T H R E E

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El fin de semana daba inicio cuando la última campana de aquel viernes sonaba, y entre susurros y algunas palabras altas, los adolescentes se preguntaban qué vestirían en la noche, pues Hoseok había decidido hacer una fiesta en su casa, siendo los primeros invitados los otros cinco restantes del grupo, siguiendo con casi medio instituto.

Ahí se encontraban el trío de omegas junto a Namjoon, siendo el último el encargado de llevarlos a sus casas. Caminaban juntos hacia el estacionamiento del lugar, hablando entre ellos, aunque Jimin estaba leyendo su libro despreocupado, sin ganas de entrar en aquella conversación, que solo se trataba sobre la fiesta que haría Hoseok, y que estaba seguro que no iría, nunca le gustó aquel ambiente.

Pero, como siempre, un castaño alto se acercó al omega, pasando su brazo derecho por los hombros del más bajo y acercándolo a él, hasta que sus cuerpos se tocaran.

En ese preciso momento, Jimin quiso arrancarle los ojos al descarado alfa, le molestaban ese tipo de actos tan... clichés. Oyó como Yoongi se despedía diciendo que se iría con Hoseok, vivían juntos.

— ¡Adiós, Hobi! — Se escuchó al risueño pelirrojo despedirse del alfa, corriendo hacia él y regalándole un beso en la mejilla, el cual el alfa disfrutó mucho, guiñándole un ojo y siguiendo a Yoongi hasta su auto.

— ¿irás a la fiesta de Hoseok? — Preguntó Jeongguk con una de sus cejas alzadas como de costumbre, ya era algo característico del castaño.

— Aún me lo estoy pensando, ¿por qué? — Respondió ahora el rubio con fastidio y solo un poco de curiosidad, pues aunque no quisiera admitirlo, Jeongguk siempre le ha causado cierta curiosidad, por su manera de ser y tratarle. Él era como un misterio sin resolver, y Jimin añoraba ser el detective que resolviera aquel caso. — ¿tan interesado estas en verme?

Jeongguk se atragantó con su propia saliva ante la repentina preguntando, tosiendo, mientras Jimin soltó una risita traviesa, le había dado una cuchara de su propia medicina.

Dio palmaditas en la espalda ajena, calmándolo con leves arrullos, mientras el otro grupo ya se había dado cuenta de la situación, aguantando sus risas, pues en otra ocasión esto nunca hubiera sucedido.

Algo estaba cambiando dentro del pequeño omega rubio que todos querían conquistar, lo sabían muy bien.

— Cálmate, Jeon, fue una simple broma. — Soltó Jimin con una sonrisa de diversión. Le dio la espalda, metiéndose entre el medio de sus dos amigos y saliendo así del lugar, dirigiéndose hasta el auto del moreno.

El Par de chicos no se quedaron callados, comenzaron a hacerles bromas a su pequeño amigo omega, el cual las recibía con fastidio, rodando sus ojos y amenazando con su cara roja de la rabia que mordería con mucha fuerza parte de sus brazos.

— ¡Ya déjenme en paz! — Chilló con las mejillas rojas e infladas, cruzándose de brazos y hacer que en sus labios apareciera un puchero inevitable, que causó en sus amigos mucha ternura, sacando exclamaciones de su boca de lo lindo que se veía su pequeño Jiminnie.

— ¡Das tanta ternura! — Exclamó Taehyung, el cual se salvó de las mordidas del rubio, pues ya habían llegado a su casa y bajó corriendo. — ¡Debes ir a la fiesta, Park! — Fue lo último que se oyó decir del omega, entrando a su hogar y dejando al rubio con las palabras en la boca.

El camino fue silencioso, pero no fue un silencio incómodo, pues él moreno no era alguien de muchas palabras, pero el de ojos bicolor si, así que de un salto se sentó en el asiento de adelante y miró a Namjoon con sus cejas alzadas.

— ¡Te gusta Yoongi! — Soltó en un chillido de repente el más bajo, chillando de nuevo de emoción al observar cómo las mejillas ajenas se tornaban de un carmín muy lindo. — ¡Te encanta Yoongi!

— ¿Es muy obvio? — Preguntó el alfa, deteniéndose en un semáforo en rojo y mirando al omega mientras él rascaba su propio cuello con nervios. — Quiero impresionarlo hoy en la fiesta de Hoseok, ayúdame.

A él omega le pareció tierno eso, soltando una pequeña risa y asintiendo a lo que dijo el alfa, iba a ayudarlo.

— ¡Claro que si! Yoongi hoy viene a mi casa, debemos hacer un trabajo juntos, puedo preguntarle qué piensa de ti. — Picó una de sus costillas con travesura, soltando una carcajada mientras sentía como el auto se movía nuevamente.

— ¡Pero no seas tan obvio, te conozco muy bien, Jimin! — Le apuntó con el dedo u su ceño fruncido, su amigo omega era un poco despistado en cuanto a esas cosas, en cualquier momento se le podría salir que le gustaba él omega de tez blanca y actitud tranquila.

— ¿Por quien me tomas, Kim Namjoon? — Preguntó con aires de grandeza, los cuales pronto desaparecieron cuando su amigo alfa golpeó su cabeza.

— Ya sal, Minnie. ¡Confío en ti! — Le señaló nuevamente con un dedo, mientras el rubio se encargaba de salir del auto y asentir, despidiéndose y entrando a su hogar, sin sorprenderse al darse cuenta que esta estaba vacía.

No esperó mucho más, comenzó a subir las escaleras y entrar a su habitación, la cual tenía su propio baño. Encendió la ducha, mientras en su mente había una lucha en si ir a la fiesta o no.

Sacó un short y una camisa blanca básica, entrando al baño y despojándose de su ropa, yendo hacia la ducha y empezar a bañarse, enjabonando su cuerpo de aquel delicioso jabón que amaba.

Tal vez luego de unos quince minutos, un rubio con los cabellos húmedos salió de su baño, ya besitos, bajando hacia la cocina para calentar el almuerzo que estaba guardado en el microondas, su mamá omega siempre se los hacía y amaba mucho aquel gesto de la rubia. Calentó el almuerzo, sacando un tenedor y comenzar a comerlo en paz mientras observaba alguna película de mala calidad en la tele, pero el sonido del timbre ser tocado lo sacó de su trance, había llegado Yoongi, o eso pensaba el rubio...

cliché ⌇ kookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora