T W E L V E

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— Taehyung... ¡Por favor! — Lloriqueó el alfa, pidiéndole ayuda al mejor amigo de su omega, el cual se negaba rotundamente solo por diversión.

— Tal vez si te pones de rodillas a suplicarme me lo pienso... — Posó su dedo índice sobre su barbilla y miró hacia el cielo con una sonrisa traviesa, completamente divertido.

— ¡Hoseok! — Reclamó ahora hacia el otro alfa, el cual solo estaba apoyado en una de las mesas del instituto con un cuaderno afuera, copiando unas cosas.

— Lo siento, Jeon, mi omega me domina. — Explicó sin mirarle, completamente acostumbrado a esta situación, su omega pelirrojo era todo un caso.  Jeongguk boqueó y frunció su ceño, ofendido porque uno de sus mejores amigos no quisiera ayudarle.

— No me voy a arrodillar, Kim, solo quiero que me ayudes, ¡Llevo cortejando a Jimin dos meses y no hemos tenido ni una cita! — Exclamó frustrado el alfa, apoyando su frente de la mesa.

— Y ese no es mi problema, Jeongguk, que mal alfa eres. — Soltó con dejes de diversión, queriendo hacer molestar al otro, mirando sus uñas fingiendo no importarle la situación.

Jeon se sentó en la mesa, resignado a seguir.

Se preguntarán, ¿En que necesitará Jeongguk la gran ayuda de Taehyung? Simple, solo quería saber cuales eran las flores favoritas de Jimin.

Quería que todo fuera perfecto en su primera cita.

— Ay, alfa tonto, ¿Por qué simplemente no me preguntas? — Se escuchó la dulce voz del rubio, haciendo a todos voltear.

— Oh, oh... — Murmuró Hoseok solo con ver la mirada asesina que Jeon le daba a su omega.

— No es culpa mía que alces tanto la voz. ¡Me voy! — Se levantó, siendo seguido de Hoseok, mandándole buena suerte al otro alfa.

Jeongguk suspiró, agachando su mirada e inmediatamente sintió unos brazos al rededor de su cuello y un pequeño beso en su coronilla.

— Tengamos esa cita, alfa~ — Habló solo para que el oyera, haciendo sonreír intensamente al más alto.

Absolutamente todos en el instituto los veían, era la primera vez que veían esa clase de interacción entre ellos dos, aunque ya los chismes corrían puesto que desde hace un tiempo se les notaba más juntos, ademas de lo sucedido en la fiesta de Hoseok daba mucho de que hablar, pero nunca hacían muestras en público y por eso nadie terminaba de confirmar nada.

— ¿Tienes algo que hacer hoy, pequeño? — Preguntó Jeongguk al momento en que Jimin se sentó a su lado, dejando su comida y su típico libro en la mesa.

Jimin acomodó sus lentes y con una sonrisa tierna negó, observando a su lindo alfa.

— ¿Puedo pasar a verte hoy? — Preguntó nuevamente con cierta timidez, con sus grandes ojos brillando de ilusión.

— ¡Aww, que tierno eres, alfa! — Apretó sus mejillas y decidió robarle un pequeño beso, dejando a Jeongguk perplejo, al igual que todo el instituto, los cuales ya habían dejado de hacer sus cosas y como los entrometidos que son los veían, algunos con descaro y otros con disimulo.

"Le llamó alfa, ¿escuchaste?" Murmuró alguien, recibiendo un asentimiento de su amigo.

"¡No lo puedo creer! ¿El come-libros con el gran jugador de americano?"

Jeongguk estaba un poco harto de la situación, a pesar de que Jimin no oyera nada, puesto que estaba ocupado con uno de sus libros, el alfa se la mantenía oyendo muchos comentarios.

Nadie se esperó que el alfa se montara encima de la mesa, de pie en ella, Jimin inmediatamente lo observó.

— ¡Baja, tonto, te van a castigar! — Gruñó sin entender nada, mirando a sus alrededores. Todos los estaban viendo.

