos, pero intento ser gentil mientras la estiro. Pronto, ella me quiere dentro de sí y quiero darle exactamente lo que quiere con el menor dolor posible.

La hago venirse dos veces más con mis dedos, hasta que un brillo de sudor cubre su cuerpo. Sus ojos están pesados con lujuria y sueño, así que le doy a su coño un último beso antes de subir a su lado en cucharita alrededor de su cuerpo. Ignoro mi palpitante polla que ha ido de rojo a purpura, y cierro mis ojos, inhalando su olor.

—Jungkook —murmura antes de quedarse dormida.

No hay nada más hermoso que este momento.

(•••)

Despierto a la sensación de calor envuelto alrededor de mi polla. No quiero abrir los ojos porque he tenido este sueño antes. Me imagino a Aisha con su boca en mí, o su coño bajando lentamente sobre mí, y cada vez que abro mis ojos la realidad de ella no estando aquí es dolorosa. Cuando siento el chasquido de su lengua en la punta, mis ojos vuelan abiertos y veo a Aisha agachada sobre mí en la cama. Me mira a través de una cascada de cabello oscuro, y me agacho, agarrando sus brazos y tirando de ella por mi cuerpo.

—Buenos días —susurra y se sonroja—. No estaba segura si lo estaba haciendo bien.

—Lo estabas haciendo demasiado bien, cariño. —La beso, y como siempre, empieza lentamente hasta que Aisha empuja por más. Profundo. Balancea su pierna por encima de mi cadera y de repente está montándome a horcajadas. La deseo tan jodidamente tanto, y el caliente acero entre nosotros está exigiendo algún tipo de alivio.

Siento su pequeño dulce coño frotar la punta, y gimo en su boca. Agarrando sus caderas, detengo sus movimientos.

—¿Estás segura que quieres esto? ¿Estás lista para tomar todo lo que tengo que dar? Porque no vamos a usar protección, dulce Aisha. Si me quieres dentro de ti, estaré desnudo, y tú no usarás nada para evitar que te tenga embarazada. Estarás engendrando tan pronto como esté dentro de ti. Porque nunca he deseado nada como te deseo a ti. Y sé que tan pronto como te tenga, mi polla hará todo lo que esté en su poder para atarte a mí. Así que piensa eso antes de deslizar tu dulzura sobre mí.

Ella muerde su labio y mira profundamente en mis ojos mientras se desliza abajo en mi longitud. Su himen la detiene momentáneamente antes de atravesarlo y se sienta completamente en mi longitud. Aprieto mis dientes para no correrme demasiado rápido, pero no ayuda. Pequeños chorros de semen se disparan y cubren su coño mientras se sostiene sobre mí y se ajusta a mi tamaño. Froto su espalda e intento quedarme quieto mientras mi polla palpita. Beso su cuello y sus labios, susurrando palabras de aliento, diciéndolo lo bien que lo está haciendo.

—Relájate, cariño. Una vez que hagamos esto unas cuantas veces no volverá a doler. Puedo follar tu pequeño coño cada mañana antes de que vayas a la escuela. Entonces puedes caminar alrededor, frente a tus profesores oliendo a mí. Oliendo como el semen de tu hombre. Y sabrán que ahora estás siendo cuidada.

—Ash, Oh Dios, ¿por qué me hace sentir tan bien? —Empieza a balancearse encima de mí, dejando mi polla deslizarse dentro y fuera de su increíblemente apretado coño.

—Porque significa que eres mía. Y que siempre te cuidaré. Empujaré tus bragas a un lado antes de salir para la escuela y marcaré tu rosado coño, así me sentirás todo el día entre tus piernas. Estarás sentada al lado de tus amigos, presionando tus piernas juntas, sintiendo mi pegajoso semen en tu clítoris. Los chicos también lo sabrán. Caminarás un poco diferente porque has tomado mi polla. Pero estarás marcada tan bien que permanecerán alejados. Sabrán que no pueden tocarte porque tu coño está reclamado.

—Soy tuya —dice en una entrecortada voz, y la siento tensarse, corriéndose en mi polla. Su coño pulsa y ella se muele sobre mí, gritando mi nombre. La dejo montar mi dura longitud mientras le froto el clítoris, provocando un segundo y tercer orgasmo.

—No dejaré que te duches antes de que te vayas hoy. Quiero saber que tu sangre virgen y mi corrida están manchadas por toda tú, dejando saber a la gente que ya estuve ahí. Harás eso por mí, ¿Verdad, cariño?

—Sí, Jungkook —responde soñadora, y tomo sus labios en un profundo beso, haciéndonos rodar mientras empujo en ella.

Sometimes › jjk ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora