One Shorts Douaka

Ni idea, saludos.

.Lemon.

Douma, la luna superior dos, conocido por su carácter burlón y despreocupado, siendo considerado como uno de los demonios más insensibles se encontraba profundamente enamorado de su compañero Akaza el cual lo odiaba, ¿por qué? Fácil, le había quitado su puesto de luna superior dos humillándolo y había terminado con su dignidad cuando todas las lunas vieron como lo besaba sin compasión alguna y para colmo parecía que lo disfrutaba.

Aún así, eso no fue impedimento para que el de cabellos rosados siguiera siendo el favorito de Muzan y que siguiera cumpliendo con excelencia sus misiones.
Tampoco fue excusa para que Douma siguiera detrás de él.

Al menos todo estaba tranquilo por ahora. Akaza se encontraba en una pequeña aldea alimentándose de todos los hombres que encontró, al terminar se alejó de allí y se dirigió a un lago para lavarse, se deshizo de la mayoría de sus ropas y se metió al agua.

Intentaba frotarse la espalda hasta que sintió dos manos algo grandes. No tuvo que voltear para saber de quién se trataba.

-Suéltame imbécil- Dijo Akaza algo molesto.

-Akaza-dono~, sólo te estoy ayudando- Seguía frotando la espalda contraria.

Akaza iniciaba a destensarse poco a poco, empezó a ser relajante así que se acomodó un poco más cerca del rubio, había que intentar ser más tolerante, ¿no? Al final de todo tenía que tragarse sus ganas de romperle su cara todas las veces que quisiera, por el simple hecho de que el rubio era superior a él. Al recordar ésto apretó levemente sus puños con algo de enojo.

Douma con su típica sonrisa seguía, tiempo después inició a bajar más y más hasta el punto de estar masajeando el culo del peli rosado.

Enojado lo apartó de un golpe, no quiso perder más tiempo y/o humillarse más así que salió del agua, se vistió y se fue. Douma lo siguió con intenciones de burlarse más d él, y con unos movimientos de su abanico cortó y separó todo su cuerpo. Apresuradamente cargó su cabeza y empezó a caminar a su templo mientras akaza se regeneraba lo más rápido que podía y lo insultaba de todos los modos posibles.

Que cruel~

*-Douma fingió tristeza y siguió caminando siendo acompañado por los insultos que el pelirosado le ofrecía-*

¡Púdrete! ¡Suéltame y ándate a la mier-!

Fue silenciado por un beso y la acción se siguió repitiendo siendo acompañada de varias caricias hasta que llegaron al templo.

Para este punto Akaza ya estaba regenerado y aferrado a Douma correspondiendo sus besos y caricias. Akaza por más que trató de resistirse cayó poco después, Douma lograba darle varias descargas de placer con cada toque.

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Douma arrojó a su compañero al suelo, eran demonios, el dolor del momento sería curado al instante. Después se subió encima de él siento recibido por varios golpes débiles por parte del ya perdido en el placer del pelirosa, Douma aprisionó a Akaza e inició a besar y morder su cuello, se deshizo de la única prenda superior del contrario y siguió repartiendo besos, mordidas y caricias por todo su torso sacando leves jadeos inútilmente cubiertos por parte del de abajo.

Los gemidos subieron de tono cuando Douma empezó a jugar con los pezones de Akaza, en todo el camino al templo Douma pudo descubrir los puntos sensibles de su compañero, las partes de su cuerpo donde con sólo un roce iniciaba a temblar.

La luna superior 2 frotaba el miembro ajeno por encima de la ropa haciendo estremecer al otro demonio.

Douma e-res u-un M-Maldit-

No pudo terminar la palabra, estaba siendo masturbado, besado, mordido y ahorcado por su superior. Akaza se corrió al instante haciendo una  expresión de total placer, nunca imaginó que le prendiera tanto que le ahorcaran.

Esta escena fue la gota que derramó el vaso, Douma arrancó los pantalones contrarios, lo puso en cuatro y entró, la primera estocada fue recibida por un grito de dolor, la segunda por un gemido de total placer.

*-Akaza se cubría la boca, se rehusaba a seguir gimiendo, era algo imposible, se sentía jodidamente bien-*

*-Douma continuaba embistiendo, aplastó las manos d Akaza arrancándolas al instante dejando oír los gemidos que Akaza tanto intentaba ocultar-*

El sonido de las pieles chocando era lo único que se escuchaba en aquella habitación, sin embargo aquel sonido quedó en el olvido cuando Douma empezó a embestir el punto que hacía enloquecer a Akaza.

Era tanto placer que no sabía cómo controlar su cuerpo, movía sus caderas en busca de más profundidad, tenía su lengua de fuera y lágrimas en sus ojos, todo su cuerpo temblaba tras haber tenido el segundo orgasmo, pero seguía siendo detenido por el rubio el cual seguía con lo suyo.

No tardó mucho tiempo para que este también se corriera y saliera dejando escurrir algo de semen de la entrada de si compañero.

No sabía que podías hacer expresiones tan lindas Akaza-dono~

*-Dijo Douma sonriente mientras volteaba a ver el rostro sonrojado del pelirosa-*

*-se esperó un golpe, un insulto, no obstante no esperaba que Akaza lo envolviera con sus piernas para quedar encima de él y mucho menos que lo besara.-*

*-no dijo nada, sus ojos llorosos suplicantes fueron los que le dieron a entender al rubio que la tercera luna superior no estaba satisfecha, sin duda sería un día largo-*

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