— ¡Hola! — Empezó para tener la atención de todos, a pesar de que ya la tenía. — Todos me conocen, y para los que no, soy Jeon Jeongguk, integrante del equipo de fútbol americano, el receptor, y este que ven aquí es Park Jimin, el omega más hermoso que verán en sus vidas. — Para este punto, Jimin quería abrir un hueco en el suelo y enterrarse en el. Todos, absolutamente todos, los estaban viendo. — ¡Es mi omega, se los confirmo! Estén pendientes de sus vidas, tal vez así consigan a su pareja, o mejor empiecen con dejar de ser tan entrometidos. — Miró a cada uno, con una pequeña sonrisa triunfante. — Por cierto, si sigo escuchando comentarios sobre mi omega, conocerán a mis puños, ¿bien? — Esta vez había culminado, bajándose de la mesa y sentándose como si nada al lado de un Jimin con sus ojos abiertos y sus mejillas rojas, carmesí.

Y todos, volvieron a hacer sus cosas como si nada, temiendo en parte a las palabras del alfa. Daba unos buenos golpes en un partido de fútbol americano, no se imaginaban un golpe de esos dirigido a ellos.

Jeongguk acarició la mejilla del
omega dulcemente como si hace unos segundos no lo hubiera hecho pasar uno de los momentos más vergonzosos de su vida. 

— ¿Estás loco, no? Seguro te caíste de pequeño. — Bufó viendo hacia otro lado, fingiendo molestia, aunque muy dentro de él le había gustado todo lo que sucedió. Exactamente igual a lo que leía en sus libros.

— Loco por ti, nene. — Le regaló un beso en la mejilla, gustoso de observar nuevamente aquellas rellenas mejillas coloreadas de un suave rojo.

<3

Ya habían terminado las clases por ese día para la pareja, encontrándose al final de clases en la entrada de la universidad, mandándose una sonrisa para dirigirse juntos al auto de Jeon.

— Tengo un dolor de cabeza terrible, el examen estuvo difícil. — Le hizo saber al alfa, con sus ojos cerrados y su ceño fruncido, se quitó los lentes y masajeó su frente, cansado.

El castaño lo miró un poco preocupado, desviándose del camino hacia la casa de Jimin para dirigirse a otro lugar.

— Omega, ¿Te gusta el helado? — Preguntó, poniendo toda su atención al camino.

— Sabes que si, Jeonggukie, el de fresa es mi favorito.

El alfa simplemente asintió, sabía que el dulce contentaba al rubio en cualquiera de sus presentaciones, entonces creyó que un helado no vendría nada mal.

Se estacionó, Jimin se bajó del auto y quedó desconcertado al ver donde se encontraban.

— Alfa tonto, ¿Se te olvidó donde quedaba mi casa o qué? — Preguntó con su entrecejo fruncido, sus lentes cayendo un poco por el puente de su nariz, dejando ver esos lindos ojitos bicolor.

— Ja, ja, gracioso, nene, pero no. Vinimos a consentirte, vamos. — Tomó su mano y se adentraron a la heladería, yendo directamente a caja y pedir un helado de fresa con extra topping de chispas de colores.

Jimin miró como hacían su helado con ojitos brillantes, mejillas coloreadas y sonrisita tierna.

Lindo, extremadamente lindo. Pensó Jeon, sintiendo un calor en su pecho, sabiendo que estaba haciendo las cosas bien.

— ¡Gracias, Gukkie! — Le regaló un inocente beso en la mejilla, empezando a lamer su helado muy feliz.

— Todo por ti. — Respondió con simpleza, el corazón del omega se aceleró y bajó su mirada, tímido.

— E-Eres el mejor alfa de todos. — Murmuró nervioso al soltar esas palabras, haciéndose el valiente y conectar miradas con el más alto, el cual solo le regalaba una sonrisa de conejito. Recibió una caricia en su cabello para luego sentarse en una mesa junto al ventanal para dos, iniciando una conversación trivial que los dejó ahí por más de una hora.

El tiempo pasa rápido cuando estás con la persona que amas.

cliché ⌇ kookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora