O7. MISIÓN DE RESCATE

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Si Venus no sacaba a Christopher antes de la audiencia del juicio, sería mucho más complicado acercarse sin la vigilancia de algún policía

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Si Venus no sacaba a Christopher antes de la audiencia del juicio, sería mucho más complicado acercarse sin la vigilancia de algún policía. Así que, lo único que se le ocurrió fue atracar la comisaría. Se convertiría en cómplice de escape, sí, pero eso es lo que menos le interesa en esos momentos. Si no quiere verlo tras las rejas durante muchos años, puede acompañarlo o quedarse afuera. Y la verdad, prefiere romper un par de reglas que vivir sin él.

— Atención a todas las unidades, reportaron un 9-11, 9-69 y 9-78 en Sindang Dong. Necesitamos apoyo de todas las patrullas que hayan en la oficina. — se escucha en la radio. Inmediatamente, todos los oficiales en la comisaría salen directo a sus coches, yéndose en ellos a la dirección de la emergencia.

— Puedes ir, madre. Hackeé las cámaras de seguridad, solo está la recepcionista y un par de civiles. La celda de papá es la 026 en el segundo piso, la llave está marcada así que no perderás tiempo buscándola — habló Hyunjin en el teléfono antes de colgar.

Venus caminó hacia la entrada con tranquilidad, al ingresar, dió un vistazo al sitio notando todo calmado. Se aproximó a la recepcionista de atención al cliente y sacó la pistola, mostrándosela con disimulo.

— Dame las llaves de las celdas y no te haré nada. Ni se te ocurra pedir refuerzos — la morena dudó un poco, sin saber qué hacer. La peli blanca se desesperó y dió vuelta entrando a su zona, agarrando las llaves sin dejar de apuntarle. Las demás personas se alarmaron al notar que tenía un arma en la mano.

— ¡Tenemos un...! — le pegó con el mango de la pistola cuando habló por la radio. Dejándola inconsciente.

Les colocó esposas a la gente para evitar que llamasen a alguien, dejándolos atascados en las sillas

— El próximo que quiera hacerse el héroe, se quedará sin mano ¿entendido? — asintieron asustados.

Caminó con rapidez por las escaleras y buscó entre las celdas el número, varios reclusos le hablaban para que les abriera pero ni siquiera les prestó atención. Se detuvo en seco al ver a su esposo chiflando sin preocupaciones, mirando por los barrotes que daban a la calle. Ella rodó los ojos con gracia.

— Ya te estabas tardando, cariño— exclamó con una sonrisa, salió de la celda y le dió un beso sonoro en la frente con orgullo — siempre has sido muy buena entendiendo Noruego.

Venus sonrió y tomó su mano, ambos caminaron en dirección a la salida. Sin embargo, pararon cuando el detective Tae-ho y unos cuantos policías les cortaron el camino.

— ¿Tú otra vez? ¿Acaso no me vas a dejar en paz nunca? Voy a tener que darte una lección — se quejó Christopher para después empezar a pelear contra ellos.

Venus aprovechó el momento donde estaban distraídos y salió para encender el auto y dejarlo en la entrada a esperar a Chris, quien corría por todo el edificio siendo perseguido. Llegó hasta la azotea y casi se cae de boca al pensar que estaría más lejos de la orilla.

— ¡No tiene más salidas, señor Bang, debe entregarse! ¡Evite que su condena sea más larga! — gritó el detective.

— Su única salvación es que pueda volar — bromeó un oficial. Tae-ho se dió un golpe en la frente. Chris dió un paso atrás y, en vez de caer, se quedó flotando en el aire. Los policías no podían creerlo y, para Tae-ho, fue una estupidez.

— Dejenme comunicarles que volar no es mi único don, por si se lo preguntaban — habló con una sonrisa presumida e hizo un ademán con la mano, bajando lentamente — auf wiedersehen, detective Hong. Fue divertido escapar. Espero nunca volver a verlo.

Se subió al asiento de copiloto y su esposa arrancó con rapidez. Los policías dispararon corriendo a sus coches, aún así, estos tenían sus llantas sin aire.

— ¡Maldición! — gritó el detective molesto. Miró a sus compañeros — alerten a los demás y emitan una orden de búsqueda contra Christopher y Venus Bang. Los quiero a ambos en la cárcel ¡ya!

Venus condujo a toda velocidad, de vez en cuando observando por el retrovisor. Una vez que notó que nadie los seguía y la carretera era solitaria, detuvo el coche de un golpe. Suspiró profundo y miró a Christopher, él también lo hizo. Después, simplemente se dieron un abrazo reconfortante, curando la distancia que habían tenido durante solo un día.

— Te extrañé mucho, mi V. Dormir sin tí fue una tortura— susurró el hombre estrechándola con fuerza.

— Yo también, Chris — se separó y lo tomó de las mejillas con delicadeza, viéndolo a los ojos preocupada — ¿Tienes hambre? Sé que no comes nada que yo no haya cocinado. Te hice spaguetti de carne con sangre de oveja, tu favorito.

Él sonrió enternecido y la besó, moviendo sus labios rápidamente con los de ella. Es la primera vez que se separan durante tanto tiempo en más de mil años. Christopher es muy consentido en todos los sentidos y no imagina una vida sin ella.

El celular de la mujer sonó interrumpiendo el momento y contestó poniendo el altavoz, sabiendo que se vendrían sus gritos — ¿sí, hijos?

— ¡PADRE! ¿Estás bien? — hablaron angustiados.

— Sí, no se preocupen. Todos hicieron un buen trabajo — felicita.

— Gracias, papá... Madre, Felix averiguó sobre lo que le pediste — comunicó Han Jisung.

— Madre, encontré de dónde proviene el líquido que Cornelius mandó a fabricar hace dos semanas: Busan. Contrató a tres científicos de élite, dos están trabajando allá aún pero el líder del laboratorio está de vacaciones en Inchon por la paga que recibió por haber completado el trabajo con éxito. Él es la única persona que sabe cómo revertir el efecto ya que él hizo la fórmula — informa el pecoso.

— ¿No vendrán por nosotros para acompañarlos? ¡podemos ayudarlos! — preguntó Jeongin. Los mayores se miraron entre sí teniendo el mismo pensamiento.

— Jeongin... Ahora somos fugitivos, la policía de todo el país nos busca. Debemos tener cuidado. Lo mejor será que se queden en Seúl. Ya saben qué decir o hacer si la policía va a la casa. No le abran a nadie y si los atacan, respondan ¿de acuerdo?— explica Venus.

— ¿Ahí está Minho?

— Sí, padre— afirmó entrando a la conversación.

— Mientras están solos, traten de distraer a la policía. No dejen que nos encuentren. Distraigan al detective Hong ¿entendido? Cuida a tus hermanos y no dejes que nada les pase— ordena Christopher.

— Lo prometo, papá. No te decepcionaré.

— Regresaremos en dos días. Tengan cuidado. Los queremos.

— Nosotros a ustedes también— Venus cuelga dándole el teléfono a Christopher, el cual rompió y lo tiró a la calle. Después, miró a su esposa, quien se veía un tanto ansiosa — ellos estarán bien, cielo. Ya son adultos y saben cuidarse muy bien.

— Lo sé, es solo que... Ese detective me da mala espina. Mientras más lejos esté de mis hijos, mejor — enciende el coche yendo por la carretera nuevamente.

— Vayamos por ese científico.



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⏰ Última actualización: Nov 01, 2022 ⏰

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